Sociedad
María Reinero, con 11 años, llegó a las instancias decisivas del Mundial de Escritura

Su cuento es semifinalista. Su pasión por la escritura la llevó a participar de diversos eventos literarios. “Estoy re feliz”, confesó.
La imaginación es uno de los grandes tesoros de la infancia. Promover el desarrollo de la creatividad de los niños es esencial para ellos, ya que esta capacidad tan significativa les ayuda a expresarse por sí mismos, a desarrollar su pensamiento abstracto y, también, será primordial a la hora de resolver problemas y de relacionarse mejor con los demás a lo largo de toda su vida.
Desde que el niño adquiere la lectoescritura tiene la posibilidad de ingresar al increíble mundo de la fantasía y la creatividad. Allí toman vida las más bellas historias surgidas de la imaginación del autor que, por ser ilimitada, alcanza ribetes inesperados.
María Reinero, aunque prefiere que la llamen ‘Mary’, es una niña de 11 años, vecina de nuestra ciudad, que transita por este mundo de la literatura desde hace tres años. Estudiante de sexto grado del Colegio Sagrado Corazón de los Hermanos Maristas, tiene pensado en un futuro estudiar Medicina. Se define como “amante de los libros de Harry Potter” aunque suma a su gusto literario “los cuentos de historia” protagonizados por personajes como Belgrano o San Martín.
Fruto de esa pasión por la escritura participó de diversos eventos literarios y en ese contexto, en este momento una de sus obras está siendo evaluada en las últimas instancias del Mundial de Escritura.
El Mundial de Escritura surgió en el año 2013 como un juego interno en los talleres de Santiago Llach. En 2020, se abrió la competencia al público general y, en solo tres días, se inscribieron más de 3.000 personas. En sus primeras seis ediciones, participaron importantes escritores, editores y referentes internacionales de la literatura proponiendo consignas, coordinando charlas y talleres y evaluando los textos de los participantes.
Se trata de una competencia por equipos. El equipo ganador del año de las distintas categorías será aquel que obtenga más puntos. Los equipos sumarán puntos a lo largo de los dos Mundiales de 2023 (IX y X), y el equipo que más puntaje obtenga será el equipo ganador del año.
Su experiencia
“Escribo desde los ocho años, luego que mi mamá recibiera una notificación sobre la posibilidad de participar del Mundial de Escritura. Me preguntó si me gustaría y le dije enseguida que sí”, comentó la niña.
En esa ocasión Mary participó de esta primera experiencia junto a otros diez chicos de distintos países de Latinoamérica. “Luego de inscribirme nos informaron que autores famosos nos iban a dar las consignas para escribir nuestros cuentos. A partir de ahí escribía siguiendo las instrucciones de los autores”.
Esa primera experiencia resultó totalmente enriquecedora para ‘Mary’, ya que le permitió ingresar al fascinante mundo de la creatividad literaria.
“Ahora estoy participando por segunda vez en esta experiencia y estoy muy entusiasmada”, comentó luego de que en su debut literario dijo haberse sentido “muy a gusto”.
Recordó que, al inscribirse en esta ocasión, pasó a integrar un grupo de escritores procedentes de diferentes provincias argentinas.

“Esta vez podíamos escribir cuatro días por semana. Ahora nos tocaron dos autores que nos daban orientaciones sobre temas para escribir. Recuerdo que uno de ellos era que nosotros nos íbamos enojados a nuestra habitación y allí descubríamos un mundo secreto. Yo escribí que en el espejo veía una sombra que en realidad era una mariposa blanca y en un momento la mariposa me tira hacia el espejo y me voy al ‘mundo mariposita’ donde soy la reina y todos me tratan muy bien por eso”.
Al día siguiente fue el turno de la creación de ‘Un día de campo en la Luna’. Para eso dijo que “la historia se trata de Francisco, un chico de Estados Unidos que le encantaba leer sobre la Luna y se enteró que su abuelo era astronauta y que tenía que viajar a la Luna. De inmediato le preguntó a su abuelo si lo podía acompañar. Sin que su abuelo sepa, escondió en la nave todos los elementos para hacer un pic nic y al llegar, luego de poner la bandera en la Luna hace el pic nic con su abuelo”.
En la última jornada del certamen fue el turno de la literatura poética. “En mi caso hice un poema sobre las frutas. Cuando terminamos teníamos que postular un cuento y yo elegí ‘Un día de campo en la Luna’. Después de dos o tres días votamos en el grupo qué cuento iba a representar a todo el equipo en la semifinal hasta que mi mamá me avisó que los chicos de mi grupo habían votado mi cuento en primer lugar para que los represente en la semifinal”.
Una característica de esta experiencia literaria es que no se elegirán ganadores absolutos. “Nos dijeron que solo se llega a la final, es decir que puede haber varias obras que lleguen a la última instancia”.
“Estoy re feliz”
Luego de haber relatado su experiencia en este certamen literario no dudó en dejar escapar su alegría al señalar que “estoy re feliz” aunque reconoció que haberse incorporado al mundo de la literatura “lleva tiempo y mucha energía”.
De todas maneras, el balance entre el tiempo empleado y el resultado obtenido, para ella, es marcadamente positivo. “Yo me siento muy contenta como también mis compañeros del grupo a quienes felicité por el trabajo realizado. Ahora queda seguir escribiendo, pase lo que pase yo voy a estar contenta igual, gane o no”.
Más allá de esta experiencia, la niña explicó que “cuando se me ocurre una idea sobre la cual escribir y no estoy frente a la ‘compu’ trato de anotarla en cualquier cosa o bien directamente empiezo a escribir. A veces guardo las ideas en algún archivo y, a partir de ahí, empiezo a escribir los cuentos y luego se los doy a mi señorita de Lengua, Alejandra, que le gusta mucho leer. Ella me corrige y además de esa manera sabe qué hago”.