"No teníamos cómo pedir auxilio, nadie nos escuchaba porque estaba todo cerrado"
Así lo indicó Víctor Bosio, una de las víctimas del violento asalto en Josefina, donde ladrones maniataron a un matrimonio y le robaron más de $ 1.800.000.
En la madrugada de ayer, un matrimonio de la vecina
localidad de Josefina fue víctima de un violento robo en su casa, ubicada en la
avenida Frattin 218.
El matrimonio integrado por Rosalía Silvestro (74) y Víctor Bosio (75) se encontraba durmiendo cuando la mujer escuchó ruido y observó que habían ingresado al dormitorio dos personas que los alumbran con una linterna, se tiraron arriba de su marido, tapándole la boca con la mano y diciéndole "no hagan ruido, quédense quietos"
La pareja habló con LA VOZ DE SAN JUSTO y contaron que los malhechores los ataron de pies y manos con unos cintos y comenzaron a arengarlos solicitándoles que les entregaran dinero mientras los golpeaban en la cara y la cabeza.
Los delincuentes revolvieron toda la habitación y en uno de los cajones hallaron dinero. A las víctimas las encerraron en la parte del vestidor y cerraron la puerta con llave, huyendo del lugar. Pasado un rato largo, pudieron desatarse, y recién cerca del mediodía, familiares hallaron la llave tirada y abrieron la puerta.
Los autores del hecho sustrajeron una suma de dinero de alrededor de USD 30.000 y $ 75.000, dos relojes y alhajas de oro.
El matrimonio relató que estuvo encerrado ocho horas en el vestidor, "desde las 5 de la mañana hasta las 13, que llegó una nieta", afirmó la mujer. "No teníamos como pedir auxilio, nadie nos escuchaba porque estaba todo cerrado", agregó.
Según las primeras pericias, los desconocidos saltaron una tapia que da hacia la calle para ingresar al interior de la vivienda y habrían barreteado una ventana.
La propiedad no cuenta ni con sistema de alarmas ni tampoco cámaras de seguridad y está ubicada en una zona muy transitada de la localidad. "Nosotros siempre creímos que la casa era segura, nunca nos imaginamos que pudiera ocurrirnos algo así", aseguró el dueño de casa.
Uno de los datos que llamó la atención es que los delincuentes en ningún momento mostraron armas, solo un hierro de pequeñas dimensiones con el cual golpeaban al matrimonio.
Bosio indicó que lo golpearon pero nada grave, en tanto que, a su esposa le dieron algunas cachetadas mientras les exigían que les entregaran el dinero que tenían en la casa.
El matrimonio, indicó que no alcanzaron a verles la cara, "nos tenían boca abajo en la cama y no nos dejaban darnos vuelta, creo que por la voz eran personas de unos cuarenta años aproximadamente", afirmó el propietario.
Con respecto al botín que se llevaron, la pareja precisó que hacía una semana que habían vuelto de Canadá, donde vive uno de sus hijos. "Además de algunas alhajas que encontraron en la casa, el dinero que se llevaron sería producto de un negocio que había concretado el dueño de casa, esa plata estaba de paso en la casa, no lo teníamos guardado", indicaron.