Rubén Gattino: el ficanás
Un charla con el actor que esta noche repone Man In chat, que ha revivido a Alvarito y que parece no tener pasado. Un actor que se alimenta del presente, de la vitalidad del hacer y actuar ahora.
Por Manuel Ruiz
Ficanás: Del piamontés. Ese que se las estudia a todas. Ese que se entromete en todo.
Rubén Gattino tiene 62 años. El "Fica" hace cuarenta años que es actor, o que esta vinculado al teatro en alguna de todas su formas. Esta noche repondrá la obra "Man in Chat" que viene realizando desde 2008 desde la compañía de teatro cordobesa "Zeppelin Teatro". Además el sábado, con el estreno local de la película "El cruce de la pampa", verá revivir a lo que el llama la tercer fase de Alvarito, un personaje inspirado en la persona de Severo Avaro y que construyera en el año 94 para una obra que se llamo "La ciudad sin río", que contaba la sanfrancisqueñeidad.
Además Gattino se mueve. Se junta. Se cruza. Se mete, el ficanás. Es que allí encuentra el alimento necesario para esa vitalidad que dice lo define.
En una charla con LA VOZ DE SAN JUSTO, Gattino hablo de todo eso.
¿Porqué te dicen "Fica"?
En realidad, es un apodo que nace desde el teatro. Mi familia sabe que me llaman así pero nadie me nombra como tal. Incluso, yo hace 10 años que viajo a Córdoba, porqué allá esta el eje de mi teatro, y allá no me conocían como "Fica" tampoco. Es un apodo que me ponen en el grupo de teatro "Llanura" de Santa Fe. Puntualmente entre Rafael Bruzza y Jorge Ricci en una jornada en que se rompe un auto. Yo estaba con la cabeza adentro del capo, viendo el motor, como si supìera algo del tema y Rafa que es de San Francisco me dice "no seas ficanás". Ahí quedó ficanás y después se hace el apocope y queda "Fica". Acá, en el teatro de acs s mejoretar cinco veces en Eurinieá, en el ambiente en que yo me muevo, incluso para la gente joven, no soy Rubén, acá soy el "Fica". Tiene que ver y se remite a lo que quiero ser, yo me defino como un tipo que quiere ser artista, que esta en la intención serlo, que en algún punto también lo soy, pero nunca termino de cerrar el concepto, porque vendo seguros para poder comer , no me dedico a full al teatro. Porque no puedo.
¿Siempre viviste acá?
Siempre he estado yéndome, he vivido poco tiempo afuera, he
vivido en la adolescencia en Córdoba unos años y volví. Y nunca me fui de aquí,
pero nunca me quede.
¿Por qué nunca te fuiste? ¿Cómo es que nunca te quedaste?
Nunca quise irme. Pero tampoco puedo estar sin gestionar
algo fuera de aquí porque necesito conectarme con urbes mas grandes, con el
mundo. Yo no reniego de esta ciudad, no tengo el concepto de qué esto es la
muerte, es la nada. Este es mi lugar, lo elegí pero creo que hay que
alimentarlo, buscar, traer, porqué sino el medio, la idiosincrasia, la
mentalidad de la gente de aquí te lleva a un lugar de acomodar las cosas, de sostenerlas,
de conservar. Yo reniego de eso, soy de acá pero no me identifico con
conservar, hacer lo correcto. Desde mi infancia, mi adolescencia, mi
pensamiento me llevaba a interpelar, a cuestionar eso. A ir en contra de eso.
¿Qué buscas en el afuera, en esas grandes urbes?
Lo que no puedo encontrar acá. Si uno cree que aquí, por más del acceso que nos dan las redes, si no vas a Buenos Aires, a Córdoba cada tanto es muy difícil que puedas entender lo que esta pasando.
Esos estímulos que encontrás afuera, ¿los encontrás también acá?
Por supuesto, aquí también, incluso me estoy dando cuenta, que últimamente yo estoy yendo mucho a Córdoba por teatro, estoy de hecho casi medio instalado allá. Pero advierto que cuanto más estoy allá, más quiero hacer acá. Quizás la gente no lo percibe pero en este ultimo tiempo hay una generación muy activa, muy importante que hace mucho tiempo que no se ve en San Francisco. Hay una generación que brinda acciones colectivas importantes, donde cada joven de esa generación esta presentando su propuesta, como la muestra de fotografía en el museo, como la gente El Pantano, Somos Viento, fuera del establishment. Aparecen cosas como los "Kamikaze" en bellas artes. Teatro, literatura plástica, poesía, música hay una generación que esta muy copada y tengo la suerte de conectarme con ellos y alimentarme de ellos, es con quienes estoy trabajando. He cambiado el rango etario (Risas).
