Nostalgia por el último reducto del tango en el “Caminito” de San Francisco
En los años '80, cuando el género casi no se bailaba en la ciudad, éste renació de la mano de La Recova, en el pasaje Ricardo Cornaglia, impulsada por un enamorado de Gardel, Isaac Leone. A tres décadas de su cierre, quienes mantienen viva la pasión tanguera lo recuerdan.
Por Stefanía Musso
En el pasaje Ricardo Cornaglia 2012, en nuestra ciudad, funcionó desde el 16 de octubre de 1985 un reducto en el que el tango se podía disfrutar como las mejores milongas de Buenos Aires: La Recova, un sueño de Isaac Leone, funcionó durante 4 años siendo el sitio de reunión de los amantes del 2 x 4.
Por este reducto lo más parecido a las milongas de Caminito, en el barrio porteño de La Boca, pasaron grandes como Carlos Cristal, Alberto Podestá y Roberto Rufino, hasta que cerró sus puertas. Luego, los artistas plásticos lo recuperaron con el nombre La Recova ART, devolviéndole el color y el movimiento cultural que ese lugar resguardaba.
Hoy cerrado, tangueros y pintores lo recuerdan como su "segunda casa".
"Mirá, de ahí colgaba el cartel y tenía un foquito. Está intacto. Qué recuerdos...", lamentó Oscar Terraf, con ese tono de hombre tanguero que lo caracteriza, las manos en los bolsillos y con un gesto de pesar en su rostro.
Lo acompañan su compañero de sonatas José Cerutti -más conocido como Roberto Landó- y el acordeonista Alcides Maretto.
"Si bien el tango comenzó a decaer en la década del '60, cuando empezaron a desaparecer las orquestas, hubo un resurgir en los '80. En ese momento, el `negro´ (Isaac Leone) quiso hacer realidad un lugar donde solo se escuchara tango", comentó Terraf a LA VOZ DE SAN JUSTO.
"Por aquel entonces, en los '60, había mucha gente que le gustaba el tango. Después apareció el tango de Astor Piazzolla y comenzó el modernismo del género; el tanguero de siempre estaba acostumbrado a las grandes orquestas que se fueron disolviendo. Eso fue cambiando y se fueron perdiendo adeptos al género", aportó Maretto.
Los tres, en distintos momentos en los que estuvo abierta La Recova, pasaron por su escenario, el mismo al que se subieron otros apasionados intérpretes del género. "Estuvieron Alberto Podestá, Roberto Rufino y Jorge Falcón, entre otros", recodó Maretto.
Roberto Landó (José Cerutti), Oscar Terraf y
Alcides Maretto frente al local que albergó al último "templo" tanguero
"Gracias a Isaac Leone vi a los grandes del tango, esos que escuchabas en la radio los tenías a dos pasos. Leone hizo posible eso por San Francisco", expresó Terraf.
Para los artistas locales, en La Recova "éramos como una gran familia y nuestra segunda casa. Allí no nos unía el compromiso sino el sentimiento. Uno iba a ese lugar porque era donde te sentías cómodo, donde compartías el gusto por el mismo género, donde todo el mundo te respetaba y quería pasarla bien", dijo.
Código de vestimenta
Pagando una entrada se podía acceder a los shows de La Recova que abría los sábados por la noche y algún viernes. Eso sí, cumplir con la vestimenta apropiada era la condición para poder ingresar. "No podías ir con pantalón de jeans o zapatillas. El `negro´ Leone ni loco te dejaba entrar. Los hombres llegábamos de traje y corbata y las mujeres de vestido largo. Eran los códigos tangueros de la década del '40 y del '50", afirmó Terraf.
"Se buscaba el respeto que es propio del tango. La forma en que la gente se comportaba, los modos y las palabras eran las del tango -indicó Landó-. Nunca ibas a escuchar una mala palabra o ver gente que se pelee. Era gente más grande, jóvenes eran los menos".
Hasta cien personas podían ingresar al lugar para tomar una copa o un café en las pequeñas mesitas redondas con sillas de bar o en la barra donde se servían los cócteles. "No se bailaba pero siempre había bailarines profesionales que acompañaban al músico", continuaron los entrevistados.
