Pruebas Aprender en Córdoba: los chicos mejoraron en Lengua pero siguen flojos en Matemática
Los resultados de las evaluaciones de 2019 de cada provincia fueron difundidos este miércoles por la Nación.
Este miércoles, el ministerio de Educación de la Nación dio a conocer a las provincias argentinas y la ciudad de Buenos Aires el informe jurisdiccional sobre las pruebas Aprender 2019.
En Córdoba, participó el 99,6% del total de escuelas evaluadas y el 89,2% de los y las estudiantes (en comparación con el promedio nacional, que ascendió a 95,6% y 79,5%, respectivamente).
Según los datos dados a conocer por el área de Educación de la Provincia, en Córdoba los resultados más desfavorables se observaron en Matemáticas.
En esa materia, el 39,3% de los y las estudiantes tuvieron niveles de desempeño entre Avanzado (3,9%) y Satisfactorio (35,4%). En tanto, un 28,5% se ubicó en el nivel Básico pero el 32,2% está por debajo del Nivel básico.
Un dato a destacar es que respecto de los resultados de la anterior Evaluación Aprender en 2017, la situación de la provincia empeoró en esta materia ya que allí esa cifra por debajo de lo básico era del 30%.
A nivel nacional, el porcentaje de los chicos que están por debajo de este nivel es casi del 43% en esta medición de 2019, peor aún que en 2017 ya que el registro era del 41%
Mejor en Lengua
En Lengua, el 70,9% de los y las estudiantes cordobeses tuvieron niveles de desempeño entre Avanzado (21,3%) y Satisfactorio (49,6%). Un 16,6% se ubicó en el nivel Básico y un 12,5% Por debajo del básico.
Las cifras son mucho mejores tanto a nivel nacional como provincial en esta materia respecto de los resultados anteriores de 2017.
El informe presentado, además, mide el índice de nivel socioeducativo del estudiante, construido a partir del nivel educativo de la madre y del padre, la tenencia de equipamiento y la posesión de libros en el hogar.
En este sentido se corrobora una ecuación: a menor nivel socioeducativo, los niveles de desempeño son también menores, y a mayor, los resultados académicos mejoran.
Asimismo, se revela la correlación entre repitencia y niveles de desempeño: aquellos que han repetido -ya sea en la primaria o en la secundaria- tienen peores desempeños que quienes no lo han hecho. Y, de igual manera, quienes obtienen niveles de desempeño Avanzado y Satisfactorio, mayoritariamente no se han quedado de grado o año a lo largo de su trayectoria escolar.
A menos faltas, mejor desempeño
Por otra parte, la condición de asistencia al nivel inicial muestra que quienes antes inician su escolarización tienen mejores resultados que quienes no asistieron al jardín de infantes o solo lo hicieron a la sala de cinco años.
El estudio también arroja que los estudiantes que han tenido menos faltas al año son los que mejores desempeños tienen.
¿Qué se evaluó?
En el área de Lengua, la capacidad general evaluada fue la comprensión lectora que contempla tres capacidades específicas: extraer -que implica la localización, recuperación y el reconocimiento de información local del texto-; interpretar -que conlleva a la inferencia de significados, integración y generalización para una reconstrucción global del sentido del texto- y reflexionar y evaluar (que implica para el estudiante tomar distancia de los textos y poder establecer relaciones y análisis con sus conocimientos previos y experiencia personal).
En Matemática se evaluó la capacidad general de resolución de situaciones problemáticas, que contempla tres capacidades cognitivas específicas: reconocimiento de conceptos -relacionado con la identificación o búsqueda de conceptos, de relaciones, patrones y propiedades matemáticas-; la comunicación en matemática -interpretación de la información que involucra comprender enunciados, cuadros, gráficos; diferenciar datos de incógnitas; interpretar símbolos, consignas, informaciones; conocer el vocabulario de la matemática; traducir de un registro de representación a otro o dentro del mismo registro- y la resolución de situaciones en contexto intra y/o extra matemáticas (la posibilidad de resolver problemas, tanto en contextos que son inherentes a la matemática y que para su resolución solo requieren de conceptos y propiedades de la disciplina como también en contextos familiares o cotidianos, vinculados con situaciones de su vida diaria.