Sociedad
“Nunca imaginamos que íbamos a estar en Netflix”: de una peluquería de San Francisco a la serie "En el barro”
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De Santa Clara de Saguier a la pantalla mundial, las gemelas Carmina y Daiana Gonella, que hasta hace poco trabajaban en una peluquería de San Francisco, se convirtieron en protagonistas de la serie argentina que se transformó en el éxito más visto de Netflix fuera del contenido en inglés.
Santa Clara de Saguier tiene desde hace días un motivo de orgullo: dos oriundas del pueblo, Carmina y Daiana Gonella, llegaron a la pantalla mundial con la serie argentina “En el Barro”, disponible en Netflix. La producción, un spin-off del universo de El Marginal, se convirtió en la más vista de la plataforma fuera del contenido en inglés, alcanzando 5.600.000 visualizaciones en su primera semana y consolidando un fenómeno global que incluye 41 países en los que la serie se ubicó entre los contenidos más vistos.
Para las hermanas gemelas, de 28 años, este logro representa un salto extraordinario en su trayectoria. Hasta hace un tiempo, ambas trabajaban en una peluquería de la ciudad, ubicada en la esquina de LA VOZ DE SAN JUSTO y se dedicaban a la producción audiovisual desde atrás de cámara. “Estábamos viviendo en San Francisco, sin trabajo, y decidimos probar un casting que nos llegó por un colega de la carrera de cine y artes audiovisuales que estudiábamos en Santa Fe. Era para buscar gemelas y pensamos: vamos a divertirnos y aprender”, relataron a AM 1050 Radio San Francisco.
El proceso para sumarse a la serie fue totalmente virtual y orgánico. Primero enviaron fotografías propias, luego realizaron una escena para el casting y, al mes y medio, recibieron la confirmación de que habían sido seleccionadas. “Nunca imaginamos que íbamos a estar en Netflix. Todo fue muy natural, sin presiones, solo disfrutando el proceso”, explicaron.
En “En el Barro”, Carmina y Daiana interpretan a las gemelas “Chucky”, internas de una cárcel femenina que forman parte de uno de los bandos más fuertes del penal. Los personajes se destacan por ser fuertes, impredecibles y con un carácter desafiante, elementos que las actrices debieron incorporar en cada escena. “Hicimos mucha investigación sobre cómo funcionan las cárceles para representar bien a los personajes y entender las dinámicas internas entre las presas. También hubo días de grabación bajo lluvia y de noche, situaciones que nos hicieron sentir parte de la tensión que se vive en ese contexto”, detallaron.
El rodaje significó un desafío particular, ya que ambas provienen de experiencias detrás de cámara, sobre todo en animación y producción audiovisual. “Al principio nos costó relacionarnos frente a tantas personas y cámaras, pero el equipo técnico y el elenco nos acompañaron en todo momento. Aprendimos observando y escuchando, y eso nos permitió sentirnos más cómodas y transmitirlo en la actuación”, comentaron. La convivencia con actores reconocidos como Gerardo Romano, Rita Cortese y María Becerra, entre otros, fue también una oportunidad de aprendizaje. “Esas interacciones nos enseñaron mucho, no solo sobre actuación, sino sobre profesionalismo, disciplina y la importancia de generar un buen clima en el set”, indicaron.
Aunque es la primera vez que actúan frente a cámaras, Carmina y Daiana ya habían participado en proyectos menores, siempre detrás de escena. “Todo esto es nuevo para nosotras. Hemos pasado de trabajar en la peluquería a estar en un set internacional, y verlo en pantalla es raro, emocionante y sorprendente al mismo tiempo. Nos sentimos muy agradecidas por la oportunidad y por la confianza que la producción depositó en nosotras”, afirmaron.
La serie, que ya confirmó su segunda temporada, pone especial énfasis en visibilizar la vida de las mujeres en contextos carcelarios, un enfoque que las actrices destacan como relevante. “A veces vemos el mundo carcelario desde la ficción de los hombres, pero esta serie muestra la perspectiva femenina, cómo se organizan, las responsabilidades que asumen y la dinámica de la maternidad dentro de la prisión. Es un mensaje importante que genera conversación y reflexión”, comentaron.
El impacto del estreno también se sintió en Santa Clara de Saguier, donde familiares, amigos y vecinos compartieron su orgullo y alegría. “Nuestra familia siempre nos apoyó. Papá es el regador del pueblo, mamá costurera, y nos enseñaron a ser libres, respetuosas y a perseguir nuestros sueños. Santa Clara y nuestra familia son lo más importante para nosotras”, contaron. Mensajes de cariño y felicitaciones llegaron desde distintos puntos, celebrando este salto de las gemelas desde la vida cotidiana del pueblo a la pantalla global.
En la serie, Carmina y Daiana aparecen en los ocho capítulos de la primera temporada, interactuando con los conflictos internos de la prisión y defendiendo a su bando. “Nuestros personajes tienen un arco que se va desarrollando. A lo largo de los capítulos, se van mostrando distintas facetas y cómo se adaptan a la vida dentro del penal. Es desafiante, divertido y nos permitió explorar nuevas formas de actuación”, explicaron.
La transición de la peluquería al set de Netflix no solo significó un cambio profesional, sino también personal. “Nos ayudó a ganar confianza, a superar la timidez y a descubrir que podemos enfrentar situaciones complejas frente a cámara. Esto abre nuevas puertas y nos hace replantearnos nuestra visión del cine y la televisión”, afirmaron.
En cuanto a la interacción con el resto del elenco, las actrices destacaron el respeto y la camaradería. “Siempre hubo un clima de aprendizaje y colaboración. Escuchar y observar a profesionales con tanta experiencia nos hizo sentir parte de un proyecto grande, y eso se refleja en la calidad de la serie”, dijeron.
Carmina y Daiana también resaltaron la experiencia de filmar escenas intensas: noches lluviosas, tensiones entre presas y la necesidad de representar emociones extremas. “Nos hizo reflexionar sobre la realidad de estar privadas de libertad. Aunque es ficción, nos permitió dimensionar ciertos aspectos y comprender mejor a nuestros personajes”, contaron.
A nivel personal, el proyecto reafirmó su vínculo con su pueblo y sus raíces. “Santa Clara siempre es nuestro lugar de regreso. Allí están nuestras familias, nuestros recuerdos y nuestra identidad. Representar al pueblo en una serie internacional nos hace sentir orgullo y responsabilidad”, destacaron.
Ambas coincidieron en que la experiencia las fortaleció como profesionales y como personas. “Este primer contacto con la actuación frente a cámara nos enseñó a valorar cada detalle del trabajo audiovisual, a ser más disciplinadas y a disfrutar del proceso creativo. Nos sentimos muy afortunadas de poder mostrar nuestro talento desde nuestra región y de llevar un pedacito de Santa Clara a todo el mundo”, afirmaron.
La historia de estas dos jóvenes demuestra cómo el talento y la perseverancia pueden transformar vidas, llevando a la pantalla mundial a quienes provienen de comunidades pequeñas y mostrando que el cine y la televisión argentina cuentan historias que pueden trascender fronteras. Desde Santa Clara de Saguier hasta Netflix, Carmina y Daiana Gonella representan no solo su trabajo y formación, sino también el orgullo de una región que ahora se ve reflejada en la plataforma más grande del mundo.