Ovodonación: la esperanza de ser madre a pesar de la endometriosis
Este jueves 14 de marzo se celebrará el Día Internacional de la lucha contra la esta enfermedad silenciosa que afecta a una de cada diez mujeres. A Soledad Rasetti la endometriosis la dejó sin la posibilidad de tener hijos, por eso rompe el silencio para concientizar sobre la importancia de no subestimar los dolores y consultar. En su lucha, encara el desafío de la ovodonación para cumplir el sueño de ser mamá.
Por Isabel Fernández
A Soledad Rasetti, la endometriosis le trajo no solo dolores, sino también la imposibilidad de tener un hijo. Pero ella está decidida a formar una familia y encarará el desafío de la ovodonación. Ésa es su lucha contra esta enfermedad silenciosa y crónica que afecta a una de cada diez mujeres en edad reproductiva.
Debido a la endometriosis severa que sufre perdió un ovario, tiene afectada una trompa de falopio y su capacidad ovárica quedó al 3%, pero eso no dejó caer sus sueños de ser mamá y junto a su pareja Matías González, ya comenzó los trámites para intentar lograr tener un hijo con un óvulo donado.
Soledad integra el grupo "Endo Vida" San Francisco formado por mujeres autoconvocadas por la endometriosis. Con su pañuelo y lazo amarillo lucha para romper el silencio en torno a esta enfermedad y concientizar sobre la importancia de consultar y no subestimar los dolores. "No es normal que duela", dice.
La alternativa de la ovodonación
Como mujer atravesó el dolor, una importante operación y ahora tomó la decisión de intentar un embarazo con un óvulo donado.
"Tenemos la esperanza de poder tener un hijo a través de la ovodonación. Ya presentamos todos los papeles y están en búsqueda de la donante. Mi pareja y mi familia siempre me apoyaron en todo y eso fue y es fundamental", aseguró Soledad.
Añadió que en un primer momento la ovodonación le causó un poco de controversia pero después entendió que era una alternativa para poder ser madre. "Quería ser mamá con mis óvulos y cuando no se dió decidí optar por la ovodonación. Al principio estaba negada pero después me di cuenta que mi deseo es ser mamá, por eso vamos a intentarlo. Si bien los genes no serán míos, yo voy a llevar en mi vientre a ese bebé que seguramente recibirá algo de mi más allá de la crianza", manifestó.
"No es normal que duela", aseguró Soledad quien instó a las mujeres a consultar a tiempo y reclama por la ley
Un largo camino
Hace tres años, en un control de rutina, unas manchitas en su vejiga despertaron la preocupación del médico que le ordenó estudios más complejos. Ahí descubrieron que la endometriosis había invadido su cuerpo afectando un ovario, las trompas, la vegija, uréteres y intestinos.
En ese momento Soledad junto a su pareja ya había comenzado la búsqueda de un bebé y la endometriosis frenó los proyectos. Su médico, el doctor Luis Storero le recomendó un especialista en Córdoba donde comenzó un tratamiento con especialistas de distintas disciplinas.
Tras pasar por innumerables estudios fue sometida a una importante intervención quirúrgica en la que los médicos trataron de limpiar la zona afectada y reparar los órganos dañados. En la intervención, debido al grado de afectación que tenía debieron sacarle un ovario y una de las trompas quedó afectada.
"Me sacaron un ovario muy afectado por la endometriosis y una trompa quedó desconectada por lo que es muy difícil que pueda quedar embarazada naturalmente", contó Soledad.
Dijo que además tenía los uréteres tomados por la endometriosis y por eso le colocaron catéteres que para protegerlos.
Luego de la operación y tras unos meses de recuperación, decidió seguir adelante en la búsqueda de un bebé y el año pasado intentó un tratamiento de fertilidad asistida pero su cuerpo no respondió.
"Los médicos me dijeron que es muy difícil que mi cuerpo responda porque tengo muy baja calidad ovárica y entonces la opción es la ovodonación. Con mis óvulos tengo el 3 % de posibilidades y con óvulos donados aumentan al 50 %. Hay momentos malos, pero siempre soy positiva apostando a que si no se da voy a estar tranquila de que hice todo lo posible", manifestó.
Convivir con el dolor
Los dolores eran una constante en la vida de Soledad. Aparecían cuando llegaba la menstruación, pero se quedaban casi todo el mes y cada vez eran más fuertes.
