Paola Favot: “La palabra gracias no nos alcanza para dimensionar todo lo que hizo la gente por Valentino”

Desde hace un año, el pequeño Valentino Ponce, que también se lo puede denominar 'el pequeño valiente' salió a la consideración pública a partir de estar enfrentando una dura lucha por su salud.
Por Mauricio Argenti|LVSJ
Desde hace un año, Valentino Ponce viene dando una dura lucha por la vida que se fortalece aún más por el aporte solidario recibido de parte de toda la comunidad que, al tomar conocimiento de su cuadro de salud, de inmediato sumó su aporte para que las esperanzas de tener un futuro mejor puedan convertirse en realidad en el corto plazo.
Este pequeño guerrero de 2 años transita un cáncer infantil muy agresivo cuya única alternativa es un costosísimo tratamiento que se lleva adelante en Barcelona, España.
A "Valen" le diagnosticaron en abril de 2021 un neuroblastoma estadio 4 de alto riesgo, un "raro" tipo de cáncer que se presenta normalmente en bebés y niños de corta edad.
Aunque fue sometido a los más exigentes tratamientos en Córdoba capital, la única salida para su cura es el costosísimo tratamiento especial en España.
Desde que sus padres, Jorge Ponce y Paola Favot, se enteraron que la palabra 'cáncer' se asociaba a su pequeño hijo no dejaron un minuto de luchar en favor de acrecentar las chances de 'Valen' para darle pelea a esta enfermedad.
Luego de varias operaciones y en medio de tanta oscuridad, una luz de esperanza asomó en el horizonte a partir de la posibilidad de un tratamiento de inmunoterapia que se lleva a cabo en el Hospital Sant Joan de Déu en Barcelona (España), que cuesta más de 35 millones de pesos.
A partir de allí lo que parecía imposible se hizo realidad. En medio de tanto temor e incertidumbre la solidaridad se abrió paso como una bocanada de esperanza para la familia Ponce y permitió que, gracias al aporte de miles de personas, comercios, empresas e instituciones, lo que en un principio parecía imposible, desde hace unos días se haya transformado en una esperanzadora realidad.
Luego de haber transcurrido un año desde el diagnóstico, la familia de Valentino logró reunir el dinero necesario para el tratamiento, que ya fue depositado en la cuenta bancaria del centro de salud catalán y el próximo 6 de mayo Valentino, junto a sus padres Jorge Ponce y Paola Favot y su hermano Ignacio, de 6 años, tomarán un vuelo desde Ezeiza que los depositará en Barcelona, donde pasarán, al menos, el próximo año de sus vidas acompañando a este pequeño guerrero en la batalla más difícil que enfrenta en su corta vida con la esperanza que tenemos todos de que a su regreso volverá mucho más fuerte y sabiendo que esta enfermedad habrá quedado definitivamente atrás.
A unos pocos días de haber efectuado el pago del tratamiento, Jorge Ponce y Paola Favot abrieron las puertas de su hogar en barrio Jardín para recibir a LA VOZ DE SAN JUSTO y en un diálogo muy distendido explicaron lo que se viene para esta familia y especialmente para el pequeño guerrero Valentino, quien se muestra decidido a no perder ni por un instante esa sonrisa tan contagiosa y llena de esperanza.
¿Cuándo y de qué manera se enteraron de la enfermedad de Valentino?
PF: Nos enteramos en abril del año pasado después de que empezó a experimentar algunos síntomas como pérdida de peso, falta de apetito y los últimos días ni siquiera quería caminar. En un momento le descubrimos un bulto detrás de la oreja derecha. Lo llevamos varias veces a consulta y parecía que era una gastroenteritis por los vómitos hasta que le hicieron tomografías y apareció una lesión. Los análisis daban valores anormales y ahí nos informaron que podía tratarse de algo oncológico y nos derivaron de inmediato a Córdoba.
¿Qué sintieron cuando escucharon la palabra 'oncológico' en el diagnóstico de Valentino?
JP: En un principio es algo que paraliza, te quedás sin respuesta. No es lo mismo que te digan que tu hijo tiene una gastroenteritis que un cáncer.
¿Qué hicieron una vez que confirmaron el diagnóstico?
PF: Nos fuimos a Córdoba de urgencia con Valentino y Jorge e Ignacio, fueron a los pocos días. Ahí comenzaron con pruebas interminables sobre Valentino.
¿Cómo lograron sobreponerse a ese temor inicial cuando se recibe semejante diagnóstico?
PF: Pasamos por varias etapas. Primero el susto por el diagnóstico, luego procesar todo lo que significaba y nos ayudó mucho la contención de muchas personas y la información que nos daba gente que pasó por lo mismo. Eso nos ayudó a sobreponernos e informarnos sobre los pasos a seguir. Además, fueron muy valiosos los consejos que nos daban los oncólogos y la pediatra en Córdoba que nos están conteniendo en todo momento.
¿Cómo se enteró Valentino y cómo tomó él todo el proceso que debía enfrentar desde el diagnóstico?
JP: Valentino sin dudas sintió el efecto de todo el tratamiento en su cuerpo aunque no creo que esté consciente de lo que está pasando.
PF: Sin embargo, él sabía que tenía que estar internado en la clínica con las doctoras y las enfermeras porque se tenía que curar y cuando escucha la palabra 'curar' dice 'no, duele, pincha'. De todas maneras, al ser tan pequeño no tiene la carga psicológica que tiene un adulto y se prestan con mayor facilidad a todos los tratamientos.
