Bochas
San Francisco, tierra de bochas
Más de 250 jugadores, desde veteranos hasta jóvenes de 30 años, mantienen vivo un deporte que mezcla táctica, herencia y encuentro social en cada rincón de nuestra ciudad.
Aunque para muchos pueda parecer cosa del pasado, las bochas siguen más vigentes que nunca en San Francisco. Y no solo vigentes: se practican con entusiasmo, se juegan en familia, entre amigos, y en clubes que día a día trabajan para mantener viva esta disciplina. Lo curioso —y a la vez esperanzador— es que ya no es solo un deporte de “gente grande”. Cada vez más jóvenes, especialmente aquellos que rondan entre los 25 y 35 años, se están sumando al mundo bochófilo.
En números, la ciudad cuenta hoy con 10 clubes que sostienen esta actividad de manera organizada. En total, hay 25 canchas habilitadas para el juego: 14 son de conchilla y 11 sintéticas. Y en cuanto a los jugadores registrados, el número asciende a 265. De ellos, 220 son jugadores adultos, 25 juveniles, 10 mayores de 70 años y 10 mujeres, que entrenan y compiten regularmente en torneos de la región y en encuentros locales.
Los clubes que mantienen viva la llama de este deporte en la ciudad son: Iturraspe, Barrio Norte, Primero de Mayo, Antártida Argentina, La Florida, Redes Argentinas, San Lorenzo, Estudiantes y Unión Social. A estos se suman también Devoto Bochas y Cultural La Francia, en lo que se considera zona de influencia bochófila de San Francisco. En todos ellos se organizan partidos, entrenamientos y torneos, manteniendo un calendario activo y una estructura sólida.
Pero el espíritu de las bochas no se limita solo a los clubes. En paralelo, el deporte también tiene una presencia fuerte en los “campitos”. Espacios más informales, donde la pasión se mantiene intacta. Allí, más allá del reglamento estricto o la superficie profesional, la bocha se juega con alma y tradición. Entre los puntos más emblemáticos se destacan el “Ferro” (Club Ferroviario), el Parque Cincuentenario, las canchas de madera en las 800 Viviendas y San Cayetano. Esos escenarios, especialmente los fines de semana, se llenan de encuentros espontáneos, donde vecinos de todas las edades se reúnen después del almuerzo y pasan horas jugando.
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Tanto es así que se estima que en estos campitos hay incluso más jugadores activos que en las canchas oficiales. Un dato que refleja la fuerte identidad social y cultural que conserva este deporte en la ciudad.
Por otro lado, hay que mencionar que hasta hace no mucho tiempo, El Tala también albergaba la disciplina. Sin embargo, por decisión de su comisión directiva, se optó por sacar las bochas del club. La razón tuvo que ver con el uso del espacio físico que ocupaba la cancha, dentro del estadio “Luis Rafael Ferreyra”. Allí, la nueva dirigencia proyecta un polideportivo que incluya canchas de básquet, vóley y un gimnasio de alto rendimiento, apostando así al desarrollo de otras disciplinas internas.
En definitiva, las bochas no solo siguen presentes en San Francisco, sino que resisten con fuerza y, en muchos casos, se renuevan. Se trata de un deporte que mezcla precisión, estrategia, camaradería y tradición. Ya sea en una cancha reglamentaria o en un campito de tierra, el sonido seco y característico de las bochas al chocar sigue marcando el pulso de un deporte que se niega a quedar en el recuerdo.