Tengo la sensación de que eso que percibís es cíclico.
Porque y lamentablemente, hay mucha gente que crea desde el arte que emigra,
que se cansa o no, pero se va buscando otros paisajes, otro movimiento, quizás
más cantidad de gente en el ambiente.
Coincido con eso. Tiene que ver con que no quedan muchos en
la ciudad, porque se van. Pero eso no quita que haya acción, que aquí se puedan
generar cosas. Conozco gente que estudia cine en Córdoba y hace cine en Córdoba,
y acá les cuesta venir a producir. Pero si nos conectamos, podemos lograr que
vengan acá, y hagan, muestren. Tenemos
que sostenernos, sostenerlos y que aquí puedan hacer. Estaría bueno que los
jóvenes sepan que aquí hay lugar, que hay campo para que puedan hacer.
En el ambiente artístico de la ciudad se siguen utilizando
conceptos como establishment, underground ¿son términos válidos para explicar
el arte en la ciudad?
No hay tanta diferencia entre una cosa y otra. Para mi las expresiones que son artísticas pueden ser más o menos under. Hay algunas que son under pero no son muy artísticas. Lo que si el establishment tiene que ver con lo que vas a encontrar hoy, mañana o pasado. Es saber lo que vas ir a ver, lo que vas a consumir. Es lo consumible, lo complaciente. Un producto que se consume para mi ya no es arte, son propuestas que tienen otro camino y otra que no necesariamente es under. Lo que hace Lucas Abratte, Purpulem, no es under, es marginal. Pero no es under. Pintar en barrio San Cayetano es marginal pero popular, no es under. Lo que yo pregunto siempre es lo que le plantea esa creación artística en la cabeza de la gente, ¿qué la gente mire otra cosa a lo que ve siempre? ¿qué advierta que hay posibilidades de entender el mundo de otra manera? Lo importante es qué provoca, qué interpela, qué cuestiona, que preguntas permite hacer. El arte tiene que interpelar lo establecido.
¿Existe la critica de lo que se realiza artísticamente en
San Francisco? ¿Hay dentro del ambiente, de la escena, una critica de lo que se
produce?
No sé. No. Cómo no se juntan ni aquí, ni en la China. ¿Se juntan los poetas? ¿Los plásticos? Para la cuestión critica, no sé. Me parece que es importante proponer los cruces. Del cruce sale la critica. Del compartir, del chocar, sale la posibilidad de una critica. La critica desde la distancia, desde un supuesto lugar objetivo, donde yo opino como si no tuviera algo que ver, sin poner lo mío al lado del otro, no sirve. En el verano acá en casa, nos juntamos diferentes artistas en un evento que dimos en llamar el "Festival del buena mersa" donde hicimos trabajos y no había publico, hicimos mini espectáculos de cinco minutos cada y fue muy interesante. Ese tipo de plenario se va dar siempre y cuando haya onda, donde los artistas se expongan frente a sus pare, y cuando no comiencen a tallar otras cuestiones para que eso se posible, como la envidia, la mezquindad, lo que no favorece al desarrollo de cualquier tipo de arte. Me parece que es más importante buscar la forma de cruzar. Yo trabajo mucho con el taller de escritura creativa de la muni a cargo de Laura Pratto, trabajo mucho con la gente de El Pantano, que son poetas y realizadores audiovisuales. El domingo trabaje con Vale Barbero que hace cine. Haber, si hay algo que no me gusta lo diré pero también porque yo he dado algo que esta sujeto a la opinión de quién mira, no es qué me pongo en lugar de sabiondo. Tiene que ver con la idea de aprendizaje permanente, yo puedo tener mas sapiencia que oros en el rubro porque bueno hace 40 años de teatro encima, pero no me creo arriba de los otros.
Me decías que comenzaste a vincularte con el teatro cuando tenías 22 años. ¿Qué había hace 40 años desde lo teatral en la ciudad?
