Faltan médicos especialistas y de guardia y el pronóstico es preocupante

Muchos años de formación; pocos médicos recibidos o residentes y muchos "itinerantes"; mayor interés en especialidades más rentables; fallas en la planificación de políticas, las causas asociadas a esta problemática de la que San Francisco no escapa, aunque advierten que "las realidades regionales son diferentes".
La salud en San Francisco, como en toda la región y el país, vive un tiempo de cambio que afecta principalmente a la profesión médica y se traduce en distintas problemáticas, que empiezan a notarse en toda su dimensión.
El principal síntoma se manifiesta en la dificultad de captar recurso humano para la cobertura de ciertos servicios fundamentales como clínica médica, medicina general, emergentología, guardias, entre otros.
Cada vez hay menos médicos. Y eso es un grave problema hacia el futuro.
Desde cámaras y entidades médicas alertan que si esto no se revierte a tiempo, no habrá personal suficiente para atender a los pacientes. "Es gravísimo. Nos estamos quedando sin médicos",
También advierten sobre el fin de los "hospitales escuela" y que no se llegan a cubrir las vacantes ofrecidas para residencias.
Consultados por LA VOZ DE SAN JUSTO, Mario Vignolo, vocal titular del Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba; Daniel Martelli, director del Sanatorio San Justo, presidente de la Federación Médica de Córdoba y secretario de la Confederación Médica de la República Argentina; Diego Lahournere, director médico de Ucemed, integrante de la comisión directiva del Centro Médico San Francisco y presidente de la Cámara de Servicios de Emergencias del Interior; y Daniel Puricelli, director de la Clínica Regional del Este y vicepresidente de la Asociación de Clínicas de la Provincia de Córdoba, trazaron un vínculo directo entre el carácter crítico de las especialidades y las expectativas salariales de los profesionales.
"Hace 30 o 40 años, un médico compraba campos. No es la meta, pero explico esto para graficar cómo incide el factor económico. El profesional médico tenía un buen poder adquisitivo", dijo Vignolo.
"Cambió la relación costo/beneficio y los profesionales hoy eligen qué trabajo hacer. Al haber tanta demanda, eligen dónde trabajar", aportó Lahournere.
Y al factor económico agregaron la circulación permanente de médicos por distintas ciudades para prestar servicio, con su lógico desgaste. La realidad obliga a los centros de salud a estar permanentemente buscando profesionales por toda la zona e incluso ciudades más alejadas, para poder responder y asegurar los servicios como guardias.
Los entrevistados consideran que aliviar la carga académica sería parte de la solución. Coinciden en que uno de los problemas es que para llegar a ser médico de planta una persona tiene que estar 11 años formándose. También preocupa la caída en la cantidad de estudiantes y además son muy pocos los que terminan la carrera.
"Hace aproximadamente 30 años egresaban más de 1000 médicos -y hasta 1.500 - entre todas las universidades de Córdoba. En 2023, se graduaron 400 -graficó Puricelli-. Hay que acortar la carrera y adaptarla a la realidad moderna".
¿Qué ha llevado a muchos profesionales a inclinarse por especialidades más redituables, con menos horas de entrega? ¿Crisis vocacional o políticas erradas?: lo explican los protagonistas.
Un problema estructural
Vignolo habló de "un déficit estructural de médicos de familia" que arrastra la sanidad argentina. Se trata de una especialidad del ámbito clínico ambulatorio que se ocupa de la atención integral del paciente y su familia; que se diferencia del médico clínico.
"Esto es algo que se veía venir. Hace aproximadamente 30 años egresaban más de 1000 médicos -y hasta 1.500 algunos años- entre todas las universidades de Córdoba. En 2023 se graduaron 400. Ese es el problema estructural. Sumado a ello, un estudiante que elija medicina debe enfrentarse a un año de preparación para el ingreso, 6 años de carrera y 3 o 4 de especialidad. O sea, tiene que prepararse durante 11 años para ejercer y eso no es atractivo. Mientras tanto, en todo este tiempo, cambió la medicina, la forma de atender, la tecnología, pero no cambió el programa de la carrera", indicó Puricelli.
"Es gravísimo. Nos estamos quedando sin médicos. El problema se ve en todas las áreas -sentenció Martelli-. La falta de médicos es una dificultad que ya nos está pegando y en un contexto del que ya se viene hablando hace mucho tiempo: la debacle del sistema de salud. Sin embargo, no se toman medidas"
Lahournere analizó el escenario de la atención primaria: "los servicios de emergencias son el primer eslabón de la cadena de salud y hoy están cumpliendo -además de la emergencia- lo que antes era el rol del médico de cabecera, la consulta".
