Murió Mario Pereyra: adiós a la marca de la radio cordobesa

Este lunes, amaneció distinto. La radiofonía de Córdoba ya no tiene a su líder, al que marcaba el rumbo. Nada será igual para Cadena 3, ni para todas las emisoras de la provincia.
Por Julio Perotti | LVSJ
Era auténtico y eso lo convertía en un hombre controvertido. Conocía la radio hasta lo más profundo y eso le permitía armar programas en todos los formatos. Tenía un olfato muy fino y eso le implicaba su relación con las audiencias para sorprenderla en todo momento.
Marca de la radio cordobesa y argentina en las últimas décadas, Pedro Mario Pereyra o Mario Pereyra o simplemente Mario murió en la madrugada de este domingo en el Instituto Modelo de Cardiología, donde se encontraba internado desde el 13 de octubre pasado luego de haber contraído coronavirus.
Su esposa Estela se encuentra aún en la misma institución, también como consecuencia de la Covid-19.
Apenas comenzó a correr la noticia, la mañana se llenó de mensajes de condolencia, entre ellos el del arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, durante la misa que desde las 8 se transmitía, como cada domingo, por Cadena 3.
Pero también hubo mensajes que cuestionaron aspectos del pasado, como una entrevista al represor Luciano Benjamín Menéndez, o su reconocido alineamiento político con Mauricio Macri, además de marcarle una agria discusión con Alberto Fernández cuando era candidato presidencial, en julio de 2019.
Más allá de estas percepciones, Mario Pereyra dejó a Cadena 3 líder en audiencia y en asociación con 33 emisoras de todo el país, entre ellas la sanfrancisqueña Galaxia 88.7. Esa cifra llega a un centenar si se consideran las repetidores de FM Córdoba y otras emisoras del mismo grupo empresario.
Cadena 3 lo recordó con un compromiso: "Mario nos ha dejado un camino: hacer la gran radio. La radio que entretiene, que informa, que opina y que se ofrece a nuestra gente para que ella también se exprese".
Su biografía dice que nació en San Juan el 20 de julio de 1943, que cursó el bachillerato en el Colegio Don Bosco, y que muy joven empezó su trabajo en radio.
Estuvo en Radio Colón y en Radio Sarmiento, de San Juan, pero también tuvo una incursión en Radio de Cuyo (Mendoza), hasta que en 1983 llegó a Córdoba, con su amigo y socio Rony Vargas.
En 1990 se sumó como accionista de Radiodifusora del Centro S.A. y se pone al frente de la dirección artística y del proyecto que, desde LV3 Radio Córdoba, se convierte en Cadena 3 Argentina. En 2017, fue galardonado con un Premio Konex por su aporte al mundo de la comunicación.
Es que allí estuvo su aporte esencial, en mostrar a la radio como una fuente inagotable de información y entretenimiento. Con esa idea, Cadena 3 se caracterizó por todo tipo de coberturas, desde los tradicionales festivales de verano en Córdoba o el de Viña del Mar, hasta la presencia en eventos de carácter internacional, con sus periodistas en cualquier punto del planeta las 24 horas.
Pero, además, había una impronta personal de Mario Pereyra, quien siempre decía que no se identificaba periodista sino como "humilde" o "simple" presentador, pero que era capaz de cambiar la agenda de Cadena 3 y de todos los medios de la competencia.
La puerta de Cadena 3, con flores y mensajes para Mario. En el ingreso al edificio de Cadena 3, oyentes expresaron su tristeza y dolor con carteles y escritos.
Juntos, su programa, tenía un formato muy estandarizado en las primera hora: un tango (lo seleccionaba él personalmente), la ronda del tiempo (con la presencia de periodistas de todas las radios asociadas), la agenda del día (con Luis Fernández Etchegaray, desde Buenos Aires) y la mesa de café (históricamente con Miguel Clariá o Fernando Genesir).
Pero luego dejaba fluir a la radio. Entonces, podía plantarse contra los temas de los que todos los medios hablaban e instalar otras ideas distintas. Y mal que nos pese admitir a los que trabajábamos en competencia con Cadena 3, era altamente probable que tuviésemos que cambiar nuestros propios enfoques.
Tenía una fina sensibilidad para percibir los intereses de la su audiencia y darle respuesta. Por eso, era frecuente que al aire sorprendiera a su producción y les pidiera: "A ver, Juan (Bernaus), averiguate qué pasó en...". Y eso podía modificar el rumbo informativo de la mañana.
Así como era un archivo andante sobre tango, también le encantaba hablar sobre el viejo cine argentino. Rescataba del olvido a actrices o actores que se habían ido de la memoria colectiva.
