Miedo e intimidación: otras marcas de una noche salvaje donde Saire se llevó la peor parte
Las amigas del joven atacado por policías,enjuiciados por lesiones graves, contaron que su intención era grabar pero a una le arrebataron con fuerza el celular: “¡Guardá eso!”.
Por Ivana Acosta | LVSJ
La escena volvió a repetirse de nuevo, Fernando Saire meditando sobre lo que sucede en esa sala de audiencias de tribunales, los policías acusados Diego Lencinas y Gerardo Stefani observando todo alrededor y hoy también dialogando entre sí.
El vocal que dirige el juicio, Alejandro Acuña, le tomó juramento a todos los testigos que en este segundo día fueron el médico forense Mariano Pispieiro, Nicolás Correa que esa noche estuvo detenido y escuchó gritar a Saire, el comisario Adrián Cézar que habló sobre Lencinas y su desempeño policial, el subcomisario Rodolfo Batán que estaba como superior en turno esa noche.
Por otro lado, también asistieron las amigas de Saire que estaban en la Departamental San Justo, Stefanía Capello y Natalia Pérez, en tanto que se incorporó la declaración inicial por no asistir de Juan Carlos Herrera. La jornada terminó con la declaración de Diego Lencinas quien dio su versión acerca de lo acontecido el 16 de febrero de 2019, algo contrapuesto a la víctima y lo que han dicho otros testigos anteriormente.
El arrebato del celular
Los testimonios más sobresalientes fueron los de las mujeres que detallaron la situación desde el momento en que Saire fue sacado a la fuerza del boliche, igual que otro amigo y aseguraron que Fernando no tenía ninguna lesión previa.
Pérez comentó que llegaron a la comisaría porque una policía les sugirió denunciar el caso “porque no era la primera vez” que sucedía. Ya en la comisaría “llegó un (joven) rubio, alto, alterado a denunciar lo mismo” y le dijeron que denunciara pero que así no era (en relación a su nerviosismo), y Fernando le pedía que se calmara.
En todo momento Pérez sostuvo que su amigo “pedía que le dejaran de pegar” y puntualizó: “Nosotras intentamos grabar y a Stefanía le sacaron el celular. Nos dijo (señalando a Lencinas) ‘¡Guardá eso!’”.
Capello fue la que buscó su teléfono en la cartera para registrar lo sucedido: “Agarré el celular con sutileza y me pegó para quitármelo, se cae y el policía lo agarra (Lencinas). Nos pidieron que nos retiráramos pero esperamos que nos dieran el teléfono y las llaves del auto de Fer”.
Su amiga agregó el impacto que causó en todos esa situación: “Teníamos miedo, le gritaban de cerca de forma intimidante. En el patio no se veía, solo se escuchaban los gritos pidiendo que le dejen de pegar”.
Empujón o codazo
Al igual que otro testigo, las jóvenes coincidieron en que la pelea que derivó en la golpiza a la víctima inició por un empujón de parte de Lencinas y a partir de allí junto con Stefani intentaron sacarlo al patio a empujones.
De hecho, Capello fue consultada por la Fiscalía si vio un codazo de la víctima al policía: “Fernando no se giró, no se movió rozándolo a Lencinas, solo quería hacer una declaración y explicar lo que pasó en el boliche, pero no hubo paciencia, ahí empezó todo”.
“No miraban al chico que estaba nervioso, siempre fue con Fernando, le decían que ellos daban las órdenes y que se callara. Ahí vimos el empujón en el pecho que le dieron y mientras él preguntaba por qué lo tiraron contra la puerta”, atestiguó su amiga Natalia.
De esa noche ella recuerda el pedido de que pararan de pegarle de su amigo, la cantidad de policías que llegaron al lugar y que Stefani ingresó a la escena cuando ya había ocurrido ese empujón de Lencinas a Saire, todos gritaban pidiendo una explicación mientras al chico lo llevaban hacia el patio con brusquedad y mediando patadas en las costillas.
