Nuevos especialistas
San Francisco puede contar con la misma neurocirugía que se hace en Córdoba
Lo aseguraron los doctores Joel Murer y Carlos Pabón Orozco, los nuevos neurocirujanos que se incorporaron al equipo del Hospital “J. B. Iturraspe” quienes llegaron a aportar para elevar la complejidad del nosocomio en lo que hace a operaciones cerebrales y de columna.
Con la reciente incorporación de dos especialistas en neurocirugía, el Hospital “J. B. Iturraspe” dio un paso adelante en salud, ya que ahora se pueden realizar intervenciones de alta complejidad de patologías tumorales y vasculares en el cerebro, como la que se realizó en septiembre pasado a una mujer que tenía un aneurisma.
Los neurocirujanos Joel Murer y Carlos Pabón Orozco quienes se formaron en el Hospital de Nacional de Clínicas de la ciudad de Córdoba, prestan servicio tanto en el Hospital Iturraspe como en clínicas de la ciudad.
Los profesionales son muy necesarios ya que atienden no solo las cirugías de alta complejidad, sino también a pacientes con traumas graves de cráneo en San Francisco y la región que antes debían ser derivados a hospitales de Córdoba, Villa María o Santa Fe ante la falta de un neurocirujano. Además, realizan intervenciones de columna en el nosocomio, que paralelamente, está incorporando nueva aparatología con la última tecnología.
“San Francisco puede contar con la misma neurocirugía que se hace en la ciudad de Córdoba, de baja, mediana y alta complejidad utilizando la mejor tecnología y los mejores recursos”, aseguraron los neurocirujanos Murer y Pabón, quienes en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO brindaron detalles sobre los últimos avances en estas intervenciones.
Murer remarcó que actualmente “los paradigmas de la neurocirugía cambiaron mucho. Hasta hace cinco o diez años atrás lo importante era sacar el tumor del cerebro y no importaban tanto las secuelas, pero eso actualmente ya no es así, las cirugías son más precisas y seguras gracias a las nuevas tecnologías que se utilizan en el quirófano”.
Afirmó que una cirugía de alta complejidad en el cerebro “puede ser de la parte tumoral oncológica o vascular por malformaciones venosas que pueden producir accidentes cerebrovasculares hemorrágicos como los aneurismas cerebrales como fue el caso de la primera intervención que realizamos a una mujer aquí en el Hospital Iturraspe”.
El neurocirujano explicó que el aneurisma cerebral “es una malformación congénita de una arteria en donde se forma como un globito, se afinan las paredes y puede reventar provocando sangrado. Eso se puede resolver de dos maneras: por clipado quirúrgico que es la técnica que utilizamos con la paciente en el Hospital o vía endovascular”.
“Se utiliza un clip de metal que cierra el aneurisma. Para su colocación es necesario realizar una craneotomía; es decir, un procedimiento quirúrgico que permite ingresar al cerebro a través del cráneo”, dijo.
Tecnología moderna
En cuanto a la cirugía oncológica se realiza para extirpar distintos tumores, que pueden ser de base de cráneo, de fosa posterior en el cerebelo, de tronco encefálico y también medulares, Murer afirmó que son “intervenciones de alta complejidad en las que se requiere de tecnología moderna como es la navegación cerebral, el monitoreo neurofisiológico intraoperatorio que nos da una seguridad enorme”
“La navegación cerebral es una tecnología comparativa, -detalló- se cargan los datos de una resonancia de cerebro previa del paciente y el sistema nos da una ubicación espacial, no en tiempo real, del tumor. Tiene un margen de error muy bajo de 0,2 mm y eso nos permite hacer una resección del tumor precisa, más amplia y con un margen de seguridad mucho mayor”.
Murer remarcó que en estas cirugías “la tecnología nos permite contar con un margen de seguridad muy amplio para que el paciente se recupere rápido y con el menor déficit posible”.
Los médicos también practican cirugía de columna de patologías degenerativa, como escoliosis, tratamiento del dolor y cirugía mínimamente invasiva. “Operamos a través de tubos una hernia de disco con una incisión de menos de un centímetro”, afirmó.
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Actualmente el neurointervencionismo se utiliza mucho para resolver patologías vasculares del cerebro. Pabón, que está capacitado en esta terapia y trabaja con el apoyo del neurocirujano Sebastián Juliá de Córdoba, explicó que con la misma “se puede resolver un aneurisma vía endovascular, antes había que abrir la cabeza, pero hoy con el neurointervencionismo se puede resolver de una manera mínimamente invasiva”.
Afirmó que se realiza “en la sala de angiografía, el paciente se anestesia de manera general y entramos por una arteria hacia el cerebro, ya sea por vía radial o femoral, se ingresa un microcatéter por el que ingresan otros hasta llegar al lugar del aneurisma y ahí se puede colocar un stent o endoprótesis vascular, -un dispositivo metálico que se coloca en una arteria para mantenerla abierta y mejorar el flujo sanguíneo-, que evita que la sangre pueda romper la pared de la arteria. Tiene un proceso de curación que dura entre tres hasta seis meses, se endoteliza, esto es, se hace arteria y toma la misma forma, reforzando la pared que estaba débil”.