Sociedad
Mónica a Inés, un legado familiar en la farmacia

El pasado 12 de octubre se celebró el Día del Farmacéutico, conmemorando la fundación de la Confederación Farmacéutica Argentina. Mónica Zorzi e Inés Blanzari destacan la importancia de su trabajo en la salud.
El pasado 12 de octubre se celebró el Día del Farmacéutico, una fecha que conmemora la fundación de la Confederación Farmacéutica Argentina (Cofa) en 1935. Esta entidad nacional representa política y gremialmente a la mayoría de los farmacéuticos de la Nación, agrupando a colegios, federaciones, círculos y otras asociaciones del ámbito.
En este contexto, LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con Mónica Zorzi e Inés Blanzari madre e hija que comparten no solo un lazo familiar, sino también una profunda pasión por la farmacia. Mónica ejerce la profesión desde hace 35 años, mientras que Inés trabaja junto a su madre desde hace 13 años.
La celebración se convierte en un momento especial para reflexionar sobre la invaluable labor que realizan los farmacéuticos en nuestra sociedad. Es un día de agradecimiento a esta profesión tan maravillosa, elegida con amor y dedicación cada día. La farmacéutica Mónica Zorzi destaca la importancia de reconocer el papel del farmacéutico en el cuidado de la salud: “Es un día donde visualizamos la labor del farmacéutico en la sociedad”.
Zorzi enfatiza que su trabajo implica “seguir llevando adelante acciones de prevención, capacitación y orientación”, asegurando siempre la calidad, seguridad y eficacia de los medicamentos. Sin embargo, también reconoce que esta profesión presenta desafíos constantes. Inés, otra farmacéutica, añade: “Hoy en día se han incorporado muchas cosas nuevas, como la tecnología y la digitalización. Es un desafío diario educar a la gente, especialmente con el aumento de la venta de medicamentos por internet”.
Ambas profesionales coinciden en que, a pesar de las ventajas de la digitalización, es fundamental mantener el contacto humano con los pacientes. “Ser farmacéutico es el contacto con la gente, es la escucha, el acompañar. No es solo expender el medicamento”, señala Mónica.
En San Francisco, como en muchas ciudades pequeñas, existe una relación cercana entre los farmacéuticos y la comunidad. Inés explica: “Hay mucha unión entre la persona y el farmacéutico. Es como que se genera esa relación de dependencia entre uno y el otro”. Esta cercanía permite un mejor acompañamiento a los pacientes en sus tratamientos.
La profesión farmacéutica ofrece una amplia gama de oportunidades más allá de las farmacias comunitarias. Los profesionales farmacéuticos pueden trabajar en la industria farmacéutica, farmacias hospitalarias, distribuidoras médicas, herboristería e incluso en la docencia. Mónica destaca: “Nosotras realizamos formulaciones magistrales"
Uno de los desafíos que enfrentan los farmacéuticos es entender las recetas médicas. Sin embargo, Mónica e Inés aseguran que para ellas no es un problema: “Conocemos los nombres comerciales de las drogas y medicamentos”. Además, las recetas digitales han facilitado este proceso.
Un legado familiar
Inés comparte su experiencia personal sobre por qué decidió seguir el legado de su madre: “Yo nací en la farmacia. Siempre vi con pasión cómo ella ejercía su profesión”. Desde pequeña, Inés soñaba con ser farmacéutica y ahora trabaja junto a su madre, compartiendo esa misma pasión. “Es increíble la pasión que tiene y la transmite”, concluye Inés con una sonrisa.
En este día especial, celebramos no solo a los farmacéuticos por su dedicación y compromiso con la salud pública, sino también el legado familiar que continúa inspirando a nuevas generaciones en esta noble profesión.