¿Qué nos dicen los dibujos de los chicos?
Con trazos coloridos, débiles o fuertes, de gran tamaño o muy pequeñitos, con tachones o muchos detalles, los dibujos que hacen los niños nos hablan sobre su alma y en ellos se pueden encontrar signos de alarma sobre distintos problemas como baja autoestima, ansiedad, miedos, maltrato o abuso. La grafóloga Magalí Gandullo brinda las pautas para saber interpretarlos.
Isabel
Fernández | LVSJ
Es común en toda casa que una "obra de arte" de los peques de la familia adorne la heladera o el aparador, despertando emoción y ternura en los adultos. El dibujo es la forma más natural que tienen los niños de expresarse y con ellos regalan un pedacito de su alma ya que comunican sentimientos con respecto a ellos y el mundo.
Pero en sus trazos también pueden encontrarse signos de alarma en relación a problemáticas como la baja autoestima, ansiedad, miedos, hasta el maltrato y el abuso infantil. ¿Cómo reconocer esos signos de alerta? ¿Cuándo pedir ayuda?.
"El dibujo grita lo que la boca calla. Entender que el dibujo es más que un simple juego es darle importancia a cada trazo, que lleva con sigo una historia por contar", aseguró en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO la perito grafóloga Magalí Gandullo, directora del Instituto Iseg y presidenta de la Asociación civil de Grafólogos Grapheme quien brindó una capacitación en la vecina localidad de Devoto organizada por Fundesol.
El dibujo en la infancia representa una de las formas más eficientes de fortalecer la comunicación entre el mundo interior y exterior del niño. La perito explicó que en las primeras etapas del garabato "el niño solo realizará una descarga motora sobre papel por lo que no hay representación de realidad. A medida que pasa el tiempo y deja de ser una descarga casi automática, el niño comenzará una etapa viso motora donde sus dibujos comienzan a tomar importancia de representación de su mundo circundante".
"Es aquí donde marcará el comienzo de la expresión, que progresivamente y al cabo de unos años lo llevarán al dibujo y a la palabra escrita -afirmó-. El dibujo irá tomando formas, intenciones y representaciones, fomentará la individualidad y la autoestima, trabajará una personalidad creativa e inventiva, desarrollará habilidades para resolver problemas y ayudará a organizar ideas. En ellos también se descargan las emociones, sentimientos, miedos latentes, etc.".
El que dibuja es el cerebro y no la mano, por eso el grafólogo es capaz de detectar patrones que corresponden a rasgos de carácter, personalidad en desarrollo, emociones y estados alterados. "No se trabaja sobre rasgos aislados sino más bien con rasgos en conjuntos, que unidos nos darán información del analizado en cuestión. Cada trazo es único, es una huella dactilar que nos caracteriza y se deja en ella la proyección de un mundo interior y un inconsciente que quiere proyectarse", dijo.
Cuáles son los trazos que nos indican alerta
"Si bien el análisis de dibujos es muy complejo y se trabaja de manera profunda, cada trazo lleva consigo una historia, hay rasgos que pueden asociarse a estados alterados y nos indican alertas", advirtió Gandullo.
Mencionó que entre otros, se pueden encontrar los rasgos remarcados, cuando lejos de ser una simple línea segura y decidida, vemos que se encuentra repasada varias veces. "Esto es un indicador de ansiedad, inseguridad y poca confianza".
Añadió que otro signo de alarma podría ser el tamaño excesivamente pequeño. "Esta dimensión en grafología significa poca confianza, baja autoestima, miedo y una marcada inseguridad que manifestará un niño que no es capaz de salir al mundo de forma confiada".
La perito remarcó que el excesivo borrado o tachado de los dibujos "nos lleva sobre la misma línea de inseguridad y ansiedad además de angustia e intentos de anulación, siempre es bueno observar a su vez si es un personaje en particular o es a él mismo".
"El uso excesivo de colores como rojos en combinación de negro puede indicarnos estados de irritabilidad, agresión, inestabilidad emocional y enojo. Detrás de cada color utilizado en exceso hay una emoción que pide salir y expresarse", explicó Gandullo.
En cuanto a los detalles que acompañan los producciones, la grafóloga dijo que otra alerta aparece "cuando repetidamente dibuja climas como lluvia, nieve, viento o nubes espesas. Esto nos dará información sobre la percepción de un ambiente tenso, angustiante y peligroso".
"También el dibujar elementos fálicos, personas desnudas o transparencias en zona genital es un gran indicar de alerta y por el que la mayoría consulta. No debemos desesperar sino más indagar sobre la historia que el niño tiene por contar. Posiblemente el niño haya visto situaciones de esta índole, pudo haber estado expuesto a ellas o en el peor de los casos estar frente a un caso de abuso. Es importante pedir la ayuda de un profesional para descartar hipótesis", indicó.
¿Cuándo consultar?
En el caso de encontrar varios indicadores de alarma en los dibujos es necesario acudir a un profesional capacitado para poder poner en manifiesto que sucede con el niño. "Un psicólogo que trabaje con técnicas proyectivas o un grafólogo especializado en grafología infanto-juvenil son las mejores opciones para abrir una puerta que puede resultar la ayuda que silenciosamente el niño pide abrir", aconsejó Gandullo.
La variedad de colores es un signo positivo
Así como podemos encontrar señales de que algo no anda bien en los dibujos infantiles, también se manifiestan los signos más positivos, que aparecen cuando el niño utiliza varios colores. "Esto será indicador de alegría, vitalidad, curiosidad. Los dibujos de tamaños equilibrados utilizando mucho papel nos dará indicios de un niño que sabe ocupar su lugar, vital, alegre y extrovertido", afirmó la grafóloga.
Añadió que cuando las líneas se vuelven seguras, sin interrupciones, repasados o cortes "estamos frente a un niño que ha logrado encontrar la seguridad que necesita para la salida al mundo. Realizar varios detalles en sus producciones pero sin excesos, nos indicará que percibe un entorno seguro, de confianza y equilibrado".
La escuela, un lugar de contención y detección
Los maestros son quienes mayormente advierten de los signos gráficos más negativos en los dibujos ya que es habitual la utilización de esta dinámica en el colegio. Gandullo remarcó al respecto que es "importante que el personal de educación tenga las herramientas de detección de conflictos para comprender al niño desde su realidad, sus vivencias, su forma de percibir el mundo y los posibles problemas que atraviese sin poder expresarse de manera verbal".
"La escuela resulta, en muchos de los casos, el lugar de contención que no les brinda su propia familia. Involucrarse es la clave -remarcó la grafóloga-, no dejar pasar situaciones que podrían estar dañando la integridad de los niños".
¿Qué se tiene en
cuenta al analizar los dibujos?
El análisis de todo dibujo consta de cinco rasgos formales que el grafólogo evalúa según la edad del niño y su etapa de evolución. Estos son: la zona gráfica donde dibuja (zona izquierda del papel, derecha, zona media, superior del papel o inferior), la presión del trazado, la forma de las líneas, las variedades (repasados, trasparencias, borrados frecuentes, etc.) y la forma que adoptan los trazos (más angulosos o rectos o más curvos). En cuanto al análisis de los rasgos específicos puede analizar detalles de la figura humana (autopercepción), el árbol (evolución psicológica y sexual), la casa (el mundo interno y las relaciones intrafamiliares), la familia (dinámica familiar), la simbología de los colores y los detalles accesorios.