Resurgió y lo debe aprovechar
San Isidro recibió un par de cachetazos que lo dejaron grogui, pero no lo pudieron noquear. Estuvo al borde, pero se levantó y ahora en este último round debe salir a dar la estocada final.
Van a ser muy pocos los que ahora se van a animar a decir abiertamente que ya veían al equipo eliminado. Serán muchos los que saldrán a explicar que la fe estaba intacta, cuando internamente saben que no es verdad. Si bien la esperanza es lo último que se pierde, son varios los que no se acuerdan donde la dejaron.
Así como después de la victoria en el primer partido todo era optimismo al 100 por ciento, la derrota en el segundo lo bajó al 50 y la nueva caída, ya en el tercero en Chaco, redujo ese optimismo al 25 por ciento, y hasta quizás menos.
Es que Hindú se encargó de reducir cualquier número. El conjunto chaqueño fue dominador del segundo y tercer juego. Lo negativo para "sani" fue qué cuando los de Rivero hicieron bien las cosas, lo llevaron a su peor expresión.
La realidad es que estaba todo dado para que en este momento sea tiempo de balance, más que de anuncios de próximos partidos. Era mucho lo que debía levantar el equipo de Torre para volver a traer la serie al "Severo Robledo".
Y lo hizo. Quizás no de la forma más conveniente, pero sí una muy efectiva. No es tan fácil saber que en un tiempo suplementario un mismo jugador puede hacer 11 puntos seguidos. Pero pasó. Por suerte para el conjunto de calle Corrientes, pasó.
Ganar un partido de visitante y recuperar la ventaja ya se hizo. La de este lunes se vaticina como una gran batalla. Serán dos horas intensas, donde Los Halcones tratarán de hacer valer la localía y, sobre todo, aprovechar el envión anímico que significa levantar una serie que parecía casi perdida.
San Isidro está tan cerca, pero a la vez tan lejos de un gran objetivo, que no se puede dar el lujo de pensar muchos más allá que en 40 minutos, algunos pocos más si hay suplementario.
El deporte está lleno de frases hechas y lugares comunes, que son más utópicos que reales. Y bueno, es el momento de apelar a ellos. Este no es un partido que se gane solo desde adentro de la cancha, el público tiene que jugar su papel. La presión del estadio se tiene que hacer sentir a fondo.
Todo sirve. Dentro de lo aceptado, vale todo. Lo bueno que hizo el "santo" a lo largo de la temporada estuvo a un paso de desmoronarse y no sucedió. Resurgió de un lugar muy difícil y, más allá de que no tiene nada asegurado, será tiempo de hacerse fuerte.
Con un par de cachetadas recibidas, estaba un poco aturdido, pero sacó una mano que conmocionó al rival. Ahora, como el "Roña" Castro en ese memorable combate ante John David Jackson, San Isidro, con los ojos hinchados, debe sacar otra vez la mano salvadora y dejar en la lona a Hindú.