"En nuestro caso, tenemos un gran déficit en la capacitación y en conseguir médicos para hacer guardias. En el interior provincial y ya en Córdoba Capital, conseguir personal capacitado, con formación y médicos de guardia es un problema gravísimo", apuntó.
"Mal distribuidos"
"Si nos guiamos por los parámetros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que fija 4 médicos cada mil habitantes, hasta hace 5 años en la provincia de Córdoba la ecuación era 5/1000. Hay médicos pero mal distribuidos. En la Capital hay 9 médicos cada mil ciudadanos y en el norte de Córdoba, uno cada mil, o si lo hay. Entonces, no hay una planificación, los entes formativos no tienen claro al tipo de médico al que apuntan, no solamente en cuanto a la cantidad, sino a la especialidad y dónde va a trabajar", manifestó.
"Esto no es casual. Nuestro sistema tiende a la concentración de recursos. No es lo mismo una clínica en San Francisco que una en Córdoba. Otra de las conclusiones es que en localidades con menos de 1000 habitantes es inviable que exista un establecimiento con internado. Y en localidades por debajo de los 5.000 habitantes, es inviable que haya un médico residente", siguió Martelli.
"Hace 20 años había 424 clínicas privadas en la provincia, cuando hoy no llegan a 100. Había 9 hospitales públicos y hoy son más de 40. ¿Mejoraron los estándares de accesibilidad de la población a la salud?: no", planteó.
"En el departamento San Justo quedan muy pocas clínicas en pie en los pueblos del interior, lo que recarga de pacientes a los establecimientos de San Francisco que tiene el número de camas para internación adecuado para la ciudad y un poco más", añadió Puricelli.
"Las problemáticas son compartidas pero las realidades regionales son diferentes".
"Los servicios de emergencias del interior de Córdoba padecerán al igual que lo están sufriendo las clínicas l déficit de profesionales de guardia para atender las urgencia y el problema se irá acrecentando", estimó Lahournere.
Puricelli, Lahournere y Martelli analizaron un problema complejo con varias aristas.
Crisis de residentes
La concentración de los profesionales de la salud tiene mucho que ver con el lugar donde se formaron. El pilar que sostiene gran parte del sistema son los residentes. El tema es que cada vez hay menos.
"En los últimos años se viene observando que muchos residentes renuncian a las residencias", señaló Puricelli y explicó algunas de las causas detrás de esta "tendencia en aumento".
"Hay poco interés en las residencias clínicas. Hay una nueva generación de médicos jóvenes que no está dispuesto a trabajar muchas horas por poca plata".
Hay más vacantes que inscriptos para hacer la residencia.
"La salud no es un ente aislado en un contexto donde la sociedad cambió, el paciente es distinto, demanda un servicio de salud diferente al de hace unos años, quiere que le solucionen su problema rápido, y para ello hacen falta médicos más capacitados", acotó.
"Antes nos 'matábamos' por una residencia. Por cada cargo había 10 o 15 postulantes, mientras actualmente sobran vacantes. Aumentó la cantidad de médicos que opta por no hacer la residencia. Hay que replantearse el sistema de residencias, que la capacitación de posgrado sea más atractiva, porque evidentemente, el sistema que tenemos no está funcionando", manifestó Martelli.
Y Lahournere completó que "en el interior no existen centros formadores. Antes muchos residentes que llegaban desde otros lugares terminaban quedándose en el lugar donde cursaban su residencia, pero ahora eso no pasa y todo se centraliza en Córdoba".
"Siempre les digo a los más jóvenes que no confundan la medicina con el sistema de salud. La profesión es hermosa, pero el sistema no nos contiene", retomó Martelli.
La profesión médica, hacia la feminización
Es otro de los factores que influyen en la elección de la especialidad, según Vignolo. "Hubo un cambio progresivo. Se ha invertido la ecuación: mientras antes de cada 60 personas que se formaban, 40 eran mujeres, hoy la estadística indica que de 80, 60 son mujeres, que en su mayoría eligen espacialidades que no requieran hacer guardias como dermatología, traumatología, oftalmología, que les permitan compatibilizar la vida personal y familiar con la profesional, porque por más cambios de paradigmas que haya, la madre sigue siendo la madre; y la mujer sigue siendo mujer. Si bien existen excelentes cirujanas, traumatólogas, etc., hay una disminución en la elección de ciertas especialidades".
En los pueblos buscan quien los cure
Les ofrecen casa, comida y hasta sueldos más altos, no obstante, "es cada vez más difícil encontrar médicos que quieran ir a trabajar a lugares chicos", advirtió Vignolo.
"En muchos pueblos y ciudades más pequeñas cercanas a San Francisco están cerrando clínicas porque tienen las mismas exigencias que los centros de las ciudades más grandes. Desde los organismos de fiscalización debería surgir una complacencia -no una complicidad- para que en lugares más pequeños donde médicos han dejado su vida, se puedan receptar patologías a veces banales que requieren pocos días de internación. Si no están autorizados, tienen que derivar, entonces se ocupan camas que faltan en otros niveles".
