Maxi corporizó su sueño

Si bien dejó algunas impresiones después de conquistar la segunda etapa de la 55º edición de la prueba ciclística Doble San Francisco- Miramar, se quedó con ganas de seguir exteriorizando la felicidad que le produjo semejante logro.

Por eso Maximiliano “Chucho” Almada, en el día después, ya más descansado del gran esfuerzo realizado y con la mente fresca, en comunicación con LA VOZ DE SAN JUSTO, evaluó su desempeño, ese que le permitió corporizar un sueño largamente anhelado.

-La llegada triunfal será un momento que nunca olvidarás…

-La verdad muy contento por este gran triunfo que tuve en la llegada de la San Francisco- Miramar, es el sueño que quería cumplir desde hace muchos años, siempre lo he dicho, mi sueño era ganar una etapa o la general de esta carrera. Y llegar con los brazos bien en alto a la meta fue inolvidable.

-Ya pudiste descansar luego de semejante esfuerzo…

-En el día después puedo decir que estoy bien, al terminar la carrera estaba muy agotado, el clima no nos acompañó, muchísimo calor, no fue fácil transitar sobre la ruta con las temperaturas que había, y el esfuerzo que tuve que hacer para lograr la fuga.

-Tuviste que afrontar una situación inesperada como el retiro de tu equipo y sin embargo saliste igual a la ruta…

-Tuve que afrontar la carrera solo, no tuve a mis compañeros, por algunos motivos no pudieron correr, pero como dije, soy un corredor que va estar siempre en la línea de largada, llueva, caiga piedras, haga 80 grados de calor soy un corredor, me entrené así de chico, con esa mentalidad, y nunca voy a bajar los brazos por ningún motivo.

- Fuiste detrás de tu sueño y lo pudiste cumplir…

-Fui detrás de mi sueño, de lo que yo quería, y creo que eso fue lo que me dio esa fuerza para poder estar adelante. 

-¿Qué evaluación haces de la carrera?

-El sábado no tuve tanta suerte porque antes de doblar para Miramar sufrí una pinchadura en la cual el pelotón me sacó cinco minutos.

Después pude cambiar la rueda, salir detrás del pelotón, le desconté cuatro minutos, hice un esfuerzo grandísimo que era el que yo necesitaba para poder ganar la primera etapa, porque estaba muy bien preparado.

En la carrera estuve cómodo, transité en buen ritmo, ese que logré entrenando cada día, así que en ningún momento me sentí que debía abortar o bajarme de la bici porque ya no daba más, solamente era darle para adelante porque sabía que estaba entrenado para esta carrera y para ese sufrimiento. 

-¿Qué título le pondrías a tu actuación?

-El título que yo le pondría a esta carrera sería el sueño que tanto busqué, al fin lo concreté, ganar una etapa de la San Francisco- Miramar, porque fue un sueño que tuve desde chiquito. Es algo que quedará marcado para toda la vida. O bien la leyenda grabó su nombre en la San Francisco- Miramar.

Dios quiera que haya más sanfrancisqueños puedan tener esa posibilidad de poder estar en lo más alto del podio porque es algo muy lindo. 

La verdad muchas gracias a toda la gente que me estuvo alentando en el camino, que gritaba mi nombre o mi apodo, eso me fue dando fuerzas para poder llegar a San Francisco, ni hablar, cuando llegué a la ciudad. 

-El año termina entonces con saldo positivo…

-Con esto la temporada se terminó, tuve un año muy duro de entrenamientos y carreras, que se hizo bastante largo y necesito descansar un poco por mi trabajo, tengo muchos compromisos y he dejado mucho de lado mi trabajo por las preparaciones para el Nacional y esta carrera, así que ahora tengo que ponerme al día con mi trabajo, yo no vivo del ciclismo.

Solo me resta agradecer a mi novia Jennifer que siempre me alentó a prepararme, a no dejarme estar, a mi viejo y a su pareja Mónica que también me hicieron el auxilio junto a Alan Ceballos, a la familia Francone, a Winner Deportes de “Anto” Francone, también mi agradecimiento es para la Municipalidad de San Francisco, al director de Deportes por la ayuda de siempre.

Ya sabemos la economía cómo está y lo que se gasta para estar en un alto rendimiento y sería lindo que aparezca gente, aparezcan auspiciantes que ayuden al deportista, que le den una mano porque cuesta mucho bancarse un deporte y es una lástima que se pierdan muchos talentos por falta de dinero.