La inauguración de La Recova el 16 de octubre de 1985 (Gentileza: Fundación Archivo Gráfico y Museo Histórico de la ciudad de San Francisco y la región)
Un lujo del pasado
La Recova nació a mediados de los años 80, luego de la separación de las peñas Amigos del Tango y Tango Amigo, este último, impulsado por Leone. El tanguero creó el archivo del tango y más tarde, con el deseo de tener un lugar de esparcimiento nocturno, decidió abrir el local sobre Pasaje Florida que conectaba con su zapatería, la que llevaba su apellido.
"En La Recova éramos como una gran familia, nuestra segunda casa. Allí no nos unía el compromiso sino el sentimiento. Uno iba a ese lugar porque era donde te sentías cómodo, donde compartías el gusto por el mismo género, donde todo el mundo te respetaba y quería pasarla bien".
"Recuerdo haber ido a tomar café a la casa de Leone y que su mujer le reprochara el haber vendido un departamento en la ciudad de Córdoba para abrir un lugar de primerísimo nivel como fue La Recova", narró Terraf la anécdota.
"Era impresionante lo que había hecho construir en madera para poner a tono La Recova. Si lo comparamos a valor económico de hoy, todo lo que hizo valía lo mismo que un departamento de dos dormitorios en San Francisco. Así de lujoso era el lugar", agregó Maretto.
En honor a Gardel
El nombre de La Recova provino del tango "Vieja Recova", de Carlos Gardel, el ídolo de Leone. "Era tan fanático que no se le podía decir nada malo (del Zorzal Criollo)", bromearon los hombres.
Los músicos lamentan que no exista en la actualidad un lugar como La Recovaen San Francisco. "Poder estar con gente que te apreciaba y que valoraba tu trabajo, se extraña y mucho. Difícilmente vuelva a haber otro lugar como La Recova", concluyó un Landó nostálgico.
Un pasaje bien porteño
El pasaje Ricardo Cornaglia antiguamente se llamaba Florida, evocando la calle Florida Buenos Aires. El mismo se extendió en un tramo de San Francisco, entre Pasaje Lisandro de la Torre y Juan B. Justo, donde antaño pasaban las vías del Ferrocarril Central Córdoba, luego del Estado.
El pasaje surgió cuando en los '70 se urbanizó ese sector de la ciudad sobre lo que fueron los terrenos ferroviarios. Por iniciativa de Isaac Leone, eferente local del tango, se lo denominó Pasaje Peatonal Florida y allí instaló el reducto tanguero en la década del '80. Pasado el tiempo, en la década de 1990 se lo rebautizó Pasaje Cornaglia, en homenaje a Juan Ricardo Cornaglia, primer intendente de San Francisco, en el retorno a la democracia en 1983.
Roberto Landó (José Cerutti), Oscar Terraf y
Alcides Maretto frente al local que albergó al último "templo" tanguero
Foto: Luis Taverna tomó la posta e incluyó al arte plástico ....(pie de foto)
ART, "hija única"
de La Recova TITULO
Entre los años 1997 y 2002, el espacio fue alquilado por el pintor Luis Fernando Taverna, quien por aquellos tiempos daba vida a la agrupación Artistas Plásticos Agrupados (APA) y encontraba en el pasaje un lugar ideal para exponer obras de pintores locales, nacionales e internacionales.
Así nació La Recova ART Centro de Cultura. "Era un lugar pintoresco que habían utilizado los tangueros y aún conservaba la esencia de la cultura, por eso decidí alquilarlo por mucho tiempo hasta que formamos La Casa de los Artistas", recordó Taverna.
"La Recova ART funcionaba de miércoles a domingo. A la gente le gustaba mucho y se quedaba hasta las cinco de la mañana".
Luis Taverna tomó la posta e incluyó al arte
plástico
"Había expuestas obras de Rubén Canello que estaba todos días que funcionaba la Recova ART; también de Miguel Borgarello; del caricaturista José Hernández; de Edelmiro Ceballos; del boliviano Javier Pérez Prada y también había cuadros míos y de otros colegas", contó Taverna.
Taverna decidió cerrar las puertas del lugar en 2002 para trasladarse al Centro Cultural La Casa de los Artistas, en calle Pellegrini . "Se complicaba poder tener una peña o una fiesta cuando alguien estaba velando a un ser querido", argmentó el artista refiriendo a la cercanía de una sala funeraria.