Lo mismo con el folklore, porque tenía capacidad de hacer una simbiosis entre los aquellos cantores de tres o cuatro décadas atrás con las nuevas figuras, que lo recuerdan como un gran impulsor de sus carreras. En esa idea, todos los días se destacaba "la peñita de Juntos", donde convivían unos y otros.
La política en las venas
El liderazgo en audiencia le permitió salirse de un camino del medio en la política. Desde hacía muchos años, se definía como liberal y reconocía su amistad con Mauricio Macri, a quien se permitía aconsejar al aire y a quien llegó a decirle que estaba equivocando el rumbo cuando era presidente.
Esta postura lo colocó claramente de un lado de la grieta y fue, en cierta manera, la causa de su discusión con Alberto Fernández en plena campaña electoral.
- En la actualidad están hablando de que hay que cambiar la Justicia -lo interpeló Pereyra a Fernández, durante una entrevista en "La mesa de café".
-Yo no dije eso -le contestó Fernández.
-La gente de su partido... -aclaró Pereyra.
-¿Las cosas que dice Carrió se las carga a Macri? Seamos ecuánimes. Sé que es opositor mío, pero sea ecuánime -le retrucó el exjefe de Gabinete.
Pereyra volvió a la carga.
-¿Por qué no salió a decir que no tenemos que cambiar la Justicia?
-Usted escucha selectivamente. Yo nunca dije eso, dije quinientas veces que lo que dijeron Mempo Giardinelli y Zaffaroni no es mi opinión -aseguró Fernández.
-¿Usted dice que eso no va a pasar? -volvió a preguntar Pereyra.
-No voy a hacer eso -le contestó el ahora presidente.
-Lo quiero grabar -insistió Pereyra.
-Grábelo, lo va guardar de recuerdo, porque no me va a poder retrucar nada, como no me pudo retrucar nada hasta ahora -respondió Fernández-. Si bajara la animosidad y recuperara la ecuanimidad... yo no miento, el que miente, es Macri. Yo soy el hijo de un juez.
En agosto pasado, el Presidente presentó un proyecto de reforma judicial, como el que había negado un año antes.
Ayer, Cadena 3 prometió: "Seguiremos siendo en honor a Mario, la radio comprometida con la libertad y la República. La radio que acompaña a todos, la radio de la gente".
Aunque no estaba al aire desde que fue internado, la expectativa de su regreso al micrófono se mantenía latente. Sus colaboradores continuaban trabajando en su misma línea.
Este lunes, amaneció distinto. La radiofonía de Córdoba ya no tiene a su líder, al que marcaba el rumbo. Nada será igual para Cadena 3, ni para todas las emisoras de Córdoba.
La despedida de Macri
El expresidente Mauricio Macri despidió a Mario Pereyra, con quien tenía una profunda amistad.
"Querido Mario, hoy es un día triste para todos lo que te queremos. Tu familia, tus amigos, millones de cordobeses y argentinos en todo el país. Yo que te sentí cada vez más como un padrino, primero desde la distancia y después conociéndonos, fuimos compartiendo esta pasión por sacar la Argentina adelante.
Estoy seguro de que vamos a extrañar el sentido del humor, el sentido común y esos valores de honestidad, frontalidad, sinceridad que siempre has transmitido. Te voy a extrañar mucho, querido Mario Pereyra, pero nos volveremos a encontrar y comentaremos con alegría cómo logramos que Argentina salga adelante. En unos años lo vas a poder ver y vamos a poder comentar que finalmente sucedió. Hasta pronto, Mario querido", finalizó Macri.
Estirpe sanjuanina
"Es raro, pero en Córdoba tuvimos un intendente de la ciudad capital y después gobernador, sanjuanino: Ramón Mestre. También Olga Riutort, dirigente y exesposa de (José Manuel) De la Sota. Estamos también con Rony que somos los visibles, pero hay muchísimos que vinieron a estudiar y se quedaron. En el 68 me fueron a buscar de LV3. Vine de San Juan y estuve poco más de tres años. Pedí que lo trajeran a Rony; les decía que era mejor que yo. Nos quedamos hasta avanzado el 70. Nos iba bien en audiencia pero era preocupante en lo económico y regresamos a San Juan. En los 80 nos volvieron a llamar para la temporada, para el operativo verano, que era siempre exitoso. Vine sin cobrar, iba a porcentaje de las utilidades. Rony, que quería regresar, me insistió en que debíamos probar. Al final, me quedé y ya no me fui más".
Mario Pereyra en una entrevista con el diario La Nación.