Perjuicios del cigarrillo electrónico
Una segunda muerte como consecuencia de la explosión de un cigarrillo electrónico conmocionó al mundo
De nuestra redacción
La noticia dio cuenta de que un joven de 24 años murió en la ciudad de Keller, Texas (EE.UU), luego de que le estallara un cigarrillo electrónico en el rostro cuando lo estaba probando tras haberlo comprado hacía minutos en un local. De acuerdo a la información,publicada en el diario local Star Telegram, William Brown, de 24 años, murió el 29 de enero, dos días después de que le explotó el dispositivo en la cara. La Oficina Forense del condado Tarrant confirmó en la autopsia que la causa de la muerte fue porque esquirlas del artefacto le cortaron la arteria carótida y se le incrustaron en el cráneo. Esas heridas fueron mortales.
Algunos defensores del uso de este tipo de adminículos utilizados por los fumadores, que ni siquiera así se libran de inhalar los productos tóxicos del cigarrillo tradicional, afirmaron inmediatamente que se trató de un episodio aislado. Pero lo ocurrido en Estados Unidos lejos está de serlo. Porque si bien en la Argentina existe una restricción legal, ésta no se cumple como corresponde y la venta de estos dispositivos está cobrando algún auge.
En efecto, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) dispuso en 2011 la prohibición del cigarrillo "vapeador" y luego la ratificó en 2016, con la intención de no incluir productos que lleven a la gente a consumir nicotina. El problema es la fiscalización de su venta. Basta con ingresar los sitios de comercialización por Internet para tener una idea cabal de que su venta lejos está de ser restringida.
Los perjuicios del "vapeo" con el cigarrillo electrónico están certificados. No es inocuo su uso.Además de nicotina, que provoca problemas cardiovasculares y mantiene la adicción, el artefacto contiene un químico, propilenglicol, que al calentarse a altas temperaturas para generar el vapor produce nitrosamina, otra sustancia cancerígena. Además, la venta ilegal impide conocer qué contienen los líquidos utilizados.
Como si esto fuese poco, existe el peligro de las explosiones. El crecimiento de su uso en el país puede acarrear también la ocurrencia de casos similares como el que generó la noticia del primer párrafo. La Universidad de Texas, a través de su Escuela de Salud Pública efectuó un estudio en el que se demostró que en aquel país -donde la utilización está mucho más extendida-hubo un estimado de 2,035 explosiones de cigarrillos electrónicos y quemaduras en las salas de emergencia de un hospital de 2015 a 2017. Varios de estos casos fueron fatales.
En definitiva, no se trata de un producto inofensivo. Todo lo contrario, no hay enormes diferencias entre fumar o "vapear" nicotina. Y los daños de esta droga adictiva son conocidos en todo el mundo. Las autoridades argentinas tendrán que idear los medios para que el control de la venta ilegal de estos productos sea efectivo. De lo contrario, no faltará mucho tiempo para que las crónicas periodísticas en el país recojan episodios como el sucedido en Texas.