JP: La fortaleza que tiene Valentino es impresionante y nos contagia a nosotros llevándonos a pensar en positivo sobre su recuperación.
¿Cuánto tiempo pasó entre que recibieron el diagnóstico inicial y el momento en que apareció la posibilidad de este tratamiento en Barcelona?
PF: Eso fue en noviembre del año pasado cuando Valentino tuvo una progresión de la enfermedad y nos decían que había posibilidades de hacer un tratamiento para estabilizarlo y radioterapia paliativa. Contactándonos con gente que pasó por lo mismo surgió la posibilidad de este tratamiento en el Hospital San Juan de Dios en Barcelona.
JP: Cuando empezás con estos cuadros de salud tratás de cubrir todas las posibilidades y allí te encontrás con gente que te va guiando y en ese acompañamiento surgió lo del viaje a Barcelona.
De acuerdo a lo que hablaron con los médicos ¿qué posibilidades tiene Valentino de mejorar su calidad de vida una vez hecho este tratamiento?
PF: La inmunoterapia tiene un 90 por ciento de posibilidades de sobrevida a los 5 años. Si bien él no hizo todo el tratamiento allá, no sabemos en este caso qué porcentaje tendrá. No obstante, la droga que le van a colocar es específica para lo que tiene Valen.
¿Cómo va a ser el tratamiento que le van a aplicar en Barcelona?
PF: Lo que nos solicitaban los médicos de Barcelona es que lleguemos allá con el resto del tumor principal ya extirpado que ya se hizo hace 21 días y la radioterapia en la zona que es algo que estamos haciendo en esta semana.
¿Tiene fecha de viaje?
JP: El 6 de mayo a las 13.30 salimos desde Ezeiza. Ya tenemos los pasajes gracias a una donación que hizo una empresa multinacional dedicada al agro con presencia de la ciudad que prefiere quedar en el anonimato.
¿Cómo explican ustedes las razones por las cuales fue posible lograr semejante muestra de solidaridad que permitió reunir el dinero necesario para el tratamiento en tan poco tiempo?
PF: No sé, fue todo muy rápido lo que pasó y en este caso, si bien recibimos ayuda del exterior, fue la gente de San Francisco y la zona la que se puso la campaña al hombro e hizo posible que hoy hayamos podido reunir los fondos que se necesitan para costear el tratamiento de Valentino en Barcelona.
JP: Cuando vimos que por fin teníamos el dinero que se necesitaba no lo podíamos creer. No entendíamos mucho qué estaba pasando porque es mucho dinero. Sin embargo decidimos empezar y con el tiempo se fue dando todo para hacer posible el objetivo.
PF: De un día para otro los teléfonos explotaron con ayuda de gente ofreciendo desde ayuda económica, reiki, obsequios, oraciones, todo lo que se puedan imaginar.
¿Son conscientes que Valentino es la persona más conocida de San Francisco en este momento?
PF: Sí, seguro. De hecho, cuando vamos por la calle la gente lo saluda sin conocerlo personalmente y le transmiten mucha buena energía. Todo suma y es muy importante.
En redes sociales la gente intentaba contagiar a figuras públicas para que se sumen a la campaña solidaria y en este caso se lo nombraba al influencer Santiago Maratea que hizo posible muchas campañas que parecían difícil de conseguir. ¿Intentaron llegar a él para que se sume a la campaña?
PF: Sí, en un momento me comuniqué con su manager luego de enterarme que había hecho la campaña por 100 millones de pesos para comprar lo que se conoce como el medicamento más caro del mundo aunque luego en este caso la obra social se hizo cargo y estaba viendo qué hacer con el dinero. Ese fue el momento que le escribí a la manager, me pidieron toda la información pero no me respondieron más. En ese momento nos quedaban por reunir 10 millones de pesos pero no tuvimos respuesta.
¿Cómo va a seguir la vida de Valentino una vez que concluya el tratamiento en Barcelona?
PF: El primer año posterior al tratamiento Valentino tiene controles cada tres meses. Por eso la idea es quedarnos ese año allá porque no podríamos ir y venir cada tres meses. Después los controles serán cada seis meses y luego de manera anual. Igualmente, a Valentino lo van a evaluar allá y en función del resultado de esa evaluación determinarán cómo será el tratamiento. Seguramente Valentino tendrá que recibir quimioterapia e inmunoterapia, sobre todo porque los últimos estudios dieron que su médula continúa infiltrada.
JP: Si bien nosotros vemos muy bien a Valentino, tenemos que ver por medio de un estudio cómo se encuentra para que los médicos de Barcelona reciban toda la información completa sobre la actualidad de su salud.
Para cerrar esta entrevista les dejo la posibilidad de expresar lo que quieran vinculado con la experiencia que están atravesando....
PF: Lo primero que nos sale es agradecer, aunque la palabra gracias no nos alcanza para dimensionar todo lo que hizo la gente por Valentino. Gracias a todos por la ayuda, por la campaña y acompañarnos en todo momento así como también por darle a Valentino esta posibilidad.
JP: De mi parte me sumo a ese agradecimiento todo lo que se hizo desde un principio. Cuando empezamos la campaña ya llevábamos seis meses de tratamiento y en todo ese tiempo tuvimos gente al lado que nos ayudó con todo. Nos consiguieron alojamiento, nos ayudaron económicamente. La campaña hizo que todo se haga más grande, pero desde el principio hubo personas que nos hicieron más fácil todo y nos ayudaron a poder salir adelante con todo esto.