Prevención ante la presencia de enjambres de abejas
El hecho ocurrido en nuestras serranías bien puede repetirse en nuestra región y en otras poblaciones del país. La proliferación de enjambres de avispas y abejas está, a veces, fuera de control.
Un hombre murió hace pocos días tras ser picado por un enjambre de abejas en la localidad de Los Reartes, en el valle de Calamuchita. La víctima, de 76 años, era de la provincia de Buenos Aires, según indicaron distintos medios periodísticos de esa zona serrana. Agregaron que estaba junto con su mujer cuando ingresaron al sector en el que los sorprendió la presencia de los insectos. El hombre se descompensó a pocos metros del lugar y los servicios de emergencia que llegaron para brindar asistencia constataron que estaba sin vida. En tanto, la mujer fue trasladada al Hospital "Eva Perón" de Santa Rosa de Calamuchita.
El hecho ocurrido en nuestras serranías bien puede repetirse en nuestra región y en otras poblaciones del país. La proliferación de enjambres de avispas y abejas está, a veces, fuera de control. Antecedentes luctuosos se recuerdan con dolor ante la tragedia padecida por algunos convecinos que sufrieron numerosos perjuicios y hasta perdieron la vida cuando fueron atacados por las abejas.
Especialmente en la primavera y el verano, las colonias de abejas se suelen dividir para formar nuevas colmenas. Los especialistas en apicultura señalan que los grupos migrantes, formados por la abeja reina, las obreras y algunos zánganos, forman un enjambre en búsqueda de un nuevo asentamiento. Estos insectos no atacan, salvo que se sientan en peligro o se los moleste. Por ello, no acercarse y evitar circular por zonas desconocidas es la mejor prevención.
De todos modos, deberían intensificarse las medidas de control de poblaciones de avispas o abejas errantes y potencialmente peligrosas. Al mismo tiempo, la población debería estar informada sobre lo que debe hacer si se topa con uno de estos enjambres. Además, es una realidad que no todos están debidamente notificados de los peligros que se corren si se intenta combatir a los insectos con métodos no adecuados.
Como se ha señalado, todos los especialistas coinciden en que las avispas y abejas atacan sólo cuando se sienten amenazadas o son molestadas. Por esta razón, el peligro se incrementa si se procura eliminar los enjambres sin tomar los recaudos necesarios. Mucho menos si la persona que lo intenta hacer tiene antecedentes alérgicos o se halla sin la protección adecuada. Lo mismo si exhibe sudoración excesiva, aliento al alcohol o aroma a perfume, puesto que los olores alteran a estos insectos.
El doloroso episodio ocurrido en Los Reartes reabrió la temática y tendría que obligar a las autoridades a la difusión de las medidas correctas para abordar la presencia de los enjambres. Para ello, la existencia de apicultores con experiencia en nuestra región es vital. Su colaboración sería importante para la comunicación de las simples y sencillas pautas para que las personas evitan este tipo de situaciones.