¿Qué es una Tecnoteca?, el modelo de Villa María

La construcción de la Tecnoteca en San Francisco generó un sinfín de polémicas. Pero, ¿qué es una Tecnoteca? ¿Cuál es su función y alcance? Desde Villa María explican de qué se trata un espacio de este tipo y por qué resultó vital para la cultura de aquella ciudad.
Por Manuel Ruiz
En el predio del subnivel del ferrocarril de la ciudad de Villa María, a escasas cuadras del centro de la ciudad, se ubica el Parque de la Vida, que bien podría llamarse el Parque de la Cultura o algo similar. Allí, el visitante encuentra tres edificios que resultan ya paradigmáticos para la cotidianeidad villamariense: la Mediateca, el Centro Cultural Leonardo Favio y la Tecnoteca, tres espacios que le dieron vida a viejos galpones ferroviarios en desuso real para la mayoría de la población.
Por estos lados, la construcción de la Tecnoteca en San Francisco generó un repudio notorio en el inicio del año por gran parte de la ciudad. El lugar donde se erigirá, la Plaza Cívica, y la necesidad de mover árboles añejos dejaron automáticamente fuera de discusión de qué se trata una Tecnoteca, cuál es su función, qué puede ofrecer, qué alcance sobre la sociedad puede tener y cómo la sociedad de nuestra ciudad se puede apropiar de ese espacio y convertirlo dinámicamente según exigencias e intereses.
El modelo Villa María
Rafael Sachetto, secretario de Gobierno y Vinculación Comunitaria de la municipalidad de Villa María, de quien depende la Subsecretaria de Cultura, en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO explicó de qué se trata la primera y única Tecnoteca que tiene el país y que se encuentra bajo su supervisión general.
"La Tecnoteca fue inaugurada en 2011 y surge como la necesidad de un espacio que reúna varios componentes orientados a generar que la curiosidad de niños de temprana edad y adolescentes, centralmente, puedan tener un espacio donde reproducirse y fortalecerse, además de despertar una vocación hacia el orden de la ciencia, la tecnología, la comunicación y el arte. Esos cuatro elementos están vinculados en los distintos espacios que hay en la Tecnoteca, asociados a la música, la producción audiovisual, a la robótica pero también con una vinculación muy fuerte a las necesidades humanas", destacó el funcionario, asegurando que "mucho antes de que alguien en Buenos Aires hablara de las manos robóticas, Tecnoteca ya había producido manos robóticas realizadas con la impresora 3D, es decir, que lo que sucede aquí tiene una fuerte vinculación con el ámbito de la vida", señaló Sachetto.
Rafael Sachetto (Foto: El Diario del Centro del pais)
Puertas adentro, más allá del subnivel
"Un aspecto central, de los más atractivos que tiene Tecnoteca es la sala de robótica porque tiene un impacto muy fuerte con los vecinos de Villa María. Tecnoteca sale en jornada extendida a los diferentes colegios de la ciudad donde pretendemos popularizar el acceso a la ciencia y la tecnología con un resultado muy positivo porque abre mundos. Si tuvieras que definir lo que hace, abre mundo a la ciencia, al arte, a la comunicación y despierta un incentivo que genera un impacto muy positivo en la gente a la que le llegan esos estímulos dentro y fuera", definió Sachetto, ampliando que este espacio que era un galpón derruido "se reconstituyó y resignificó en absoluto beneficio de los vecinos de la ciudad". Lo mismo pasó con Medioteca y el Centro Cultural.
-¿Cuánta gente pasa por el espacio durante el año?
-Entre 30 y 40 mil personas, y no solo gente de la ciudad. Vienen de muchas escuelas de la provincia donde se le hacen talleres para que no sea solo un recorrido más por un lugar público. Se les da un primer pantallazo de robótica, la radio, el canal. Ese recorrido implica también Mediateca y Centro Cultural, en realidad los tres son un espacio de conocimiento vinculado a la cultura y al arte.
-Una de las claves de Tecnoteca es esa vinculación con la comunidad que se logra dentro del lugar, pero sobre todo cuando esta sale. Pero, ¿cuán importantes es el presupuesto que le da la municipalidad a Tecnoteca para que pueda llevar adelante sus estrategias?
