Narcomenudeo: pudo demostrar que era víctima de violencia de género y fue absuelta
Su agresor, que la amenazaba para que vendiera droga, fue condenado a seis años de prisión. También la hermana del hombre, aunque no irá a la cárcel.
En un fallo sin precedentes en la justicia provincial, en los tribunales de San Francisco una mujer que llegó a juicio imputada por comercialización de estupefacientes, fue absuelta al comprobarse que 10 años atrás era víctima de violencia de género y era su pareja quien la obligaba a vender droga.
Por su parte, el hombre identificado como Franco David Peralta (29), alias "Misil", fue condenado a seis años y seis meses de prisión efectiva por los delitos de "comercialización de estupefaciente agravada, defraudación por sustracción, lesiones leves calificadas, violación para impedir la propagación de epidemia (Art. 205 del Código Penal), violación de domicilio, lesiones leves calificadas, desobediencia a la autoridad (dos hechos), hurto y coacción", mientras que su hermana, Erika Vanesa Peralta (32), recibió tres años de prisión de ejecución condicional por "comercialización de estupefaciente calificada".
En el mismo juicio, Evelin Janet Chivarani (27), fue absuelta del delito que se le imputaba, "comercialización de estupefaciente calificada", tras declarar haber sido víctima de violencia por parte de su pareja y padre de sus cinco hijos, Peralta, quien mediante amenazas la obligaba a entregar el estupefaciente en la Plaza Eva Perón y en un bar de Arroyito, bajo la modalidad de narcomenudeo.
Las penas fueron aplicadas por un tribunal unipersonal a cargo del vocal de la Cámara Criminal y Correccional de San Francisco, Guillermo Rabino. Como fiscal de cámara ofició Consuelo Aliaga Díaz mientras que las defensas de los imputados estuvieron a cargo de los asesores letrados César Testa, en el caso de los hermanos Peralta, y Lucio Sarnago, por Chiavarini.
La mujer declaró además que estando embarazada, el hombre la golpeaba en el vientre, incluso dio como referencia el año 2011 cuando estuvo internada en el Hospital Municipal "Dr. Carlos J. Rodríguez". Todos los dichos de la joven fueron confirmados por su madre en el transcurso de la audiencia.
También se demostró que Franco Peralta era consumidor de cocaína y que obligaba a su pareja y a su hermana a vender el estupefaciente o bien entregar lo que él había comercializado antes.
La investigación se inició en Arroyito a partir de procedimientos realizados por la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA). Los tres detenidos habían sido imputados en su momento como presuntos autores de "comercio agravado de estupefacientes".