"De no revertirse esta situación, no quedarán médicos en ningún pueblo. En la zona de Calamuchita ya no hay clínicas, solo hospitales. Los hospitales y las clínicas tienen que convivir; todos tienen derecho a trabajar".
"La profesión es hermosa, pero el sistema no nos contiene".
"Debería haber más incentivos. El pago no llega a compensar el desarraigo. Desde el Consejo Médico hemos avanzado muchísimo en cuanto a capacitación a distancia o semipresencial para estos profesionales, para que el sistema no sea tan arbitrario, donde los médicos de las grandes ciudades pueden formarse a diario mientras que en el interior no tienen el mismo acceso", afirmó el exdirector del Hospital Iturraspe.
"La decisión de instalarse en un pueblo va atada a un proyecto de vida: necesitas trabajar, vivir de tu trabajo, capacitarte, tener tu tiempo libre y esas condiciones hoy no están dadas, menos aún como único médico - opinó Martelli-. Y encima, el salario no es atractivo".
"Hablamos de dificultades en la formación, de una carrera larguísima que cada vez menos jóvenes eligen y una alternativa de trabajo poco atractiva, entonces todo hace a un combo que pinta un panorama para nada favorable", pronosticó.
Vignolo aseguró que "esto es un problema global, no solo de la Argentina. En países como España, si vas a trabajar al interior, tal vez ganes 4 o 5 mil euros y te revalidan el título automáticamente, no así tan rápido si tenés título de especialista. En Portugal mueren más médicos de los que nacen. Hay una necesidad de médicos en todo el mundo".
¿"Fuga" de médicos?
Vignolo contó que "hay médicos mendocinos que se cruzan a Chile a hacer guardias (por la conveniencia de la moneda)" y si bien se resiste a hablar de "éxodo" de médicos que migran a Europa u otros continentes, cree que nuestro país está en "un cuello de botella" en el que más profesionales analizarán irse a otro lado. "El médico argentino es muy valorado afuera, sobre todo, para guardias. Entonces, tenemos que seducirlos para que se queden, porque en el corto plazo, nos quedaremos sin médicos".
"Si no se toman decisiones académicas y formativas urgentemente, vamos hacia una crisis que en pocos años será inmanejable, no alcanzarán los médicos", concordó Puricelli.
Sin soluciones firmes
"No hay todavía en ninguna parte del país una sola política tomada para que sea más accesible la carrera de medicina y estar disponible para ejercerla. Viene el tren y estamos parados en medio de la vía", metaforizó Puricelli.
"No se está tomando ninguna medida estructural ni desde los gobiernos, las universidades, ni las propias instituciones formadoras para orientar hacia una salida de esta complicada situación".
Para Martelli, las decisiones que se toman "tienen un tinte más político oportunista que un abordaje integrar del problema sanitario. No hay un proyecto sustentable en el tiempo. Las problemáticas son compartidas pero las realidades regionales son diferentes. La realidad del sistema de salud de cada provincia es potestad de su ministerio, que debe conocerla y actuar en consecuencia".
"Uno de los emblemas que tenía nuestro sistema de salud era la accesibilidad, mientras que hoy una parte de la población no puede acceder, y si accede a la consulta, no puede acceder al medicamento o a los tratamientos. El gasto de bolsillo para salud creció enormemente. Se ven más enfermedades derivadas del abandono de tratamiento, reagudizaciones de patologías crónicas, consultas tardías".
"En cuanto a recurso humano, organización del sistema, aparatología, debe haber una decisión nacional y planificación urgente. Hay una cantidad de problemas que no están siendo abordados por nadie. Y si algo faltaba, la pandemia de coronavirus postergó cualquier debate en este sentido", sostuvo Puricelli.
"Falta una real gobernanza y rectoría que ordene y planifique la salud -pronunció Martelli-. El sector privado de la salud es una de los mayores generadores de empleo registrado en Córdoba, con mano de obra calificada y un alto porcentaje de empleo femenino sostén de hogar, pero está desgranándose. Hay un direccionamiento de la inversión hacia un sector en detrimento de otro. El 60 por ciento de la población se atiende en la parte privada, pero no hay políticas que apoyen al sector privado de la salud".
"La solución tiene que venir desde varios lados: gobiernos, cámaras de medicina, el Consejo, la universidad, centros de formación, todos tenemos que trabajar juntos, sin mezquindades, para encarar los desafíos del sistema de salud -expuso Vignolo-. Hay que apuntar a formar médicos calificados e incentivar carreras como la medicina familiar".