Prevención de ciberdelitos
La imaginación de los delincuentes va más allá y cada día asoman nuevas prácticas ilegales. Por ello, la capacitación y la difusión de la información pertinente son acciones imprescindibles para evitar caer en las trampas.
Se publicó en estas páginas recientemente que el Centro Empresarial y de Servicios de San Francisco llevó adelante una jornada informativa junto al departamento de Delitos Informáticos de la policía de la provincia. El objeto del encuentro fue analizar la problemática derivada del crecimiento de los ciberdelitos en nuestra ciudad.
Se trata de un fenómeno de este tiempo dominado por la irrupción intempestiva e irrefrenable de la tecnología en todos los ámbitos de la vida. La ciberdelincuencia ha ido extendiendo sus tentáculos gracias a la organización de verdaderas mafias de especialistas informáticos que prestan sus servicios para fines ilícitos. Utilizan para ello las estupendas herramientas que brinda la revolución tecnológica, constatándose una vez más que los dispositivos digitales tienen un valor moral neutro. No son ni buenos ni malos en esencia. Son herramientas utilizadas por el hombre. Y del objetivo de ese uso derivará la concepción de si son para beneficio o perjuicio de los seres humanos.
De acuerdo a lo que la central gremial empresaria sanfrancisqueña ha detectado, vienen creciendo de manera continua las estafas por internet, vía telefónica o por correo electrónico. Y han aparecido modalidades delictivas como el phishing. Es decir, el robo del usuario y la contraseña de las cuentas bancarias o de las tarjetas de crédito para hacer compras dolosas, sacar créditos o directamente robar el dinero. En los ámbitos empresariales se conoce que información valiosa ha sido destruida por hackers o bien fue robada y vendida a la competencia. También se "secuestra" la información para que su propietario deba rescatarla tras pagar un cuantioso monto. Acciones como éstas solo aparecían en algunas películas tiempo atrás.
Asimismo, la imaginación de los delincuentes va más allá y cada día asoman nuevas prácticas ilegales que terminan perjudicando seriamente a personas y empresas. Por ello, la capacitación y la difusión de la información pertinente son acciones imprescindibles para evitar caer en las trampas que tienden las organizaciones que funcionan al margen de la ley. Es que, además, el avance tecnológico es continuo. A cada momento aparecen innovaciones dirigidas a mejorar la vida de la gente, pero que son de inmediato "cooptadas" por los ciberdelincuentes.
Desde el CES se ha afirmado que "nadie por más inteligente que se crea está exento de caer en este tipo de delito, si nos encuentran desprevenidos entramos en el juego y perdemos". El daño que el ciberdelito provoca puede ser mayúsculo. Ante ello, bienvenidas sean estas instancias de capacitación para comerciantes y empresarios. También deberían existir planes de difusión masiva dirigidos al grueso de la población, con contenidos similares. Porque los delitos informáticos son un grave problema ya. Y cualquier acción que se haga para evitarlos es bienvenida.