Sociedad
Once parejas en nueva unión recibieron acompañamiento de la Iglesia
“Tenemos parejas que quieren pasar por esta experiencia lo cual nos llena de gozo y alegría”, reflexionó el sacerdote Mario Ludueña, que coordina la actividad.
Actualmente, once arejas en nueva unión, de diferentes lugares de la diócesis han participado de una actividad pastoral que les permitió volver a recibir el sacramento de la confesión y la comunión. Esto fue posible luego de un profundo proceso de discernimiento implementado por el servicio “Pozo de Siquem”, de la diócesis de Reconquista.
Dentro de este grupo se encuentran parejas cuyas edades oscilan entre los 40 y 60 años, la mayoría tienen hijos. Muchos ya se encuentran con un promedio de 15 años de convivencia en nueva unión.
El sacerdote Mario Ludueña, cura párroco de la Iglesia Cristo Rey, coordinó la formación de este grupo de parejas guiándolos en el camino de formación pastoral de acuerdo a lo establecido en la exhortación apostólica postsinodal “Amoris Laetitia”, del papa Francisco.
En el año 2017 comenzó el primer encuentro de este servicio en la ciudad de Reconquista y luego un año más tarde se formó este movimiento con integrantes de la Pastoral Familiar y parejas que habían realizado el primer encuentro en el año 2017.
El padre Ludueña explicó que “en el año 2022, luego de tomar contacto desde nuestra diócesis con dicho movimiento comenzamos con la preparación del equipo diocesano con cinco matrimonios. Al año siguiente se realizó el primer encuentro en nuestra diócesis con parejas de San Francisco y El Tío”.
“El primer encuentro en nuestra diócesis con las parejas de San Francisco y El Tío se llevó a cabo en 2023” indicó para luego recordar que la exhortación “Amoris Laetitia” del papa Francisco “habla de acompañar, discernir e integrar” como inspiración de este servicio” por lo cual “frente a la realidad que se presenta se ha profundizado más la doctrina y desde allí se ilumina”.
Recordó que con las once parejas que participaron de esta experiencia “estuvimos trabajando desde los días posteriores a la Pascua hasta noviembre. En ese proceso siempre contamos con la guía de la parábola del Hijo Pródigo”.
En cada uno de estos encuentros comentó que las parejas “analizaban su propia realidad, aceptando, entre otras cosas, sus responsabilidades como padres o madres de los hijos que han tenido con sus parejas anteriores. Eso se hace para que la persona dé el paso en conciencia”.
El padre Ludueña aludió luego a un aspecto del Catecismo de la Iglesia Católica “donde se habla de los atenuantes por los cuales se toman decisiones, incluso a veces, equivocadas”.
Un aspecto importante a tener en cuenta en torno a la realización de este proceso de discernimiento del cual participaron estas parejas es que “ellos disciernen” si quieren volver a recibir la Eucaristía.
“Ellos saben que cuando vienen a realizar esta experiencia, al final van a llegar a una conclusión” que deriva en la posibilidad de volver a recibir la Eucaristía o no. “De hecho hay muchas personas que hicieron estos encuentros que ya venían comulgando pero que, a través de esta experiencia, se les ha agudizado enormemente la conciencia. Es llamativa la necesidad que experimentan estas parejas en nueva unión por la confesión y la comunión que a veces no vemos en parejas casadas”.
En definitiva, el sacerdote indicó que a través de este proceso de discernimiento “las personas que lo experimentan acceden a una mayor toma de conciencia” sobre su realidad.
¿En qué consiste este servicio?
*Se realiza un acompañamiento a las parejas que se han formado luego de la ruptura de un primer matrimonio, incluso por Iglesia, para discernir en conciencia su acceso a los sacramentos de la Reconciliación (Confesión) y Eucaristía. Y, si es posible, la nulidad matrimonial.
*Al finalizar el proceso de discernimiento la pareja, ayudados por el equipo, discernirá si está en condiciones de acceder o no a dichos sacramentos.
*En el camino se invita a aceptar la parte de responsabilidad que se ha tenido con la ruptura del matrimonio anterior, todo en un marco de misericordia.
*Se invita a llevar la nueva vida de pareja con los valores cristianos de la fidelidad y para siempre.
*Se mantiene en la fidelidad a la doctrina católica.
*Matrimonios civiles o de hecho también pueden participar.
Nueva convocatoria
Culminada la actividad de 2023, comenzó la planificación de las acciones que se van a desarrollar en 2024 para continuar recibiendo nuevas parejas que quieran sumarse a este proceso de discernimiento.
“Ya tenemos parejas interesadas en participar”, dijo Ludueña y agregó que “tenemos parejas que quieren pasar por esta experiencia lo cual nos llena de gozo y alegría”.
El padre Ludueña explicó luego que “algunas parejas pueden descubrir que hubo nulidad matrimonial”.
Para eso se recurre a un proceso canónico de nulidad donde la Iglesia ayuda a discernir que nunca hubo un matrimonio”.