Rosario: familiares y vecinos del niño asesinado atacaron la casa de un presunto narco
Tras el velorio de Máximo Jerez, el niño que fue alcanzado por una bala en la madrugada del domingo, la furia y la impotencia se tradujo en más violencia.
Al concluir el conmovedor velatorio de Máximo Jerez, el niño de 11 años asesinado en Rosario, familiares y vecinos cercanos a la víctima comenzaron a tirarle piedras y botellazos a la casa del "Salteño", presunto narco que estaría involucrado en el crimen.
En una jornada más que intensa en la ciudad santafesina por el aumento de asesinatos relacionados con el narcotráfico, las protestas de los vecinos se encrudecieron con el último adiós al menor.
Minutos después de los primeros incidentes efectivos especiales detuvieron al hombre. Mientras ocurría el traslado hubo más incidentes y heridos con balas de goma.
Antes de la llegada de la policía al lugar de los hechos y de ingresar a la vivienda, uno de los acusados resultó herido en la cabeza por un piedrazo.
Durante los episodios de enojo y violencia hubo corridas ante la posibilidad de que el hombre se escape por los techos. Además, vecinos comenzaron a derribar con martillos y elementos de cemento la casa. Asimismo, iniciaron un incendio dentro de la misma.
La vivienda del presunto involucrado queda a la vuelta de la casa donde recibió el balazo Máximo.
El caso
En la madrugada del domingo en inmediaciones de Cabal y San José, en barrio Los Pumitas, el niño y su prima estaban festejando un cumpleaños y, al salir, un hombre apareció por la zona esgrimiendo un arma de fuego y comenzó a disparar contra un grupo de personas que se encontraban en la vereda.
Los chicos salían de un cumpleaños en una casa de la cuadra y fueron alcanzados por las balas. Como consecuencia del ataque, Máximo fue llevado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), pero los esfuerzos para reanimarlo fueron en vano.
Entre los heridos, se encontraba su prima de 2 años, que permanecía en estado reservado con un balazo en el brazo y otros dos chicos de 13 años estaban internados también, uno con un disparo en el pecho- fue operado- y otro en la boca.
"Estaba terminando el cumpleaños, había sido sencillo, con pizza y jugo. Los chicos estaban en la puerta. Fue una locura", relató un familiar de los menores en declaraciones formuladas a la prensa.
Los efectivos hallaron en el lugar manchas de sangre y vainas servidas de grueso calibre.
Los autores de los disparos que estaban en el lugar escaparon por los pasillos del asentamiento al notar la presencia policial, por lo que se inició una persecución, pero pudieron huir por los techos.
Sin embargo, dejaron en una cama armas con numeración suprimida, ametralladoras y silenciadores. Los policías además incautaron una motocicleta que tenía pedido de captura activo desde el 24 de febrero pasado.
Investiga el caso el fiscal Adrián Spelta, de la Unidad de Homicidios Dolosos en turno.
Fuente: NA.