“Me hubiera gustado seguir en San Isidro”
Confesó Hans Feder Ponce, que no fue tenido en cuenta por Sebastián Torre, entrenador de los "Halcones Rojos", para la temporada 2020/2021 de la Liga Argentina. Ahora, el escolta paranaense tiene un interesante desafío por delante ya que será una de las fichas U23 de Oberá TC de Misiones, equipo que le apunta al ascenso.
La vida de un basquetbolista profesional implica cambiar frecuentemente de equipo y de ciudad. A veces algunas puertas se cierran, pero también se abren otras, como le sucedió al escolta Hans Feder Ponce, quien estuvo viviendo cinco años en San Francisco, donde hizo muchas amistades y a pesar de que tenía intenciones de estar -en la próxima Liga Argentina- dentro del plantel de los "Halcones Rojos", Oberá TC puso los ojos en él y se irá a préstamo al "Celeste" de Misiones.
"Me hubiera gustado seguir en San Isidro", admitió -en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO- el paranaense Feder Ponce, aunque aseguró que cuando se confirmó la continuidad del técnico Sebastián Torre en el "Santo" de calle Corrientes, para el jugador de 21 años "no fue una sorpresa" tener que buscar un nuevo destino.
Ya a mitad de la temporada pasada, Hans se fue a Sportivo América de Rosario -que estaba último- intentando conseguir mayor protagonismo. Pero ahora el joven entrerriano tiene un interesante desafío en el elenco misionero, que apostará fuerte por conseguir el ascenso a la Liga Nacional.
"La verdad que es una alegría pasar a Oberá TC, es una muy buena oportunidad que quiero aprovechar al ciento por ciento. Tratar de volver a estar en un equipo competitivo que pelee arriba era mi objetivo para la temporada que se viene. Quería poder aportar lo mío en un buen equipo y dentro de un grupo que busque estar arriba. Por suerte se dio", sostuvo en un principio.
"Estoy contento y agradecido por tener esta chance, que Oberá TC se haya fijado y confíe en mí para ser parte de su plantel, más aún en este momento, teniendo todo el mercado de jugadores a su disposición, es muy importante. Estoy contento y motivado para arrancar esta nueva temporada", subrayó.
"Me genera más responsabilidad pasar a un equipo tan competitivo, tenés que trabajar para estar a la altura de la situación porque el club espera mucho de vos y también para mantener ese lugar en un equipo de punta que es donde todos quieren jugar", amplió sobre su arribo al conjunto que será dirigido por el rosarino Leandro Hiriart.
Viejos conocidos
Feder Ponce volverá a compartir plantel en Oberá TC con dos grandes jugadores, el base Juan Ignacio Rodríguez Suppi y el ala pivote Rodrigo Sánchez, como también lo hizo en el inolvidable equipo de San Isidro de la temporada 2018/19, donde el "Santo" fue campeón de la Conferencia Norte y llegó a la final contra Platense.
"Reencontrarme con ellos allá (en Misiones) y volver a jugar juntos después de lo que vivimos en 'Sani' es especial, era un punto más a favor para ir a OTC. Los aprecio mucho a los dos y aprendí un montón con ellos, como con todos los chicos de la temporada 2018-2019. Fue el mejor grupo en el que me tocó estar, compartimos y nos bancamos muchas cosas juntos. Creo que esa unión de grupo fue la clave para llegar a la final y los considero a todos mis amigos", afirmó.
Su paso por Rosario
Defendiendo los colores de Sportivo América, donde participó en 16 encuentros, Feder Ponce tuvo un promedio de 8,9 puntos por juego. "A mitad de la temporada pasada me tocó irme a Sportivo América de Rosario que venía último. En su momento fue difícil pero creo que fue una experiencia positiva porque aprendí y me di cuenta de cómo son muchas cosas, me sirvió mucho ir a jugar allá. En cuanto a la presión, pienso que a veces la presión por ganar puede ser similar estando en un equipo del fondo de la tabla o en uno de punta, los dos necesitan ganar sí o sí y tienen esa presión. Uno para salir de abajo y no quedar último, y el otro para quedar primero y ascender", explicó el externo.
Ampliando el concepto, expresó que "cambia que estando en un equipo de fondo de la tabla naturalmente nadie espera nada de vos, solamente el equipo en sí que busca ganar y eso hace que el que se exija sea uno mismo y cada victoria, por más mínima que sea, se disfrute. En cambio, cuando estás en un equipo que busca pelear en la punta, si bien se disfruta mucho más, ganar pasa a ser también una obligación. Por eso, hay que prepararse de la mejor forma para afrontar esa responsabilidad. Sin dudas es un lindo desafío ir a Oberá TC y es lo que realmente quería, así que voy a tratar de dar lo mejor de mí para estar a la altura".
