Permiso para soñar
Sportivo sacó crédito poniendo como aval una personalidad que ya es marca registrada de este plantel. Si logra equiparar su actitud con un nivel futbolístico parejo, tiene vía libre para soñar con el ascenso.
Si uno repasa nombres, estadísticas y resultados encuentra que en lo futbolístico hay una divergencia importante entre aquel Sportivo que logró el ascenso en 2013 y este que la está peleando partido a partido, hazaña tras hazaña. Pero este Sportivo logró volvió a encolumnar a la ciudad detrás de su sueño gracias a otra virtud que en el fútbol también es apreciable y a veces resulta determinante: la actitud.
En esta versión del "verde" la entrega no se negocia. El bajar los brazos nunca es una opción y ello quedó evidenciado en la manera en que superó dos series complicadísimas para meterse en los cuartos de final.
Hoy, el objetico asoma detrás de tres nuevos cruces, a poco más de un mes de distancia. Semanas atrás, mencionar la palabra ascenso sonaba a utopía, pero así como el equipo muestra lo mejor de sí en los últimos minutos de los partidos, también en la recta final de la temporada sacó a relucir su chapa.
Lo dicho: este Sportivo no es como aquel que superaba con contundencia a sus rivales, que le ganaba a San Martín en Tucumán, que colectiva e individualmente lograba un nivel futbolístico que lo ponían indefectiblemente como el candidato natural al ascenso junto a Talleres.
No, este Sportivo si bien en un comienzo ilusionó con buenas actuaciones y con la explosión de David Muller como estandarte, fue mostrándose cada vez más como un equipo luchador. Le costó horrores fuera de casa, pero de local cimentó su fortaleza. Evidenció rápidamente lo acotado de su plantel, pero apareció el aporte de los suplentes en momentos claves.
Aparecieron también jugadores que contagian. Miguel Nievas Escobar es en ese sentido el referente espiritual del equipo. Basta con verlo correr hasta pasado el minuto 90 para entender de qué está hecho ese jugador con tantos ascensos arriba.
Nicolás Capellino es otro referente ineludible en esto de no aflojar. Hace caso omiso de las patadas y con la terquedad de un gringo de Humberto Primo las pelea a todas por más que de diez solo una le salga bien. El gol del domingo fue premio a ese constante buscar.
Catube y Gaviglio demostraron estar a la altura de las exigencias y aportaron goles importantes. Ambos con el espíritu de lucha heredado de Juan Manuel Aróstegui, que espera que la lesión le permita estar en la próxima definición para escribir un nuevo capítulo en su gloriosa historia con la institución "verde".
Y si desde adentro los jugadores ven que el técnico no se guarda nada, que se la juega entero por buscar la recompensa afrontando el más alto riesgo, el resultado termina siendo la imagen de la conferencia de prensa del domingo en la que se mostraron todos juntos entre festejos y emociones.
Se vienen los rivales más difíciles, es cierto. Pero de los 8 equipos que hoy pelean por el ascenso Sportivo es sin dudas el que viene más envalentonado. Los 4 goles en 15 minutos ante Atlético Paraná, el gol agónico de Capellino y la tanda de penales... fueron pruebas de carácter, y también -por qué no- señales de que la suerte está del lado de barrio Alberione.
Si logra sumarle a estos factores un salto futbolístico, Sportivo es sin dudas candidato a pelear por un lugar en la B Nacional, algo para lo que tiene cada vez más permiso para soñar.