Muerte de colectivero en Buenos Aires: cómo se cuidan en San Francisco los choferes
La muerte de un chofer de colectivo en Buenos Aires puso en alerta no solo a sus pares de San Francisco sino también a los remiseros. Sostienen que hoy hay que cuidarse de otra manera.
El crimen de Leandro Miguel Alcaraz, el colectivero de la línea 602 que fue asesinado a quemarropas por dos delincuentes en La Matanza (provincia de Buenos Aires) que minutos antes habían discutido con él por querer que los traslade sin contar con la tarjeta Sube, pone en alerta a quienes trabajan en el transporte público en todo el país.
En este caso, si bien hasta el momento en San Francisco no se vivieron tragedias de este tipo, en algunas ocasiones, quienes conducen las unidades del servicio de transporte urbano de pasajeros o bien aquellos conductores de remises o taxis se vieron en situaciones de riesgo, aunque menores, que pudieron haber puesto en peligro su integridad física.
En el caso del servicio de transporte urbano de pasajeros, estas unidades recorren diversos puntos de la ciudad y allí es cuando algunas personas intentan abordar las unidades pese a no contar con el dinero para pagar el pasaje. Y cuando sucede y el peligro está latente, se suele permitir el viaje.
Ezequiel, Eduardo y Paolo son choferes de unidades del servicio de transporte urbano de pasajeros en nuestra ciudad y reconocen que suelen presentarse situaciones complejas mientras realizan su trabajo: "Hay ocasiones donde se presentan pasajeros en cualquiera de las líneas, que suben a los coches y te dicen que no tienen dinero para el pasaje y preguntan si los podemos llevar igual. Si bien están tranquilos cuando preguntan, por lo general los llevamos, sobre todo para no tener problemas", aseguraron.
Al mismo tiempo, informaron que no se trata de una cuestión de horarios sino que se puede dar en cualquier momento del día: "La gente anda todo el día y si bien no son muchos, siempre está aquel que te pide que lo lleves sin pagar y se trata de todo tipo de pasajeros, ya sea mujeres, hombres, jóvenes, personas mayores. No hay diferencia en esto", explicaron, agregando que en varios casos haciendo el trámite correspondiente podrían estar comprendidos entre los usuarios de los boletos gratuitos o pases libres para carenciados. "En Desarrollo Comunitario brindan los pases para personas de escasos recursos, solo hay que llevar a cabo el trámite correspondiente pero parece que algunos no quieren hacerlos y prefieren viajar de esta manera", reflexionaron.
"No hemos tenido que pasar por situaciones trágicas, pero
nos cuidamos", dicen los colectiveros de nuestra ciudad
De todas maneras, los choferes reconocieron que en algunas ocasiones las unidades sufrieron piedrazos al pasar por algunos barrios de la ciudad. "Una vez apareció un disparo en una de las unidades. De todas maneras, más allá de estos hechos puntuales en San Francisco no hemos tenido que pasar por situaciones trágicas como se están dando en el Gran Buenos Aires con la inseguridad que tienen los choferes de colectivos".
Precauciones entre los remiseros
En el ámbito remisero la inseguridad es algo que se conversa entre los choferes y permisionarios, quienes para evitar caer en situaciones como estas toman diversas precauciones.
En este caso, Osvaldo comentó que "hoy circular por la calle está muy difícil. En mi caso particular me cuido trabajando menos horas y tomando pasajes que me parece que son confiables y corto a las 19.30. Esto significa que para estar seguro, debo renunciar muchas veces a la rentabilidad, pero prefiero hacer esto que arriesgarme a sufrir algún hecho de inseguridad".
En el ámbito remisero la inseguridad es algo que se conversa entre los choferes y permisionarios, quienes para evitar caer en situaciones como estas toman diversas precauciones
Reconoció luego que "esta es una actividad en la que uno nunca sabe cuándo le puede tocar algo así. En caso de que toque será porque no lo pudimos evitar pero mientras se pueda, lo voy a hacer", sostuvo.
El temor a ser víctimas de algún hecho de robo o violencia, obliga a muchos remiseros a seleccionar los pasajes.
"Muchas veces tenemos que fijarnos en la cara del cliente. Es lamentable esto pero no queda otra. Si tiene alguna apariencia que puede ser sospechosa prefiero perder el pasaje, es decir, un promedio de 50 pesos, a que me roben en el remis".
A su vez, Miguel explicó que "para cuidarme me baso en mi experiencia, conozco a la gente y me estoy fijando permanentemente en las caras y sobre todo también en el destino del viaje. He pasado por situaciones en las que me tuve que negar a ir a determinados lugares porque no conocía a esa persona y pensaba que me podían robar. En estos casos no suelen reaccionar de la mejor manera cuando escuchan que me niego a llevarlos pero prefiero que se ofendan a que me pueda pasar algo".
Si bien durante la semana trabaja en horario diurno, los fines de semana combina su tarea con la noche y allí es cuando, según indicó, "hace más de 20 años que hago la noche y me fijo mucho a quién cargo en el coche. De todas maneras, hace varios años me pasó de que me hayan puesto un revólver en la nuca y terminé en barrio Acapulco. Esa experiencia hizo que me tenga que cuidar más y tome mis precauciones, no queda otra", concluyó.