Sin lugar en los "Halcones Rojos"
"No fue una sorpresa tener que irme de San Isidro dada la forma en la que me tuve que ir la temporada pasada, no teniendo más lugar en el equipo. Por eso cuando me enteré de la continuidad del DT (Sebastián Torre) no me sorprendió que no tuviera lugar para esta temporada. Si bien lo charlamos, no se dieron las cosas para que vuelva", explicó.
En tanto, cuando fue consultado sobre su opinión de Torre como técnico señaló: "En el plano del básquet, tácticamente, considero que es un muy buen entrenador".
"Viví 5 años en San Francisco y le tengo mucho cariño a la ciudad y a su gente. Desde los 16 años que llegué al club hasta ahora tuve la suerte de formar buenas amistades, conocer mucha gente y poder compartir con ellos lindos momentos, tanto dentro, como fuera del club, eso es lo que más extraño desde que me fui. Siempre sentí el apoyo y el afecto de la gente que iba a la cancha, de eso estoy muy agradecido", resaltó.
Al tiempo que con énfasis aseguró: "Me hubiera gustado mucho seguir este año en San Isidro, pero no se dieron las cosas. Ojalá algún día pueda volver a ponerme la camiseta de 'Sani' y regresar a San Francisco, que es como mi segunda casa".
Cómo vive la cuarentena
"Por suerte estoy pasando la cuarentena en mi casa (en Paraná), con mi familia. Dentro de la situación tan complicada que se está viviendo, mi familia se encuentra bien y no nos falta nada, que es lo más importante. Desde lo laboral, lo basquetbolístico, me siento afortunado de tener equipo y trabajo, te da cierta seguridad en medio de toda esta incertidumbre", subrayó el externo de 21 años.
Acto seguido detalló: "Pasé por muchas etapas durante el encierro, como todos. Fue un cambio grande pasar de entrenar todos los días en doble turno a estar encerrado y no tocar una pelota por más de cien días. No le encontraba mucho sentido a todo porque no podía hacer lo que más me gustaba. Pero con el tiempo fui encontrando otras cosas ya que empecé a estudiar diseño y animación digital en la UNL (Universidad Nacional del Litoral), me entretengo con eso y disfruto de mi familia esperando a que todo esto mejore".
Más tarde admitió: "La verdad que me preocupa mucho la salud de la gente. No solo de las personas que quiero, sino de todo el mundo. También me angustia la situación de mucha gente que no puede trabajar por la cuarentena, que no puede llevar comida a su casa y la está pasando mal en serio. Además pienso cómo va a quedar el mundo después de esto, son cosas que pasan por mi cabeza en este tiempo, pero bueno, hoy lo único que podemos hacer es poner lo mejor de cada uno y tener empatía por el otro".
Extrañando a la "naranja"
A raíz del coronavirus, todas las competencias deportivas fueron suspendidas, por eso, los deportistas profesionales echan de menos a su deporte favorito. En este sentido, Feder Ponce indicó que "decir que el básquet es un estilo de vida es una frase hecha, pero es así, el básquet pasa a ser el centro de tu vida y hoy por hoy extraño todo, desde llegar al club, al vestuario, ponerme las zapatillas, tomar un mate con el utilero, entrenar, ir a comer con mis compañeros, después volver a la noche a hacer lo mismo y acostarme pensando en el partido del otro día. Ni hablar de jugar con toda la gente en tu cancha. Se vuelve tu rutina, y a la vez la disfrutás mucho, así que extraño todo eso. Pero si tengo que elegir una sola cosa, diría que jugar un buen uno contra uno con mis amigos, esos picaditos por la Coca Cola son lo máximo".
Tiempo de reflexión
"Creo que hay que tratar de aprender algo de todo esto que está pasando con el Covid-19. Me di cuenta lo corta e impredecible que es la vida, que nunca sabés cuando va a ser la última vez que veas a alguien o que puedas hacer ciertas cosas. Que de repente puede venir algo microscópico y cambiarte la vida. Que nadie puede vivir solo y todos necesitamos de la ayuda de los demás en algún momento, por lo que también tenemos que estar dispuestos a ayudar, siempre que podamos", consideró.
Finalmente, puntualizó que "si mirás a tu alrededor siempre vas a encontrar a alguien que esta mejor que vos o que tuvo más suerte, pero también vas a encontrar a mucha gente que está peor, por lo que creo que hay que estar agradecido y a la vez luchar por lo que uno quiere. Las cosas materiales no interesan, da lo mismo que auto tengas, si no lo podes usar, o que casa tengas, si vas a estar solo y encerrado. Es mejor acumular buenos recuerdos y amistades. Y lo que realmente importa es disfrutar, hacer lo que nos gusta y hacerlo como si fuera la última vez".