Rassetto: “Ganar en San Francisco es un sueño que ni siquiera nos animamos a soñar”

Federico Rassetto todavía no termina de asimilar lo que vivió el último fin de semana. Ganar un rally no es algo que ocurra todos los días, pero hacerlo en la propia ciudad, con la familia y los amigos alentando a cada paso, es una experiencia que –según él mismo confiesa– “ni siquiera nos hubiésemos atrevido a soñar”. Junto a su hermano Franco, y al mando de un Volkswagen Gol, se impuso en la categoría RC6 de la 28ª edición del Rally “Ciudad de San Francisco”, con un tiempo de 1h06m35s6.

El regreso no podía ser más soñado: hacía dos años que no se subía a un auto de carrea de estas características. Lo había hecho en un auto de la categoría Maxi Rally, muy diferente a uno de RC6. “Sabíamos que podíamos ir rápido porque teníamos un buen auto, pero no teníamos la continuidad de otras temporadas. Llegar con ritmo en todos los tramos es algo que te lo da la experiencia. Por eso, no nos esperábamos estar adelante”, contó Rassetto a LA VOZ DEPORTIVA.

El plan inicial era claro: completar la carrera y disfrutarla. “Lo principal era terminar. Por cuestiones económicas y laborales corremos muy pocas veces, y hacía mucho que no competíamos. Pero desde el primer tramo vimos que teníamos ritmo. Sin arriesgar demasiado, quedamos segundos en Esmeralda, y en Josefina ganamos y pasamos a liderar. Ahí nos dimos cuenta de que podíamos pelear”, relató.

La batalla fue intensa: segundo a segundo, tramo a tramo, en un duelo apasionante contra Luciano Nardi en la punta. “Fue una carrera peleadísima, pero no cometimos errores graves. Franco (por su hermano) estuvo impecable, nunca se equivocó, siempre llevándome al ritmo justo. Todo se dio perfecto”, destacó.

Más allá del resultado, Rassetto resalta un condimento que le dio un valor extra a esta victoria: el calor del público de San Francisco y la región. “Nunca vi tanta gente en un tramo. Ni en otras fechas del campeonato ni en otros lugares. La gente de San Francisco es increíble. Los que vienen de afuera no lo pueden creer. Sentís como si estuvieras corriendo en un nivel mundial”, dijo, conmovido por el aliento que recibieron en cada sector del recorrido.

El triunfo es también fruto de un trabajo que lleva años, corriendo a bordo de un auto especialmente preparado por ellos. “Hace dos años que armamos el auto con todo detalle, sin saltearnos pasos. Lo hicimos en familia, poniéndole muchísimas ganas. En la carrera parecía que íbamos veinte personas en el auto, porque atrás teníamos tres vehículos con amigos y familiares siguiéndonos y alentando”, explicó.

Para Rassetto, ganar en su ciudad y en esas condiciones es una recompensa que trasciende lo deportivo. “Es algo que nos queda para siempre. Es el fruto del trabajo, del apoyo de mi familia, de mi novia que me acompaña hasta en las noches de taller, de los amigos y de los sponsors. Sin ellos, esto no sería posible”, afirmó.

Por ahora, no hay planes inmediatos de seguir el campeonato. El objetivo es saborear el momento y, quizá, participar en alguna otra competencia cercana, ya sea del Rally Cordobés, regional o santafesino. Incluso, existe la idea de que su padre pueda correr alguna fecha con el mismo auto. “Esto lo hacemos porque nos apasiona. Ganar en San Francisco fue único, y lo vamos a recordar siempre”, cerró el flamante campeón local.