-Tiene un presupuesto importante asignado porque es una decisión política. El intendente Martin Gil ha definido para su gestión dos ejes troncales: educación y cultura. Pero tanto educación como cultura no se llevan adelante sin un presupuesto, y por eso sacando la obra pública, educación como cultura son dos de los rubros con mayor partida asignada que constituyen el presupuesto general de Villa María, que este año es de 1600 millones de pesos. Todo esto es de acceso libre y gratuito. El objetivo es la accesibilidad, yo empecé hablando de popularizar la ciencia, el arte pero para que eso suceda tienen que garantizarse una serie de cosas: decisión política a través de la asignación de recursos, la gratuidad y no quedarnos aquí dentro. Pero no solo es ir a las escuelas, durante el verano Tecnoteca estuvo en las escuelas verano, durante el Festival en el recorrido peñero también. Todo eso surge de un concepto de la gestión que es más pensado puertas hacia fuera de las estructuras. Para generar la accesibilidad y que tenga sentido la gratuidad. Para que no haya excusas para no acceder, que se pueda llegar a estos bienes culturales que se ofrecen. No tenemos la visión de acceso a un servicio, nosotros ofrecemos bienes culturales y eso cambia la perspectiva.
La impresora 3D, que funciona en la Tecnoteca. Se imprimen todo tipo de elementos incluso prótesis. Es de uso gratutito.
-¿Cómo fue en 2011 cuando abrió Tecnoteca? ¿Los villamarienses entendían de qué se trataba?
-Fue una revolución. Probablemente la gente lo entendió cuando entró acá. Siempre se dijo a qué iba a estar dedicado: a la ciencia, la tecnología, el arte y la comunicación. Eso siempre estuvo claro. Esos ejes de trabajo se fueron cristalizando a través de las distintas herramientas que se pusieron a disposición porque han generado un altísimo impacto, y fue muy rápida la apropiación que hizo la comunidad del espacio y eso se nota además en cómo trascendió Villa María.
-En simbiosis con la construcción de la Tecnoteca, en San Francisco se espera que se inaugure un Centro Cultural de dimensiones históricas pero que aún no tiene sus objetivos y alcances muy claros. Esas dos obras siguen siendo muy cuestionadas por la sociedad de San Francisco. ¿Por qué para Villa María es troncal la educación y la cultura?
-Es clave porque tenemos una clara visión que es allí donde reside el crecimiento de la comunidad. Las ciudades se enriquecen en términos comunitarios a partir de cultura como concepto que engloba a la educación y el arte. No hay otra. La transmisión de valores, como solidaridad, respeto, contracción al trabajo surgen de los procesos de educación. Todo esto sucede porque se ha dado especial atención a los procesos de construcción comunitaria. Son procesos de aprendizaje, no porque hayan surgido aleatoriamente sino que lo hemos buscado, diseñado. La educación y el arte tienen fundamental importancia porque radica ahí que la comunidad crezca y se transforme en una ciudad que contenga a todos, donde la exclusión queda fuera de los paradigmas de gestión. La posibilidad de generar inclusión y contención a través de estrategias están incorporados en los procesos de aprendizaje. La promoción humana depende de la educación y la cultura.

El Canal de los Niños, o Tecnoteca TV. Es el "polo" audivisual del espacio. Sus producciones nutren a los tres canales de Villa María.
Matriz cultural
La Tecnoteca de Villa María cuenta ya con siete años de vida. Durante el ciclo lectivo abre de 7 a 21. Emplea a 20 personas, profesionales de la comunicación, el diseño, la pedagogía. Cuenta con una radio (Radio Tecnoteca, 88.1 del dial en Villa María) que fue apropiada por escuelas, instituciones y vecinos que encontraron allí un canal para hacer escuchar su voz. El año pasado abrió un taller de Astronomía y de Construcción de drones.
Además cuenta con Tecnoteca TV, que genera contenido para los tres canales privados de la ciudad. Una impresora 3D que además de hacer, literalmente manos, para gente que las necesita como prótesis, es un recurso para los diseñadores industriales y estudiantes de dicha carrera para poder crear y construir sus trabajos y proyectos académicos.
Tiene computadoras también, pero no es un cyber. Y no es un cyber porque tiene un presupuesto acorde, gente idónea al mando de las diferentes áreas; porque se vincula constantemente con su afuera más cercano y es un generador constante de estímulos, de esos que aun hoy la tradición cultural de San Francisco considera obsoletos e inútiles.
Quizás ahí resida la discusión sobre la Tecnoteca que se abrirá en San Francisco. Qué se va a hacer ahí, con cuánto presupuesto va contar, quien va a estar a cargo, cuánto va a hacer ese espacio para no ser solamente un edificio bonito en la explanada del Centro Cívico y cuánta decisión política habrá para cambiar la matriz cultural de San Francisco, a pesar de que no pueda ser redituable electoralmente.