Básquet
San Isidro ajusta su preparación para la gran final

Tras consagrarse campeón del Torneo Apertura, el equipo sanfrancisqueño espera rival para disputar el cruce decisivo. Con el plantel completo y amistosos de preparación, el “Rojo” afina detalles para ir en busca de su sueño.
San Isidro vuelve a estar en la antesala de un momento histórico. Tras haberse consagrado campeón del Torneo Apertura de la Liga Argentina, el equipo de Sebastián Porta disputará la gran final por el ascenso a la Liga Nacional de Básquet, la máxima categoría del país. El “Rojo” sanfrancisqueño ya tiene su lugar asegurado en esa definición, a la espera de conocer su rival, que saldrá del cruce entre Racing de Chivilcoy y Sportivo Suardi, donde el conjunto bonaerense está arriba en la serie.
A lo largo de estas semanas sin competencia oficial, San Isidro enfoco sus esfuerzos en sostener el ritmo de juego y recuperar a sus lesionados. Tanto Jerónimo Suñe como Nicolás Álvarez ya entrenan a la par del grupo y están a disposición del cuerpo técnico. “Ya está el equipo completo. Jerónimo (Suñe) se sumó la semana pasada y Álvarez ya está entrenando normal desde hace varios días. Incluso ya jugaron los amistosos con El Ceibo y con Unión de Santa Fe”, confirmó Marcos Basso, jefe del equipo, en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO.
Los amistosos fueron parte clave en la puesta a punto, teniendo en cuenta que el equipo no compite oficialmente desde las semifinales del Torneo Clausura, en las que cayó justamente frente a Sportivo Suardi. “El parate es largo, hace casi tres semanas que no jugamos y necesitábamos movernos, ver caras distintas, tener oposición. Más allá de los resultados, los amistosos fueron positivos. Seba (Pórta) fue probando cosas pensando en la final”, explicó Basso.
Respecto a la posibilidad de sumar un nuevo amistoso en los próximos días, la situación es compleja: “Es medio complicado conseguir rival por una cuestión de calendario. La Liga Nacional está en su última fecha y la Liga Federal también retoma. Estamos viendo si se puede concretar algo con Atenas o algún otro equipo. Si no, seguiremos entrenando como hasta ahora”.
En cuanto al análisis de los posibles rivales, Basso dejó en claro que no hay preferencias. “Hoy no se puede elegir entre uno y otro. Sportivo Suardi nos ganó bien, fue justo ganador en la semifinal. Y Chivilcoy tiene jerarquía en todas las posiciones, vienen de jugar una final con Atenas. Cada uno tiene sus pros y contras. Lo ideal para nosotros sería que estiren la serie y lleguen cansados”, señaló.
Además del trabajo físico y táctico, San Isidro también apunta a la preparación emocional. “Hace dos años que trabajamos con Santiago González, el psicólogo del plantel. Él está manejando la ansiedad de los chicos. Después del Apertura, tuvimos poco descanso y el desgaste mental se siente. Hay un ambiente de mucha expectativa y la ansiedad va en aumento. La experiencia me dice que, a medida que se acerca la fecha, eso se empieza a notar cada vez más. Hay que saber acompañar, contener y mantener la motivación alta”, concluyó Basso.
Con el plantel completo, el cuerpo técnico enfocado y una ciudad que ya respira clima de final, San Isidro se prepara para disputar el partido más importante de su temporada. Será la oportunidad de alcanzar un sueño que el club viene persiguiendo desde hace años: llegar a la elite del básquet argentino.