¿Y qué pasaba en la Alcaldía? Esa noche había unos 8 detenidos allí, Nicolás Correa fue uno de ellos y relató que “se escuchaban gritos a lo lejos de varias voces, hombres y mujeres”, pero que además ya más cerca de donde estaba él luego se apreciaron los quejidos de Saire, el pedido de que pararan de golpearlo y el ruido de mobiliario corriéndose en la oficina que es antesala del área de detención.
De la negación a la declaración
Culminada la etapa de recepción de testimonios, el abogado defensor de Diego Lencinas informó que haría uso de la palabra para contar lo sucedido esa noche que derivó en su imputación en el juicio. Al igual que con lo expresado por Stefani su versión dista bastante de lo que narró Saire y afirmaron varios testigos, sobre todo en el origen de lo que él llamó “resistencia”.
“El día del hecho aproximadamente a las 5.40 hacía limpieza en el patio interno de Jefatura con mi compañero (Stefani) y me dirijo a la recepción porque entra un grupo de personas que querían realizar una denuncia, estaba molesto Saire por lo sucedido en el boliche de donde lo sacaron maltratándolo y estaba avergonzado”, inició.
En ese lapso de tiempo ingresó ese muchacho rubio y alto, alcoholizado que nunca pudo saberse su identidad lo cual motivó alteración en el hall. “Le dije que con esa actitud no le iban a tomar la denuncia, que viniera más tarde, Saire le decía lo mismo pero de forma prepotente, me interrumpía, por eso yo le decía con voz clara y firme que se calle, que la conversación era con la otra persona y que la autoridad era yo”, añadió.
La “resistencia” de Saire
Según su relato, Saire se acomodó nuevamente en la barandilla de la Unidad Judicial donde iban a hacer la denuncia y allí fue que Lencinas se acercó pidiéndole que se calmara y que si hacía la queja se quedara, de lo contrario le solicitaba que se retirara.
“Sin mediar palabras hace un giro y roza mi hombro derecho, fue un movimiento rápido y brusco, yo no pierdo el equilibrio pero sí retrocedo por lo que lo tomé del hombro derecho para hacerlo girar y llevarlo afuera pero se resiste, me trabo con él en las piernas y nos caemos, yo casi arrodillado sobre Saire”, indicó.
En todo momento Lencinas afirmó que la víctima se resistía y no podían controlarlo con Stefani llegando a zafarse en un momento de su compañero y volviendo a atacarlo a él sin razón.
“Con voz clara y firme”
“Él gritaba filmen esto que es la policía que tiene un curro con Nina” y continuó: “Había dos femeninas que no querían que lo llevemos, trataron de tomarlo y una exhibe su celular para tratar de filmar y como a Saire lo habíamos inmovilizado me acerqué, tomo el celular de la mano y lo pongo arriba del mostrador. Ya rumbo al patio los tres siguieron forcejeando, y “chocaron en reiteradas ocasiones con motos que estaban allí alojadas porque las habían secuestrado”.
“Luego en la Alcaldía entramos, agarré la silla, y la arrastré hacia atrás para prevenir que los detenidos no tengan adelante elementos que puedan usar en contra nuestro. Siempre con voz clara y firme le decía que se callara e intenté saber sus datos pero solo los supe cuando llegó la oficial Carrizo que habló con él. Más allá de eso él nunca dijo sentir dolor y le dije que si no tenía antecedentes se iría en unas horas, además hicimos una revisión de los detenidos con el cambio de guardia y yo avisé que había un nuevo interno para que él que nunca había estado en un lugar así no se sintiera tan mal”, cerró.
¿Hubo o no un caso por resistencia?
A pedido de la Fiscalía por lo surgido de los dichos de Saire se pidió la incorporación de las actuaciones sumarias en relación a la víctima y lo acontecido esa noche. El joven que sufrió la extirpación de un testículo por las lesiones fue sobreseído el 2 de noviembre de 2020 de la causa iniciada como “resistencia a la autoridad”, aunque él nunca supo qué esas actuaciones habían existido.