Misión cumplida
Mili Boscacci cumplió el sueño de poder ver

Tras años de ceguera por retinopatía, Mili Boscacci logró ver la luz tras completar el innovador tratamiento con células madre en China. Su historia es un ejemplo de resiliencia, perseverancia y gratitud, y hoy sueña con seguir mejorando su visión y ejercer como profesora de canto y piano.
Por Isabel Fernández | LVSJ
“Si lo puedes soñar, lo puedes lograr”, dice la famosa frase de Walt Disney y resume el fuerte mensaje de resiliencia y fortaleza que nos deja Milagros “Mili” Boscacci, quien, para cumplir su sueño de ver por primera vez, nunca bajó los brazos, pidió y recibió ayuda, cruzó el mundo en busca de la luz y lo consiguió.
Mili ya regresó de China, logró completar la segunda parte del tratamiento con células madre en la clínica Wu Stem Cells Medical Center y hoy se encuentra en su hogar, con cuidados e indicación de no salir por unos días para cuidar la salud de sus ojos.
Durante muchos años vivió en la oscuridad, pero ahora puede ver la luz y el mundo por primera vez. Ella es una luchadora, desde la panza de su mamá; en la Neo salió adelante tras su nacimiento prematuro; creció, aprendió y se formó logrando recibir su título en el Ciclo Artístico Vocacional en el Conservatorio Superior de Música “Arturo Berutti”, enfrentando cada desafío que le imponía en su camino la ceguera por retinopatía. Con la ayuda de todos, logró cumplir su “misión Milagro”.
Después de su segunda oportunidad, Mili se recupera en casa y se prepara para sus proyectos a futuro, que son “seguir trabajando para mejorar la visión, y de a poco comenzar a ejercer como profesora de canto y piano”.
En diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO, Mili aseguró que se siente “muy bien y feliz por los logros obtenidos. Ahora puedo distinguir a mayor distancia los movimientos de las personas o vehículos, ver mejor cuando cambia la imagen en un video en el celular, también si los colores son claros u oscuros, todavía tengo que aprender a diferenciar los colores”.
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Contó que en esta primera semana después del regreso “tengo que quedarme en casa y después puedo volver a mis actividades, con todos los cuidados que me recomendaron, como no estar en lugares con mucha gente, usar siempre barbijo, porque no puedo enfermarme, específicamente no puedo tener fiebre, porque eso podría matar las células”.
“Fue una experiencia hermosa, poder compartir con Brenda –otra joven argentina que también sufrió retinopatía del prematuro-, quien está pasando lo mismo que yo, y que también fue nuestra compañía en un país tan lejano. Las dos compartíamos la alegría de nuestros logros”, dijo Mili.

Muy buenos resultados
Según los médicos de la clínica en China, en la primera parte del tratamiento “se le regeneró en un 30% la retina, más del ojo izquierdo que del derecho, y uno de los logros de la segunda parte fue que la retina derecha comenzó a tener más irrigación sanguínea”.
Si bien los dos viajes fueron la base del tratamiento, los especialistas dejan abierta la posibilidad de que pueda volver para que los logros sean mayores. “Es un tema que no está seguro, porque es muy costoso y el plazo para hacerlo serían nuevamente dos años”, dijo su mamá Argentina.

La campaña sigue
Recordó que para el segundo viaje solo lograron reunir diez millones de los treinta que necesitaban, pero lo completaron con un préstamo. Por eso ahora la campaña continuará con la realización de distintas actividades y eventos. “Decidimos tomar préstamo para poder cumplir con la fecha límite que teníamos para el regreso. Ahora vamos a realizar distintos eventos para poder devolver el dinero, vamos a estar trabajando en eso y confiamos en que la gente nos va a apoyar nuevamente”.
“Tanto yo como mi familia estamos muy agradecidos, no sólo por el apoyo económico, si no también por todo el cariño que la gente me da y me demuestra en las redes”, finalizó diciendo Mili.