La edad de oro del teatro de San Francisco creo que fue en los 80. Cuándo después de la dictadura se abre el taller municipal de teatro, dónde nos juntamos un montón de gente a cargo de Rafael Bruzza, dónde se hizo un trabajo muy grande que duró 10 años y que creo qué fue la época mas potente de producción del teatro local, más allá de que por ejemplo la obra "Babilionia" que hicimos en 1998 haya logrado ser la más paradigmática para el teatro de la ciudad, porqué fue la obra de teatro más vista del teatro sanfranciqueño. De esa obra se hicieron 50 funciones a sala llena. Fue cuando se inauguro el teatro La Estación. Ganamos un fomento del Instituto Nacional de teatro y con eso levantamos la sala, hicimos la escenografía y empezamos a mover la obra, ese fue el otro momento. Pero todo venia desde los 80. No faltaba nadie y todos laburamos juntos y todo se potenció. La oficialidad era mucho más generosa y eso también ayudó, a los dos años de comenzado el taller, hicimos una obra que se llamaba "Maratón" de Ricardo Monti y llegamos al Festival de Montevideo representado a Argentina junto con otra obra. Fue un bum. No se volvió a repetir, nadie de los que estábamos en es momento quedó en el taller y se debilitó. En realidad, creo que tiene que ver con procesos, con movimientos, hubo una gran explosión, que supo canalizar mucha energía contendida y fue tremendo.
Padre actor, padre en movimiento constante, padre que sigue apasionado por lo mismo que lo apasionaba en su juventud ¿Cómo es la relación con tus hijos? ¿Cómo crees que te ven?
Tengo 4 hijos. Han aguantado muchas cosas, pero con el tiempo todo se ha acomodado más que bien. Dos de mis hijas están trabajando conmigo. Me bancan, me hacen el aguante, creo que hace muchos años ya están resignados a tener un viejo loco (Se ríe). No les queda otra.
¿Qué haces en Córdoba? ¿Qué te ha llevado, usando tus palabras, a semi instalarte allá?
Yo trabajo con un grupo de teatro que se llama Zeppelin Teatro, que dirige Jorge Villegas. En el año 2006 fui a tomar clases con él y desde ahí trabamos una relación teatral muy fuerte que nos permitió desde ahí seguir trabajando juntos. En el 2008 se estrenó "Man in Chat" que es un monologo que integra una serie de obras de teatro político que escribió Jorge y desde ahí no dejamos de trabajar juntos. El año pasado Jorge estaba dando un taller y conversamos de que yo vaya como asistente y fui y daba clases con él. He llegado de dar clases en Córdoba, a gente con experiencia, que da y hace talleres y eso esta bueno porque es una forma de aprendizaje., Permanentemente tengo que estudiar y me gusta. Ahora, estamos en ciernes de otro proyecto muy importante y si se logra armar, es un proyecto de tres fases que nos vas a llevar entre ensayos y representaciones y funciones, dos años o tres.
Son 9 años haciendo Man in Chat, la repones en San Francisco
este jueves
La hicimos 2008, 2009, 2010. 2012 y 2013 no hicimos ninguna
función, volvimos en 2014, 2015 cuando Zeppelin cumplió 20 años e hicimos una
muestra de todas las obras.
¿Qué es Man in Chat?
Man in chat es un monologo. El personaje es una especie de conferencista qué está en una mesa con una notebook chateando y en realidad es como si fuera un chat entre San Martín y Bolívar. El personaje, qué está al borde lo irracional, presenta fotos, que en realidad son cuadros de Miró, y las relaciona con la historia argentina, y a su vez los textos son de distintos protagonistas que estuvieron alrededor de la vida de San Martín: Remedios de Escalada, un granadero, Belgrano, Rivadavia.
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¿Te sigue gustando hacerla?
Si, la disfruto muchísimo. Desde la obra empecé a entender a San Martín. Siempre me pareció un tipo para tener en cuenta, pero después de estudiarlo, porque esta obra tiene un contenido histórico político y social muy importante y tenemos que saber bastante sobre el tema. La obra plantea cosas como dónde estaría San Martín hoy políticamente, porqué en el afiche de la obra San Martín tiene un alfiler de gancho en la nariz, hoy quizás sería punk, seguro que un general en un escritorio no sería. No digo San Martín, sino su espíritu, el espíritu sanmartiniano no es del bronce y las academias militares, el espíritu libertario está en otro lado, el de llevar hasta lo ultimo, la idea de libertad.
El sábado se proyecta El cruce de la Pampa. Se revive un personaje tuyo, en otro formato y se vuelve a reconstruir a Severo Avaro para el imaginario cultural de la ciudad.
