Entrevista
“Necesitamos ir más allá del que vende en la esquina”, afirma la nueva fiscal antinarco

“Sabía que iba a enfrentar algo muy complicado” pero “no vine a tener miedo, vine a investigar”. María Florencia Bortolussi asumió en una región considerada “zona caliente” por el avance del narcotráfico. En entrevista con LA VOZ DE SAN JUSTO, analizó los desafíos de su nueva gestión, valoró el equipo heredado y se mostró decidida a combatir los kioscos de droga que afectan a los barrios.
Por Cecilia Castagno | LVSJ
María Florencia Bortolussi (44) acaba de asumir al frente de la Fiscalía de Lucha contra el Narcotráfico en San Francisco, en reemplazo del retirado Bernardo Alberione. Nacida en Santiago del Estero y formada en la Universidad Nacional de Córdoba, se desempeñó durante años en fiscalías de la capital provincial y de Villa María, enfocándose en delitos económicos, contra la propiedad y homicidios. Aunque reconoce que el narcotráfico no era su área de trabajo habitual, asumió el nuevo rol con firmeza y convicción. “Si tuviéramos miedo, nadie trabajaría en esto”, asegura.
San Francisco y su zona de influencia —particularmente Frontera y Josefina, del lado santafesino— han sido históricamente señaladas como espacios de fuerte presencia del narcotráfico y narcomenudeo. La designación de Bortolussi cierra una vacante que había sido reclamada incluso por Alberione ante el gobernador Martín Llaryora antes de retirarse. “La gente tiene que saber que quien comete un delito va a la cárcel. Esa es la señal que hay que dar”, afirma la fiscal en entrevista con LA VOZ DE SAN JUSTO.
—¿Qué la motivó a asumir este cargo en el área de narcotráfico?
Cuando me designaron, valoré el desafío de ver cosas nuevas y conocer otra realidad. La temática me interesaba y sabía que iba a enfrentar algo muy complicado. Hay todo un trasfondo en la lucha contra el negocio de la droga que no se ve, pero que es necesario destacar. A eso vine. Creo que si tuviéramos miedo, nadie trabajaría en esto. ¿Por qué tendría que tener miedo de enfrentar esto? Si tuviéramos miedo, no habría nadie en estos lugares.
—¿Cuál fue su experiencia previa en este tipo de delitos?
No tuve cargos vinculados específicamente al narcotráfico. Mi experiencia ha sido más en delitos económicos, homicidios, robos. Me gusta mucho investigar y ese es un rasgo que me acompaña. Pero el narcotráfico es un nuevo campo para mí.
—¿Cuáles serán sus prioridades al frente de esta fiscalía?
Yo quiero desbaratar a quienes comercializan drogas. Pero también ir más allá en la trama detrás de esos bunkers o “kioscos” que afectan la vida cotidiana de los vecinos. Cuando una vecina dice “Mirá, ese vende ahí”, eso ya es un llamado de atención. Quiero que ese vendedor que de golpe aparece con un auto cero kilómetro, mientras la mujer que trabaja todos los días anda en bicicleta, tenga consecuencias. Ese mal ejemplo social es el que quiero erradicar. ¿Cómo le explica una madre a su hijo que está bien trabajar, si el que vende droga anda en un auto importado?”, se pregunta con énfasis.
- ¿No es insuficiente la represión del delito sino va acompañada de políticas sociales complementarias?
—Por supuesto. Pero mi rol es atacar el delito. Mi mensaje es claro: quien las hace, las paga. En todo acto ilícito debe haber consecuencias. La justicia penal no resuelve los problemas sociales de fondo, pero sí tiene la obligación de actuar con firmeza cuando se infringe la ley.

—¿Planea implementar algún cambio en la forma de investigar o perseguir este tipo de delitos?
Me encontré con un equipo excelente. Están muy actualizados, los expedientes están al día. No encontré sorpresas. Es un equipo profesional que sabe lo que hace. Si bien aún no me reuní con Alberione, valoro profundamente la trayectoria que tuvo y el equipo que dejó. Mi línea será mantener una fiscalía ejecutiva, resolutiva, que diga: “Vamos y lo hacemos”, pero también profundizando la investigación.
—¿Qué rol le asigna al trabajo conjunto con las fuerzas (FPA, Policía Federal, Gendarmería, Policía de Córdoba)?
—Es fundamental. Todos debemos trabajar juntos. No importa quién se lleva el logro, sino que la droga se combata en el barrio. A la gente no le interesa si fue la FPA, la Federal, Gendarmería o la Policía de Córdoba. Lo que quiere es que se actúe.
—¿Qué tipo de narco-organizaciones predominan en esta región?
Hace muy poco que asumí, pero ya pude ver en algunas causas que hay mucha droga circulando. Mi directiva hacia el equipo es siempre la misma: “Busquemos más, lleguemos hasta el origen de esa droga”. Necesitamos ir más allá del que vende en la esquina.
—¿Y cómo impacta el narcotráfico en otros delitos?
Muchísimo. En causas de violencia familiar, por ejemplo, es común ver padres que dicen: “No sé qué más hacer”, y terminan echando al hijo a la calle. Eso atraviesa todas las clases sociales. Cuando empecé en la Justicia, le preguntabas a un imputado si consumía y decía que no. Hoy, la mayoría te dice que sí, que consume cocaína o marihuana, aunque no beban alcohol. Además, me llamó la atención que en esta fiscalía la mayoría de las causas tienen sentencia. Llegan a juicio, ya sea por juicio abreviado ante la Cámara del Crimen, hay condena. Eso es clave: hay una respuesta concreta de la Justicia.
—¿Qué le diría a quienes sienten que el narcotráfico ya ganó?
Una de las cosas que más me duele es cuando dicen que la Justicia no hace nada. Acá se trabaja muchísimo, incluso fuera del horario formal. No es un trabajo administrativo, se necesita vocación y pasión. El Ministerio Público Fiscal es independiente del poder político o económico, pero también necesitamos herramientas. Las autoridades provinciales, municipales y las fuerzas de seguridad se pusieron a mi disposición. Me dijeron: “Vas a una zona caliente”. Bueno, allá vamos. Todos buscamos lo mismo: luchar contra el flagelo del narcotráfico.
—¿Cómo evalúa la situación del narcotráfico en Córdoba?
En Córdoba, quien delinque va preso. Capaz que la sociedad no se da cuenta, pero que digan que somos “muy carcelarios” nos deja tranquilos a quienes trabajamos en esto. Porque eso espera la sociedad: una respuesta concreta, aunque siempre dentro de la ley y el Código Procesal Penal.
— ¿Considera importante mantener una comunicación activa con la ciudadanía sobre los avances en la lucha contra el narcotráfico?
La mediatización excesiva de las causas no le sirve a nadie. Pero sí creo que la gente debe estar informada. La publicidad y la transparencia forman parte del Ministerio Público Fiscal. Es necesario que el ciudadano sepa qué se hace, sin poner en riesgo las investigaciones.
—¿Qué le gustaría haber logrado al final de su gestión?
Eso lo sabré con el tiempo. Pero me gustaría dejar una buena impronta. Poder caminar tranquila por la calle, tomar un café y que nadie te reproche nada. La imagen que la sociedad tiene de la Justicia se construye día a día. Muchas veces recién creen en la Justicia cuando son víctimas de un delito y reciben una respuesta. También quiero que la gente se anime a denunciar. El 0800-888-8080 es una herramienta clave. Es seguro, anónimo, y no deja rastros. Si no hay denuncia, no hay investigación.