Liga Argentina
San Isidro ganó con autoridad
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Con goleo repartido, un tercer cuarto demoledor y una máxima de 31 puntos, el "Santo" se impuso 113–84 y mostró una versión arrolladora ante su gente.
San Isidro volvió a mostrar todo lo bueno que había hecho en los primeros cinco partidos de la temporada. En la calurosa noche de este martes, el equipo “santo” ofreció en su casa un repertorio que lo tuvo todo: eficacia, paciencia, ritmo, defensa mejorada, goleo repartido y una lectura impecable del momento del juego.
El encuentro arrancó eléctrico, con un primer cuarto de goleo alto y defensas ausentes. El 28–26 reflejó un período frenético, donde Independiente cometió varias pérdidas que San Isidro no logró capitalizar: tiros apurados, triples rápidos y decisiones sin construcción colectiva. Los visitantes sobrevivieron a base de ataques directos, mientras el local todavía buscaba ponerse en sintonía.
El punto de quiebre llegó en el segundo capítulo. Sani ajustó atrás, defendió mejor la primera línea, se ordenó en la transición y dejó de regalar tiros. Con ese cambio, el local pasó a dominar las estadísticas y también el ritmo del partido. El 25–15 del segundo cuarto fue una muestra clara de ese crecimiento: más rebotes, mejores selecciones de tiro y un ataque mucho más racional. Así llegó al descanso arriba 53–41, con la sensación de haber encontrado su camino.
Y el tercer cuarto terminó de definirlo todo. San Isidro salió del vestuario con una tranquilidad llamativa. Movió la pelota en el perímetro con paciencia, eligió siempre la mejor opción y golpeó una y otra vez en los espacios que dejaba la defensa santiagueña. En apenas tres minutos, la diferencia trepó a 23, y con el correr del cuarto, la ventaja siguió creciendo. El parcial de 32–21 dejó el marcador 85–62 y marcó el tramo más dominante del equipo en toda la noche. Una corrección arbitral anuló una falta técnica y ajustó el tanteador, pero ese detalle no cambió en absoluto la sensación del juego: San Isidro ya había quebrado definitivamente el partido.
Otro dato clave que sostuvo el rendimiento fue una constante de sus mejores noches: el goleo repartido. Al cierre del tercer cuarto ya había cuatro jugadores en doble dígito, símbolo de un funcionamiento coral y de un equipo donde la responsabilidad ofensiva está bien distribuida. Y los números finales lo confirmaron: Suñé (24), Buchailot (20), Lambrisca (17), Hooper (14), Diotto (12) y Eydallin (10) fueron los pilares ofensivos de una producción colectiva sobresaliente. Además, Sani anotó 30/40 en dobles (75%), tiró 26/31 en libres (84%) y finalizó con un sólido 57% en tiros de campo.
El último cuarto mantuvo el mismo libreto. La diferencia llegó a 31 puntos, la máxima de la noche, y el equipo no cedió nunca el control. Independiente intentó descontar, pero dependió en exceso de la enorme tarea de Amicucci (22 puntos y 12 rebotes) y nunca encontró fluidez ni defensiva ni ofensiva para frenar el torrente local. San Isidro cerró el encuentro con autoridad, concentración y un nivel de ejecución que lo coloca, sin dudas, entre sus mejores versiones del campeonato.
El próximo partido de San Isidro será en Mendoza ante Rivadavia el próximo martes.
Síntesis
Parciales: 28–26, 25–15, 32–21, 28–22
San Isidro (113):
Suñé 24, Lizzarraga 3, Buchailot 20, Lambrisca 17, Sagletti 5, Mare 6, Hooper 14, Diotto 12, Eydallin 10, DT: Sebastián Porta.
Independiente (84):
Campos 1, Baeza 6, Julien 16, Morera 5, Ledesma 12, Amicucci 22, Lange 5, Kalalo 14, Zarco 3.
DT: Eric Rovner.
