Mujeres metalúrgicas: ellas también buscan un lugar en las máquinas
Lidia y Sofía cursan la Tecnicatura Superior en Gestión y Mantenimiento Industrial y contaron que todavía no consiguieron trabajo mientras que todos sus compañeros están empleados. Hace unos días, se recibieron como operarias de torno CNC, siendo las dos únicas mujeres del grupo.
Por Stefanía Musso | LVSJ
Cada vez son más los cursos que se proponen para capacitar a futuros trabajadores. De hecho, se está convirtiendo en una exigencia en muchos sectores y uno de ellos es la industria metalúrgica. Sin embargo, a pesar de la formación, el género puede ser un impedimento para ingresar al mercado laboral.
En marzo, un trabajo de la Mesa de Equidad de Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra) indagó sobre la situación de las mujeres en la Industria Metalúrgica y evidenció que apenas el 17 % de las empresas están lideradas por mujeres, aunque el magro dato resulta bastante más interesante si se tiene en cuenta que apenas un 11 % promedio en las firmas del rubro son mujeres.
Pero la buena noticia es que Admimra se planteó esta necesidad de conocer la situación de las mujeres desde la perspectiva de género puertas adentro de las empresas metalúrgicas para comprender necesidades e inquietudes.
Mientras tanto, muchas son las que eligen seguir estudiando y capacitándose, al aguardo de la posibilidad de un trabajo formal.
Este es el caso de la sanfrancisqueña Lidia "Liz" Rolón (32) y Sofía Peralta (24), de la localidad santafesina de Las Petacas, que están a un paso de egresar como Técnica Superior en Gestión y Mantenimiento Industrial de la Escuela Normal Superior Dr. Nicolás Avellaneda, de la ciudad de San Francisco.
Ellas están haciendo su tesis, pero todavía no tuvieron posibilidades de ingresar al mundo laboral como así los otros alumnos que integran la matrícula.
A pesar de estas dificultades, ellas decidieron no bajar los brazos y seguir formándose en distintas disciplinas. Hace días, se recibieron como Operadoras de Torno CNC en el primer curso que brindó la empresa Akron. En ambos casos, fueron las únicas mujeres presentes entre varones.
De egresar este año en la tecnicatura, serán las primeras mujeres recibidas de 20 que cursan actualmente, desde que se abrió la carrera en la Escuela Normal en 2015.
"Me gusta mucho lo relacionado con la industria. Iba a estudiar Ingeniera Industrial, pero salió esta carrera más corta que además prometía una buena salida laboral, que es algo nuevo y se está necesitando", confió Sofía Peralta.
Liz, por su parte, comenzó la carrera de más grande, ya que antes tuvo que trabajar para poder sostenerse, pero siempre fueron trabajos que ella siente la limitaron hasta que se presentó esta oportunidad en su vida. "Cuando terminé el secundario, no había cursos con salida laboral pronta que te dieran un oficio; mucho menos, carreras gratuitas como hay hoy. Por eso, tuve que salir a trabajar y lo primero que conseguí fue como niñera, luego como empleada doméstica. Estos suelen ser los oficios en los que se nos encasilla a las mujeres cuando no ternemos una profesión".
"Me fui de la ciudad para conseguir trabajo y solo pude hacerlo en un hotel donde fue precario, mal pago y sufrí acoso laboral. Por eso volví con las ganas de conseguir algo distinto y aunque no era mi plan estudiar esta carrera porque no tuve suerte en el ingreso de Administración de Empresas, me encontré con la tecnicatura. Tenía miedo porque sabía que era un mundo de varones y más chicos que yo, pero fue totalmente diferente porque quería estar por delante del miedo, que no me superara y me enamoré de la industria".
"Son pocas las mujeres que tienen conocimiento de esta carrera. Cuando las mujeres vean y tengan un ejemplo de alguna que lo hizo puede contagiarse y sumarse a estudiar. Nosotras podemos estar frente a una máquina o encargarnos de la gestión de mantenimiento de las mismas".
Sofía: "Desde primer año de la carrera que buscamos trabajo y no nos llaman. Es muy difícil"
Un mundo de varones
Según las chicas, sus compañeros de clase están consiguiendo trabajo. En algunos casos, un compañero tuvo hasta tres propuestas laborales mientras ellas siguen esperando por una oportunidad. "Desde primer año de la carrera que buscamos trabajo y no nos llaman. Es muy difícil", contó Sofía.
La joven de Las Petacas sufrió la discriminación en primera persona cuando fue a buscar trabajo. "Lo primero que me dijeron fue que no aceptaban mujeres. A eso, le tengo que sumar mi condición física - la joven padece Epificiolisis de cadera lo que le impide una marcha normal- lo que hace que todo sea casi imposible".
Cabe destacar que en las fábricas de la ciudad hay mujeres, pero según las entrevistadas, "ellas manipulan piezas, no están frente a las máquinas como nosotras y ese lugar siempre lo ocupan los varones".
En lo que a máquinas refiere, "es un mundo completamente para hombres. Ellos suelen estar más cerca de los oficios que nosotras. Tienen la posibilidad de ir a las escuelas técnicas como una opción, cuando no siempre es común para que vayan o muchas chicas no pudieron terminar el secundario y no lograron acceder a estas formaciones", agregó Liz.