Perdió el brazo a los 10 años y hoy es uno de los mejores tatuadores del mundo

Todos los tatuajes tienen una historia detrás. Pero los tatuajes creados por JC Sheitan Tenet son especiales: no los hace a mano, los hace con su prótesis.
El tatuador francés JC Sheitan Tenet, uno de los más reconocidos del mundo y quien utiliza una prótesis en su antebrazo derecho ya que lo perdió cuando tenía 10 años, aseguró a Télam que "las personas hoy eligen tatuajes grandes, hechos por un artista y esa es la principal transformación de este último tiempo".
Sheitan Tenet, quien visitará Argentina para la convención internacional Tattoo Show 2018 que se realizará del 9 al 11 de marzo en el predio de La Rural, describió en diálogo exclusivo con esta agencia cómo se fue dando el proceso del tatuaje chico a la elección de imágenes grandes diseñadas por artistas.
"Mucha gente que antes pensaba que no podía dedicarse a tatuar, debido a que es un trabajo algo inaccesible, empezó a pensar 'sí, puedo hacer eso', y muchas de esas personas que eran estudiantes de arte se convirtieron en tatuadores muy talentosos", sostuvo el joven de 35 años oriundo de la localidad francesa de Lyon.
El reconocido tatuador perdió su brazo derecho cuando tenía 10 años, en circunstancias que prefiere no recordar: "Perdí mi brazo cuando era un niño, lo que de hecho fue suerte porque la adaptación es muy rápida cuando a esa edad y cuando no tenés opción. No recuerdo haber tenido realmente dificultades para hacer nada, fue bastante fácil, y como dije, cuando no tenés opción, tenés que ir para adelante".
En la actualidad, Sheitan Tenet trabaja en ocho tiendas diferentes de Francia, y utiliza sus dos brazos para tatuar. Con la mano izquierda dibuja y con el hombro derecho controla el sombreado por medio de un brazo tatuador protésico que consiste en una máquina montada sobre la prótesis a la altura del codo.
Si bien el dibujo lo acompañó desde entonces, la vocación por tatuar surgió alrededor de los 20 años: "Estaba en una casa de tatuajes con un amigo, que era tatuador, y le pregunté si podía prepararme una máquina de tatuar porque quería probarla en mi pierna", recordó.
Y continuó: "Al final de día traté de tatuar mi pierna y en ese mismo momento me di cuenta de que ése iba a ser mi nuevo trabajo, mi nueva pasión. Quería estar del otro lado de las agujas, haciendo".
Lejos de lamentar para esto la pérdida de su antebrazo, el joven aseguró que esta condición "me ha dado una perspectiva diferente de los tatuajes".
Hace unos años, junto a Jean-Louis Gonzal, un amigo escultor e ingeniero, comenzaron a pensar una prótesis para que pueda utilizar el brazo derecho: "Él la creó para mí. Cuando me la dio le pregunté: "¿funciona?", y él me respondió "Sí, eso creo". Entonces la probamos y ¡sí, funcionaba!".
"La prótesis puede ser utilizada para trabajar con colores y diversos diseños estilísticos. Además, permite rotaciones de 360 grados, lo cual demuestra que no hay límites a la hora de tatuar", describió.
Sheitan Tenet consideró que "las redes sociales fueron muy importantes para los tatuadores, porque permitieron y aún permiten mostrarle al mundo todos los tipos y diferentes estilos que existen".
Para Sheitan, las diferencias en el arte de tatuar aparecen con el auge de los grandes diseños: "Las demandas de la gente son todavía las mismas; la gente quiere tatuarse algo relacionado con su relación, con su familia o con algo que sienten, pero eso es más que nada para tatuajes chicos. Cuando (se pusieron de moda) los tatuajes más grandes, la gente empezó a pedir el propio estilo del tatuador, quieren toda su piel tatuada."
Conocedor de muchos países, por su actividad y por gusto, el joven señaló que "si bien hay diferencias en los gustos y preferencias de las personas en las diferentes partes del mundo, yo no las siento realmente porque la gente viene a mí pidiéndome mi propio estilo".
"Muchas personas se acercan y me dicen 'quiero un tatuaje tuyo, así que hacé lo que quieras'. A mi me da mucha alegría eso, pero igual siempre les pido un tema para trabajarlo y así voy creando en consulta con el cliente pero con bastante libertad", sostuvo.
El Tattoo Show es una de las convenciones internacionales de mayor convocatoria a nivel mundial de la actividad; en 2017 recibió a grandes artistas de más de 15 países, 40 mil visitantes, más de 1.200 expositores y 700 tatuadores (argentinos y extranjeros americanos y europeos). (Télam)