En el año 94 justamente una de las últimas obras que hicimos
con Rafael, le propongo trabajar con San Francisco. Hablamos de esto e hicimos
una obra que se llamó "La ciudad sin rio", que nos define por carencia. Una
obra muy polémica en su momento porque partir de la descripción de algo por lo
que no tiene, es arriesgado, de todas maneras no era una pálida. La idea era
trabajar sobre personajes reales o estereotipos de la ciudad, o que fueron
relevantes en la ciudad y aparecieron personajes que existieron y existen como
el caso de una persona que es Severo Avaro. en el cual yo me inspire. pero mi
personaje era eso, un personaje, no era un replica de Severo Avaro. No era una
replica. era una interpretación, y se terminó llamando Alvarito. Unos años después
Rafa Bruzza escribió una obra done vuelve a usar a Alvarito, donde ya no se
nutre de Severo sino de Alvarito. Hace un nuevo Alvarito y lo pone en un juego
anacrónico con Raúl Villafañe que fue un intelectual de los años 50 e intendente
de la ciudad. Ese encuentro en el medio de la pampa los hace viajar desde ahí
hasta los Andes, uno buscando una meta y otro buscando el presente. Después de muchos años Daavid
Bisbano, director de cine de Buenos Aires, le gustó mucho la obra y la lleva al
cine. Entonces hay un tercer Alvarito que es el del cine. Es una foto que se va
modificando por el foco o la luz que se utiliza para verlo, el Alvarito que era
en un principio algo y ahora no es el mismo. Hay una persona que es Severo
Avaro y hay tres personajes de Alvarito. Siempre hay que ser consciente que
cuando decimos que alguien es un personaje no estamos refiriendo a una persona,
entonces hay que tener cuidado, en ningún momento nos burlamos de la persona, y
estamos generando algo muy raro porque se empezó a hablar de la figura de Severo
Avaro por lo que hicimos desde el taller de escritura creativa. El haber movido
un personaje hizo que se mueva la conciencia social de volver a mirar a alguien
o a un tema que tiene que ver con nosotros. El que mira a Severo Avaro desde
afuera, no lo va a ver como nosotros lo
vemos. Cuando miramos a esta personas no estamos mirando a nosotros.
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En parte seguimos definiendo a San Francisco desde la carencia, desde lo que no tiene
Esta bueno saber que hay cosas que podes encontrar, y esta bueno saber que hay cosas que por más que las busques no las vas a encontrar. Te va a costar muchísimo encontrar voluntad de cambio, solidaridad. Hay, pero va acostar encontrar. Lo vas a buscar afuera y lo traes o tratas de potenciarlo desde un encuentro. Hay cosas que limitan, obstruyen y condicionan que es la mirada moral de la ciudad, lo que está bien lo que está mal, hay un permanente juicio para definir lo correcto, y el artista tiene que lidiar con eso. Ante eso, hay que cerrar los ojos y mirar adelante.
¿Esa es la receta para qué lo negativo, lo moral te deje inerte, sin hacer nada?
Claro, no vamos a hacer una revolución , pero no voy a aceptar de que todo este condicionado. Quiero tener la libertad de seguir encontrando sentidos a mi vida. Acá hay mucho mandato y no me siento bien con eso. Todos tienen la receta para triunfar, para resolver, para no pasarla mal y eso no te garantiza nada.
¿Cómo te llevas en este momento de tu vida con el ego, con tu ego de artista?
Siempre sentí un complejo de inferioridad hasta que empecé a hacer teatro. Era muy tímido con las mujeres, por ejemplo. Empiezo teatro y encuentro un lugar, de verdad donde puedo empezar a saber que soy, que quiero ser. El artista y el ego.... Sin ego no hay arte, ahora si el arte sirve para satisfacer solo al artista ya no sirve, va a derrapar, si el artista hace lo que hace solo para satisfacer su ego, no sirve.
Seguís siendo un ficanás entonces
En realidad sigo siendo un ficanas, lo que pasa es que no puedo ser otra cosa. Aunque haga un esfuerzo no voy a poder hacer otra cosa. Puedo tener mas o menos cuidados. Tiene que ver con un a cuestión de vitalidad, no con el entretenimiento. Con lo que es vital y no anodino, ese aburrimiento que te lleva a la nada, a la inercia. Yo me considero un tipo vital, el teatro que hago es vital, porque si el teatro no es vital a mi no me llega.