Octubre rosa: alimentación y cáncer de mama
Algunos alimentos y el ejercicio físico disminuyen el riesgo de desarrollar la enfermedad.
En este mes de octubre, se realizan campañas para prevenir el cáncer de mama. El sobrepeso es uno de los factores de riesgo que puede originar tumores malignos, no solo en las mamas (en especial, en las mujeres menopáusicas), sino también en el colon o recto, el útero y el riñón.
Es cierto que algunas personas tienden a ganar peso con más facilidad que otras. Y en el climaterio, nosotras las mujeres, solemos aumentar unos kilitos, si no ordenamos nuestros hábitos. Para evitarlos, es necesario equilibrar las calorías con las actividades que realizamos cada día. Es importante, además, prestar atención a la cantidad. Ningún alimento es perjudicial si se lo consume en forma moderada o en la proporción adecuada. Por supuesto, las grasas aportan el doble de calorías que los hidratos de carbono (o lo que es lo mismo, las grasas engordan el doble). Por lo tanto, es necesario reducir los alimentos ricos en ellas.
Es indispensable que tengamos una dieta variada: frutas (frutillas, arándanos, uvas, ananás, pomelo, limón, ciruela, níspero) y verduras (brócoli, zanahoria, coles, rabanitos, tomate, escarola, cebollas, ajo crudo), condimentadas con la sal justa y preferentemente, aceite de oliva. Además, legumbres mezcladas con cereales (arroz integral, trigo sarraceno y quínoa) para asegurar la calidad proteica, y pescados o pollo a la plancha o cocidos. Para descartar (o comer solo de vez en cuando), bebidas alcohólicas, tocino, embutidos, carnes rojas, aceites comerciales, ahumados, harinas refinadas, parrillas, especias, mariscos y dulces. La grasa diaria no debe superar el 30% de las calorías totales que consumimos a diario. Y mejor si son de origen vegetal, como el aceite de oliva que ya mencionamos. En cuanto a los azúcares, el justo y necesario. Los azúcares añadidos contribuyen al sobrepeso y por ende, aumentan el riesgo de padecer cáncer.
Queda claro que no solo es indispensable una buena dieta, sino también hacer ejercicio. Está demostrado científicamente que estar activo y en buen estado físico contribuye a prevenir el cáncer de colon y de mama. No obstante, la actividad física es indispensable para combatir el estrés, mejorar el estado de ánimo y socializar con otras personas.
Se recomienda que los adultos realizan treinta minutos de actividad física moderada cinco veces a la semana, mientras que para los niños y los adolescentes, se prefiere sesenta minutos. Si el gimnasio es muy costoso, vale incorporar algunos ejercicios en la vida diaria. Por ejemplo, tomar las escaleras en lugar del ascensor, ir al trabajo a pie en vez de hacerlo en auto, mirar la televisión mientras se hacen sentadillas o se mueven los brazos y las piernas. Si no nos gusta hacer gimnasia, ¿por qué no bailar? La danza también es ideal para mantenerse saludable y en forma.
Como vemos, cuidarse no es difícil. Solo requiere un poco de voluntad de nuestra parte y conciencia. Prestar atención a nuestra alimentación y hacer el ejercicio físico conforme a nuestra edad puede garantizarnos una mejor calidad de vida y alejarnos de enfermedades tan dañinas y mortales como el cáncer. Cuidarse es quererse. Vale la pena recordarlo.