Obra pública
Ruta nacional 19: una autopista inconclusa entre el deterioro vial y la incertidumbre institucional

Entre San Francisco y Córdoba, la ruta nacional 19 evidencia un grave abandono. Atrasos en las obras, falta de mantenimiento y un conflicto político entre Nación y Provincia preocupan a toda la región.
En los últimos tiempos, pero fundamentalmente esta semana, la ruta nacional 19 se ha convertido en sinónimo de incertidumbre, deterioro y peligro. A pesar de su importancia estratégica como vía troncal que une San Francisco con Córdoba capital, la autopista -anunciada con bombos y platillos en gobiernos anteriores- hoy está marcada por tramos inconclusos, asfaltos deteriorados, banquinas erosionadas y un mantenimiento prácticamente inexistente entre San Francisco y Río Primero.
A esta situación crítica se suma una complejidad institucional de fondo: tras el reciente intento del gobierno nacional de disolver por decreto la Dirección Nacional de Vialidad, y el incierto futuro de Corredores Viales S.A. -la empresa estatal responsable del mantenimiento-, las tareas esenciales de infraestructura quedaron en un limbo administrativo y político.
El estado de la Ruta: entre tramos nuevos, viejos y abandonados
El tramo de autopista ya finalizado entre Río Primero y Córdoba -bajo la gestión de la empresa Caminos de las Sierras, controlada por el Gobierno de Córdoba- muestra un estado aceptable, aunque no exento de problemas puntuales. Sin embargo, desde Río Primero hasta San Francisco, el panorama es radicalmente distinto.
Los intendentes de localidades del departamento San Justo atravesadas por la ruta coinciden: el deterioro de la calzada es visible y alarmante. “Tenemos roturas importantes, con 25 siniestros viales en el primer semestre del año sólo en el tramo que atraviesa nuestra jurisdicción”, advirtió Silvia Bertotti, intendenta de El Tío. La situación se repite en sectores como La Francia, Devoto y Arroyito, donde los pozos, la falta de señalización, el desnivel en las banquinas y el colapso de terraplenes ponen en riesgo la vida de los conductores.
Desde Devoto, el intendente Adrián Rinero enfatizó: “El tramo Devoto–San Francisco está muy roto. Los días de lluvia se vuelve intransitable y peligroso. En la zona de Jeanmarie ya ha habido varios accidentes”.

En La Francia, la situación no es distinta. “El fin de semana pasado tuvimos que articular bomberos, policía y ambulancia por los accidentes. El lunes me comuniqué con inspectores de Vialidad y taparon algunos pozos, pero eso no resuelve el problema de fondo”, comentó el intendente Franco Castellina.
Mantenimiento nulo, accidentes en aumento
Si bien la autopista fue pensada para mejorar la seguridad vial y acortar los tiempos de traslado, la realidad evidencia lo contrario. En sectores inconclusos aún se transita por la vieja traza de la ruta 19, que no está preparada para soportar el volumen actual de tránsito pesado y liviano, que supera los 6.500 vehículos diarios, según estimaciones extraoficiales de los municipios.
“La falta de mantenimiento es total desde hace dos años. Las banquinas están descalzadas, hay baches y los puentes muestran movimiento de suelo. Es un reclamo permanente que hacemos al gobierno nacional”, sostuvo el legislador Gustavo Tévez.
Además, denunció que en la provincia “se ha hecho cero mantenimiento en el último año y medio, lo cual representa un peligro muy importante para quienes transitamos estas rutas. El gobierno nacional cobra impuestos para esto, pero no hay respuesta”.

La puja política: un conflicto de competencias
Hoy, el mantenimiento de la ruta nacional 19 entre San Francisco y Río Primero está en manos de Corredores Viales S.A., una empresa estatal cuyo futuro pende de un hilo tras el intento del Gobierno Nacional de eliminar la Dirección Nacional de Vialidad. El 7 de julio de 2025, el vocero presidencial anunció el cierre de Vialidad Nacional, argumentando “ineficiencia, gasto político y duplicación de funciones”.
La medida fue rápidamente judicializada y la Justicia Federal resolvió suspender el decreto por considerarlo inconstitucional, ya que implicaba la eliminación de un organismo creado por ley. No obstante, el Ejecutivo ya anunció que apelará la resolución.
Este conflicto jurídico y administrativo deja en el limbo no sólo a la estructura responsable de la planificación vial nacional, sino también al destino inmediato de rutas estratégicas como la 19.
Córdoba pide el traspaso... pero la Nación no responde
Ante la paralización de las obras y el deterioro evidente, el gobernador Martín Llaryora firmó un acuerdo con el gobierno nacional para que Córdoba se haga cargo de la finalización de los tramos inconclusos entre Santiago Temple-Arroyito, y desde la Cañada de Jeanmarie hasta San Francisco. El proyecto fue ratificado por la Legislatura provincial y se dividió en tres tramos para su licitación.
Sin embargo, la Nación aún no liberó la traza para que se efectivice el traspaso. Sin esa autorización, Córdoba no puede adjudicar las obras. “Todo está listo para empezar, pero dependemos de esa formalidad. Mientras tanto, las máquinas siguen paradas y el deterioro avanza”, afirmó Tévez.
Desde Arroyito, el intendente Gustavo Benedetti fue claro: “Hay un desgobierno. Hoy no hay ninguna dependencia con quien hablar. Nos estamos haciendo cargo los municipios, tapando baches que debería reparar la Nación. Si se transfiere a Córdoba, que sea con recursos, o que al menos nos cedan la rentabilidad de los peajes”.
Los municipios más afectados no han permanecido inactivos. Silvia Bertotti recordó una reunión con autoridades de Vialidad en mayo de 2024: “Un año y dos meses después, la situación es peor. Lo que vimos es desfinanciamiento total y abandono. Ante problemáticas graves, la respuesta fue siempre la misma: no hay recursos”.
Desde Devoto, Rinero también dejó un diagnóstico claro: “Estamos todos más que preocupados. Antes venían rápido, hoy no saben quién se va a hacer cargo. Los que estaban, ya no están, y los nuevos no existen. La incertidumbre es total”.
El estado de la ruta 19 no es un caso aislado. Otras arterias clave de la región, como la Ruta Nacional 158 —que conecta Villa María con Las Varillas—, atraviesan un deterioro similar y sin mantenimiento. Los intendentes de la zona también han manifestado su preocupación ante el posible abandono o privatización de esa traza estratégica para la producción agroindustrial del centro cordobés.
Puede interesarte
Una ruta que marca el pulso de una región
La Ruta Nacional 19 no es simplemente un camino: es el eje vertebral que conecta a decenas de pueblos del este cordobés con la capital provincial, y por donde circulan cada día trabajadores, estudiantes, productores y servicios esenciales. Su deterioro no solo representa un riesgo vial, sino también una herida abierta en la confianza institucional de quienes reclaman, hace años, una solución concreta y duradera.
Mientras las decisiones se postergan y las responsabilidades se diluyen entre niveles de gobierno, las banquinas se erosionan, los pozos crecen y la incertidumbre se vuelve norma. Para los habitantes, el tiempo corre en sentido contrario al desarrollo. Y la pregunta que hoy recorre la región es simple, pero urgente: ¿cuánto más se puede esperar?