Pandemia: regocijo y exigencia
La noticia más esperanzadora sucedió este martes, cuando el Hospital Iturraspe, por primera vez en más de un año y medio de pandemia, no tuvo pacientes con Covid internados. Para tomar verdadera dimensión de lo que está ocurriendo, es preciso recordar que hace solo dos meses, la tensión y la sensación de colapso eran moneda corriente en el nosocomio provincial.
La noticia más esperanzadora sucedió este martes, luego de más de un año y medio de vivir sobresaltados y estresados haciendo frente a todos los trastornos que significó la pandemia del Covid 19 y las disposiciones que se adoptaron para enfrentarla. Por primera vez, desde el 20 de marzo de 2020, el Hospital Regional J. B. Iturraspe no registró internados por esta enfermedad.
Pasaron muchos meses de trabajo intenso para el personal de salud. De aflicción y dolor para cientos de familias de San Francisco y la región. De cambios notables en la manera de vivir de cada persona. La presencia del virus entre nosotros determinó drásticas decisiones que afectaron todos los ámbitos de convivencia. Por todo ello, es auspicioso que el descenso de contagios se verifique también en la posibilidad de que no sigan produciéndose situaciones graves.
Sin embargo, relajarse nunca es una buena actitud frente a circunstancias en las que la enfermedad puede continuar propagándose. "Sigamos vacunándonos y cuidándonos", enfatizaron quienes compartieron la buena noticia con LA VOZ DE SAN JUSTO junto a la imagen de la pizarra en blanco -sin nombres de pacientes internados con esta patología- que reflejó la importante mejora en la situación sanitaria. Para tomar verdadera dimensión de lo que está ocurriendo, es preciso recordar que hace solo dos meses, la tensión y la sensación de colapso eran moneda corriente en el nosocomio provincial.
Es que no se puede pasar por alto que la pandemia no ha terminado. Todavía casi el 60% de la población de nuestro país no completó el esquema de dos dosis de la vacuna. Además, poco menos del 10% no recibió ninguna dosis. También aún hay más de 12,7 millones de menores de 18 años sin inmunizar: los adolescentes sin factores de riesgo y los niños. Los números dan cuenta de que resta mucho por hacer, más allá de los debates y polémicas que las erráticas maniobras de la Nación encendieron en toda la población.
Esta impresión fue certificada por el propio director del Hospital Regional: "Es un descanso para el personal de las áreas Covid. Pero esto no significa que la patología ha pasado. Esta pandemia funciona así: a través de brotes u olas. Afortunadamente, debido a la vacunación y al cuidado que la población ha tenido en este tiempo, hemos pasado la segunda ola", manifestó.
Retomar algo de la normalidad perdida constituye una gran noticia. No obstante, el regocijo que supone el notorio descenso de casos se transforma en una exigencia: la de mantener los cuidados frente a las nuevas variantes del virus. El uso del barbijo, el distanciamiento, la ventilación constante en los lugares cerrados, como oficinas, escuelas, hospitales y la profundización en el ritmo del plan de vacunación son variables que deberán seguir estando presentes para arribar al final de esta pesadilla.