Sociedad
Morteros vuelve a tener sus Scouts dedicados a cuidar la naturaleza
Scouts Ansenuza de Morteros se fundó hace un año, luego de la desaparición del anterior en 2005. Apasionados por la naturaleza y su cuidado, hoy conforman un grupo con valores dedicados principalmente al medioambiente.
Con el pañuelo de colores verde por la naturaleza, el celeste por el agua y el cielo y el rosado representando al flamenco, animal referente de Miramar de Anzenuza, el grupo Scout Ansenuza Morteros celebró su primer año de vida.
Motivados por el valor de cuidar el medioambiente, este grupo cuenta con un importante grupo de chicos entre 7 y 14 años, de las ramas Unidad Scout y 20 en la rama manada más 13 educadores entre 24 y 74 años
En palabras de Marcos Strada, jefe de grupo y ayudante en Rama Unidad Scout del Grupo scout Ansenuza Morteros, “la idea de crear este grupo proviene del área de turismo en función de la creación del Parque Nacional Ansenuza. Con la convocatoria y la gran respuesta pudimos formar la unidad Scout Ansenuza Morteros”.
Valores y metas
Sobre los valores del grupo, Strada confió que “en este primer año nos pusimos como tarea que se vuelva a conocer lo que es el movimiento scout en la ciudad, a pesar de que hace muchos años atrás hubo un grupo”.
“Muchos de los padres, niños, niñas y jóvenes de la ciudad hoy en día nunca habían escuchado del movimiento, lo cual es una tarea muy ardua, ya que a pesar de las publicaciones en los medios de comunicación durante el año, todavía hay personas de la ciudad que no conocían sobre el tema”.
“También nos propusimos que los mismos chicos interesados conozcan el movimiento, lo entiendan y lo vivan. Que aprendan los valores como el respeto, el cuidado de la naturaleza, el ayudar al prójimo, el querer a los seres vivos, el cariño a la familia, etc”.
Respecto a las metas, “a principio del año nos propusimos algunas, las cuales pudimos llegar a cumplir y algunas otras quedaran para el año que viene. Por un lado, acomodar el espacio físico donde realizamos las actividades y tener un mástil, un objeto importante para nosotros que un papá armó y donó”.
“También otras de las metas –siguió Strada- fue hacer crecer el grupo en beneficiarios y adultos lo cual se logró en gran medida, a pesar de que hoy en día es difícil porque el voluntariado en los adultos se perdió muchísimo y a no todos los niños, niñas y jóvenes les gusta lo que es el movimiento scout”.
Para Strada, la importancia de mantener abierto el grupo es porque “se trata de un lugar donde ellos pueden conocer nuevos amigos, convivir con la naturaleza, encontrar contención de los problemas diarios que pueden llegar a vivir en sus familias, aprender valores y conocer herramientas las cuales le servirán a enfrentar la vida adulta el día de mañana. En otras palabras, es un lugar sano donde cada participante tiene la total libertad de ser uno mismo y no ser mal visto por eso”.
Un año de vida
Hace días nomás el grupo cumplió su primer año de vida. “Para nosotros significa una gran satisfacción. El gran esfuerzo que se realiza sábado tras sábado, en organizar las actividades y las reuniones que se comienza a ver reflejado en los chicos, no solo dentro del grupo, sino también que esos valores que se trabajan con los chicos los fin de semana, ellos mismo lo comienzan a volcar en su vida con la sociedad”, reflexionó el hombre.
“Ver eso, o que los mismos padres te compartan esas experiencias fuera del grupo da gran satisfacción el saber que uno está por el camino correcto y te motiva a seguir trabajando para el día de mañana podamos seguir formando futuros líderes y todos podamos vivir en un mundo mejor”.
Sumarse a un grupo Scout “es un lugar sano, un lugar donde se presenta el respeto, el compañerismo, la solidaridad, un lugar donde los chicos aprenden cosas nuevas y sanas, también están alejado de la tecnología, sociabilizan con personas nuevas, muchos chicos vienen para hacerse amigos nuevos. También comienzan aprenden el cuidado de uno mismo y de la medio donde vivimos ya sea nuestros hogares o la naturaleza”.
Con esfuerzo y voluntad, el scout y su equipo buscan sumar más gente a este gran movimiento: “Hoy en día nuestro mayor desafío es poder hacer crecer más el grupo, que podamos abrir todas las ramas del movimiento, poder llegar a mas niño, niñas y jóvenes de la ciudad, poder conseguir más adultos voluntarios que participen de las actividades”, concluyó.