Por fin tendrán nombre
Por fin, luego de tres décadas y media de espera angustiante, más de un centenar de familias argentinas podrán conocer el lugar donde reposan sus seres queridos caídos en Malvinas.
Miembros del Comité Internacional de la Cruz Roja se encuentra en las Islas Malvinas con la intención de recolectar muestras de ADN de los soldados argentinos caídos en batalla. El trabajo de identificación de los cuerpos que aún figuran como NN en el cementerio de Darwin se prolongará por varios meses.
El anuncio de que por fin podrá concretarse esta misión humanitaria tan reclamada por los familiares de los caídos trae alivio y renueva la esperanza en que definitivamente se podrá conocer a cada uno de los soldados allí enterrados, para tranquilidad de sus familias que sabrán a partir de ello el lugar dónde poder rendirles homenaje.
Entre las 230 tumbas del cementerio malvinense de Darwin hay 123 que pertenecen a hombres que aún hoy "solo son conocidos por Dios". Hace 35 años que se aguarda este trabajo. Una demora angustiante, producto de los recelos entre nuestro país y Gran Bretaña primero y de la miopía de algunos gobernantes anteriores que antepusieron cuestiones ideológicas a las estrictamente humanitarias.
La historia es terrible. Porque la guerra es una calamidad siempre. Pero en este caso, luego de la rendición argentina, muchos cadáveres quedaron abandonados en el campo de batalla y algunos fueron enterrados en fosas comunes. Se sabe que el coronel británico Geoffrey Cardozo exhumó todos esos cuerpos y los agrupó en lo que hoy es el cementerio de guerra de la isla. Colocó un nombre en aquellos que pudo identificar y utilizó la fórmula del soldado desconocido para el resto. Precisamente éstos son los que ahora podrán ser reconocidos.
De acuerdo a lo que se publicó en la prensa de todo el mundo, l trabajo en el cementerio de Darwin será lento pero constante. Los forenses exhumarán tres tumbas por día y analizarán los restos en un laboratorio montado en el lugar, dentro de un contenedor. Las primeras pruebas buscarán pruebas de detalles aportados por las familias, como viejas fracturas o particularidades dentales que ayuden a una identificación aproximada pero no definitiva. Luego se extraerán las muestras que serán comparadas en el continente con el banco de datos genéticos aportado por familiares en línea vertical, una prueba fiable casi al 100%. "Los cuerpos serán enterrados nuevamente el mismo día de la exhumación, en ataúdes nuevos", se explicó.
Por fin, luego de tres décadas y media de espera angustiante, más de un centenar de familias argentinas podrán conocer el lugar donde reposan sus seres queridos caídos en Malvinas. Los jóvenes abatidos en la contienda bélica dejarán de ser desconocidos. La noticia es tan significativa como elogiable es la decisión de poner fin a otro de los estigmas que dejó aquel conflicto bélico que tuvo como escenario las irredentas islas del Atlántico Sur.