Rescatan hasta cuatro animales silvestres por mes capturados ilegalmente
Ambientalistas se mostraron preocupados por esta situación. Afirman que falta conciencia y educación.
Un pichón de cardenal salvó su vida ayer, aunque fue herido de un piedrazo, gracias a la intervención de la ecologista de nuestra ciudad Ernestina Saravia, quien caminaba por el Paseo Cervantes en horas de la mañana. En ese momento, el ave de cresta roja y plumaje blanco y gris, había sido derribada por uno de tres menores de edad que habían salido de cacería con sus gomeras en la zona de la costanera seca.
Saravia, quien integra la Asociación para el Medioambiente y su Dinámica (Amad), aseguró que una vez curada el ave -si es que la herida no es tan profunda- será reintegrada a su ambiente natural.
Este tipo de situaciones no son aisladas, sino que se repiten constantemente en San Francisco y Frontera, advirtió la ecologista, ya que por mes se rescatan de dos a cuatro ejemplares de animales silvestres que son ilegalmente atrapados para domesticar o vender. Entre las aves se destacan las lechuzas, garzas, gallaretas, cardenales, cabecitas negras, amarillitos. Otros animales son el gato montés, las liebres, comadrejas, iguanas, víboras, arañas, monos.
Para Saravia "hace falta más educación y concientización" en la comunidad, ya que "es ilegal el tener animales silvestres como mascotas o comercializarlos".
"La situación en San Francisco y en todo el país es grave en cuanto a este tema, el ciudadano argentino no tiene conciencia que se están perdiendo todas las especies y que las existentes en la Argentina no están en otros países", señaló, insistiendo en que la solución pasa por la educación y responsabilidad de la gente: "Muchas personas tienen animales que no se permiten tener, y lo tienen solo por el hecho de tener algo de ellos, algo distinto y no son conscientes de lo que esa actitud irresponsable puede causar a la sociedad".
Luego, la ecologista sostuvo que "la gente quiere tener algo raro y lo tiene sin respetar derechos y leyes. Existe una ley y un derecho ambiental para los animales y ambas cosas como ciudadanos no se están respetando", recordó.
Saravia también fue más allá al decir que "muchos chicos salen a entrampar o cazar con las gomeras porque los mismos adultos venden los animales que atrapan. Esto es lamentable porque podríamos disfrutar de todas las aves que tenemos en la ciudad y la zona".
El peligro de las subespecies
Por otro lado, Saravia comentó que días atrás rescató un gato montés que pronto será liberado en una zona protegida y advirtió sobre la generación de subespecies de estos felinos que pueden resultar peligrosos.
"Ya se mezclaron gatos domésticos con el gato salvaje, tenemos casos. Es todo un tema el de las subespecies porque hay que saber para qué se tienen, porque si no hay un control genético puede haber complicaciones", aseguró, agregando que "cuando se mezclan gatos domésticos con los salvajes se corre el riesgo de hacer una mezcla de gatos violentos dentro de lo urbano, que la gente toma como mascotas pero no lo son y pueden convertirse en muy violentos o agresivos".