Medicina solidaria: la vivencia de una oftalmóloga sanfrancisqueña

"Es una experiencia muy enriquecedora en todo sentido" aseguró la oftalmóloga María Florencia Tognon de nuestra ciudad, quien contó LA VOZ DE SAN JUSTO su vivencia al viajar con otros profesionales a brindar atención oftalmológica gratuita a quienes más lo necesitan. La doctora recientemente viajó a Los Gigantes en las sierras de Córdoba, integrando un equipo con otros profesionales de distintas localidades de la provincia.
Isabel Fernández|LVSJ
"Lo importante es ver aquello que resulta invisible para los demás", la frase del fotógrafo Robert Frank, escrita en la tipografía especial utilizada por los oculistas, preside una de las paredes del consultorio y resalta la importancia que tiene el conectar con las personas, sentir empatía con lo que sienten y piensan.
La doctora María Florencia Tognon (MP-3124/1; ME-13840) de nuestra ciudad, demuestra con hechos el espíritu de esa frase al formar parte de la subcomisión de Solidaridad de la Sociedad de Oftalmología de Córdoba con quienes viaja a lugares de la provincia donde se los convoca para brindar atención oftalmológica gratuita a quienes más lo necesitan.
Recientemente viajó a Los Gigantes en las sierras de Córdoba, integrando un equipo con otros profesionales de distintas localidades de la provincia, entre los que se encontraban los doctores Pablo Testi, Gerardo Mateo, Ariel Livas y Cecilia Alós. Allí, en la biblioteca de la Escuela "Nuestra Señora del Valle", realizaron un chequeo oftalmológico a 52 personas, grandes y chicos a quienes les confeccionaron una ficha para el seguimiento.
Ese pequeño granito de arena que aportan sin dudas puede cambiar la vida de grandes y chicos. "Ahora sí puedo ver bien. Antes no sabía si arriba de la montaña había vacas, ovejas o perros", afirmó emocionada una abuela de 90 años de esa localidad que recibió sus lentes gracias a la atención de un grupo de oftalmólogos solidarios.
En la oportunidad se recetaron lentes, se vieron problemas de superficie ocular, cataratas y algunos se derivaron a Hospitales o a otros centros para el tratamiento quirúrgico.
LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con la doctora Tognon quien contó su vivencia y resaltó que es "muy enriquecedora en todo sentido, para el alma por el agradecimiento y el cariño que nos brindan y también para nuestra profesión porque tenemos el desafío de llegar al mismo diagnóstico sin tanta tecnología".
No es la primera experiencia para la doctora, ya que fue a distintos hogares de niños o madres solteras y a una villa en Río Tercero. El día de la atención solidaria no se trabaja en el consultorio privado, pero según ella, no se pierde, sino que se gana mucho.
"Uno se lleva más de lo que deja siempre -aseguró-. Son experiencias nuevas porque no es el consultorio al que estamos acostumbrados, ni siquiera el de un hospital. Nosotros somos los más agradecidos porque aprendemos más y es increíble. Esto es un granito de arena que podemos aportar en el sistema de salud".

"Uno se lleva más
de lo que deja siempre", aseguró la doctora Tognon (Foto: Marcelo Suppo)
Mucho para hacer
"Con todas las especialidades de la medicina, con todas las profesiones y los oficios uno puede sentir la misma sensación de dar y recibir. Es importante que lo que uno hace sirva para construir, sin pensar en lo que se recibirá a cambio. Hay mucho por hacer en el ámbito de la salud pública", consideró.
Tognon afirmó que se encuentran en el lugar con otros oftalmólogos que participan y cada uno lleva la aparatología portátil que necesita. "Donde nos convocan, vamos a atender a las personas que por alguna circunstancia no pueden acceder a una consulta con oftalmólogo, ya sea porque no tienen obra social o porque viven en lugares de difícil acceso".
La oftalmóloga junto a colegas y directivos del colegio de Los Gigantes
"Cada vez que se realizan salidas a distintos lugares, se convoca públicamente a todos los profesionales asociados porque la idea es brindar un servicio, compartir una jornada en la que podemos ayudar a las personas que no tienen recursos. Donamos nuestro conocimiento y tiempo para que todos tengan acceso a la salud, devolvemos todo lo que enseñaron", destacó Tognon.
La doctora Tognon no fue sola, sino que fue con sus hijos Pedro y Simón que perdieron un día de escuela en San Francisco pero pudieron aprender allá no solamente los conocimientos en la aulas del establecimiento serrano sino también el valor de la solidaridad, de estar cerca de quienes lo necesitan.
"Agradezco a todos los colegas que nos acompañamos en esto e invito a los que quieran sumarse porque se puede atender a más gente y la experiencia en equipo es muy buena", finalizó diciendo. Más información en sociedaddeoftalmologiadecordoba.com