Necesario apoyo al sector pyme

La importancia de pequeñas y medianas empresas en términos de generación de puestos de trabajo y de valor agregado a la producción primaria está fuera de toda discusión: 7 de cada 10 empleos en la Argentina los generan las Pymes.
Mientras la incertidumbre campea en el ámbito económico nacional y el aguardo de decisiones para paliar la crisis financiera que se abate con fuerza sobre el país, el gobierno está dando algunas señales de haber comprendido la situación. Quizás lo hace de manera tardía, con lo que las reacciones no tendrán efecto inmediato, pero al menos sus voceros ya han atenuado las expresiones voluntaristas para admitir que es necesario barajar y dar de nuevo en materia macroecónomica.
Así, en un acto realizado en la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), el propio presidente insistió con el discurso que utiliza cada vez que se refiere a las pymes "Son el corazón de la Argentina, un motor", sostuvo. Pero también reconoció que "estamos lejos de haberles podido dar las herramientas que tienen en otros países", dijo antes de recordar que 7 de cada 10 empleos en la Argentina los generan las Pymes.
En este marco, el intento de llevar alivio a algunos sectores se centró hace pocos días en las pequeñas y medianas empresas. El gobierno nacional anunció una serie de medidas tendientes a alivianar la pérdida de rentabilidad de las pymes, a través de una serie de beneficios fiscales. Además relanzó el Ahora 12, sistema subsidiado, mediante el cual se realiza una buena parte de las adquisiciones de ropa, calzados y electrodomésticos. Esto tendrá vigencia hasta fin de año y su objetivo será evitar que el consumo siga cayendo. El panorama de beneficios lo completa el compromiso asumido por el Estado nacional ante las cámaras empresariales y la UOCRA (Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina), de no bajar la inversión en obras públicas y regularizar los pagos atrasados, especialmente a las pymes del sector.
La importancia de las pymes en términos de generación de puestos de trabajo y de valor agregado a la producción primaria está fuera de toda discusión. Sin embargo, la historia económica del país demuestra que siempre han sido olvidadas o menospreciadas en el diseño de las políticas públicas. Han sido las principales perjudicadas en los períodos de más turbulencias, pero sus propietarios y sus trabajadores continuaron apostando a la producción como la más genuina actividad para mejorar la calidad de vida. Este esfuerzo ciclópeo no ha sido debidamente reconocido casi nunca. Por ello, mientras la ciudadanía aguarda que esta nueva crisis no termine en el descalabro de otras similares, se aguarda que estas medidas tiendan a beneficiar decididamente al sector pyme, motor esencial del trabajo y de la producción, corazón de las economías regionales y baluarte central de la cohesión social.