Después de la operación los dolores ya no son los mismos. "Ahora tengo algunas molestias pero la intensidad no es la misma que tenían antes. No era vida y la pasaba muy mal", dijo.
En ese sentido Soledad dijo que no es normal que duela. "Como mujeres tenemos que cuestionarnos que no es normal que duela la menstruación, no hay que asustarse pero si consultar, porque los dolores avisan que hay algo raro. Pienso que si la hubiese detectado antes, no llegaba al nivel severo y hubiese podido ser mamá de otra forma", remarcó
"Primero la situación me enojó pero después aprendí a hacerme amiga de la endometriosis porque se que me acompañará siempre, ya la tengo y la voy a tener -afirmó-. Entonces me dije: A partir de ésto, qué hago, cuáles son los caminos que voy a tomar y siguo adelante".
Finalmente remarcó que entre todo lo malo encontró algo positivo en la endometriosis y fue el aprendizaje. "Descubrí que me ayudó a valorar pequeñas cosas como por ejemplo levantarme a la mañana y no sentir dolor, además el conocer un grupo humano hermoso como el que formamos en Endo Vida", finalizó. Más información en Facebook: Endo Vida San Francisco.
El lazo amarillo es el símbolo representativo de la lucha contra la enfermedad
El listón amarillo símbolo de lucha
El próximo 14 de marzo se celebrará el Día Internacional de la lucha contra la Endrometriosis y en San Francisco, las "endoguerreras" que integran el grupo "Endo Vida", seguirán el tratamiento de una proyecto en el Concejo Deliberante que declara la utilización del listón amarillo, entendido como símbolo representativo de la lucha contra la enfermedad.
El fundamento de la iniciativa se nutre de fuertes historias de vida de mujeres que sufren esta enfermedad grave que tiene distintas formas de presentación y genera muchas complicaciones en la salud.
Durante el mes de marzo, "Endo Vida" realizará distintas actividades para educar y concientizar sobre la enfermedad, renovando también el reclamo de una Ley de Endometriosis y la urgente necesidad de crear un programa de investigación, detección, diagnóstico, control y tratamiento de la enfermedad.
¿Qué es?
Aunque la denominan como una enfermedad benigna, las mujeres que la sufren sufren dolor pélvico crónico cíclico y cólicos menstruales (dismenorrea) tan fuertes que llegan a ser invalidantes.
El endometrio es el tejido que recubre la cara interna del útero, que al no ser fecundado el óvulo, este tejido se escama y expulsa con la regla. Cuando el tejido endometrial crece fuera de la cavidad uterina (ubicaciones ectópicas) como ovarios y cavidad abdominal, se denomina endometriosis, pero también afecta, trompas de Falopio, vejiga, perineo, recto, ligamentos del útero, cicatrices de cesárea, apéndice, colon, ovarios, intestinos, piel, pulmones, cerebro, espina dorsal, hasta llegar a una invasión de tejido endometrial, denominándose adenomiosis.
La endometriosis, además de perjuicios personales que le causa a quien la padece, conlleva costos ocultos inherentes al ausentismo escolar, universitario y laboral, por la intensidad de los síntomas recurrentes, severos y tan intensos, que afectan profundamente la calidad de vida de quienes la tienen.
Como las afectadas no lucen como personas enfermas, no sólo aprenden a lidiar con los problemas propios de la enfermedad sino también con consecuencias psicológicas, producto del estrés e incomprensión social, familiar y médica; las amistades no entienden porqué siempre están tan desganadas y cansadas, los familiares no entienden los constantes dolores, las parejas porqué no pueden tener relaciones, problemas laborales por el ausentismo y desgano.
¿Qué es la ovodonación?
La ovodonación es un tratamiento de reproducción asistida en la que el gameto femenino es aportado por una mujer distinta de la que recibirá el embrión resultante. Los óvulos de la donante serán inseminados por los espermatozoides de la pareja de la receptora o de un donante para obtener embriones; que luego serán transferidos al útero materno.
Es el tratamiento de medicina reproductiva con la tasa más elevada de éxito. Permite lograr un embarazo en mujeres en que han fallado los tratamientos homólogos de fecundación in vitro o que por condiciones fisiológicas no pueden ser sometidas a este tipo de tratamiento.