Medio ambiente
Primer Biocorredor en San Justo: estrategia para la restauración ecológica y la adaptación climática

El Ministerio de Ambiente presentó en Arroyito una iniciativa pionera que conecta áreas verdes entre localidades, reforesta con especies nativas y promueve la sostenibilidad productiva en el corazón de Córdoba.
El pasado lunes se concretó en la ciudad de Arroyito el lanzamiento oficial del Primer Biocorredor del Departamento San Justo, una obra ambiental estratégica que busca restaurar la conectividad ecológica entre ambientes fragmentados, mejorar la resiliencia frente al cambio climático y sumar beneficios tanto para la biodiversidad como para la producción agropecuaria.
El acto inaugural fue encabezado por la ministra de Ambiente y Economía Circular de Córdoba, Victoria Flores, junto al subsecretario de Biodiversidad, Miguel Magnasco, y contó con la presencia de intendentes de distintas localidades de la región.
El proyecto se articula en torno a la creación del Biocorredor Xanaes–Plujunta, una franja verde que conecta dos grandes pulmones naturales: la costanera de Arroyito, con 42 hectáreas de vegetación nativa bien conservada, y el pulmón verde de El Tío, con 26 hectáreas de monte autóctono. La conexión entre ambos se logrará mediante reforestación en márgenes del río Xanaes, campos productivos y áreas rurales degradadas.
“Un biocorredor es una ruta de infraestructura verde que conecta biodiversidad. En este caso, recuperamos paisajes que han perdido su cobertura vegetal original para restaurar su funcionalidad ecológica”, explicó el subsecretario Miguel Magnasco, uno de los impulsores del proyecto.
El corredor incluye tres acciones principales: la conservación de áreas verdes existentes, la reforestación con especies nativas como algarrobo, tusca y sen del campo, y el control de especies exóticas invasoras, como la mora o el paraíso, que no aportan alimento a la fauna nativa y afectan los cursos de agua.
Magnasco subrayó que esta política ambiental se desarrolla con una mirada amplia e integradora: “Nosotros no tenemos una visión de latigar al hombre por sus actividades. Sabemos que somos parte de la naturaleza. Lo que planteamos es restaurar inteligentemente, buscando el equilibrio entre producción y conservación”.
Uno de los focos centrales del proyecto es involucrar a productores agropecuarios, a través de acuerdos para reforestar áreas improductivas de sus campos, como bajos salinos o zonas inundables.
“Les pedimos las partes del campo que no rinden. Ahí, las plantas nativas crecen, mejoran la calidad del suelo, traen polinizadores y aumentan la productividad del entorno. Es un ganar-ganar”, detalló el funcionario provincial.
El biocorredor también se encuadra dentro del Programa Pulmones Verdes, que identifica, protege y conecta pequeñas reservas de biodiversidad urbana, con la meta de integrarlas en redes ecológicas funcionales.
La iniciativa contempla además la implementación de indicadores concretos para medir su impacto. Se desarrollarán líneas de base de fauna silvestre mediante estudios científicos realizados por universidades como la Nacional de Córdoba (UNC), de Río Cuarto (Unrc) y de Villa María (Unvm), y se realizarán análisis de calidad de suelos y aire con la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba.
“Vamos a medir cada dos años el efecto del corredor en la biodiversidad y el ambiente. Esto no es una intervención aislada; es un proceso que requiere constancia, seguimiento y compromiso interinstitucional”, sostuvo Magnasco.
Aunque esta es solo la etapa inicial, el corredor ya proyecta su expansión hacia otras localidades del departamento, como Marull y La Francia, y eventualmente a zonas como Balnearia, Brinkmann y San Francisco, integrando toda la región en una red de paisajes restaurados.
“Una especie no entiende de límites departamentales. Nuestro objetivo es conectar todo lo posible, con lógica ecológica, territorial y social”, concluyó el subsecretario.

¿Qué es un biocorredor?
Un biocorredor es una franja de territorio natural o restaurado que facilita el movimiento de especies silvestres entre hábitats aislados. Su función es permitir la movilidad de la fauna, preservar el flujo genético, favorecer la polinización y reforzar la resiliencia de los ecosistemas frente a amenazas como la urbanización, el uso intensivo del suelo y el cambio climático.
El biocorredor Xanaes–Plujunta se diseñó en base a tres ejes estratégicos:
- Conservación de áreas verdes urbanas con vegetación nativa bien preservada.
- Reforestación con especies autóctonas en márgenes de ríos, rutas y campos improductivos.
- Control de especies exóticas invasoras, que afectan negativamente los ecosistemas nativos.