Márquez volvió a subirse a una MotoGP
El piloto español Marc Márquez centró la atención en los test de Misano de MotoGP, que comenzaron en el trazado italiano después de que Pecco Bagnaia se llevara el triunfo, el pasado fin de semana, en el GP de San Marino y diera un nuevo zarpazo en su particular persecución al actual campeón del mundo y líder de la clasificación, Fabio Quartararo.
El piloto nacido en Cervera, que el pasado mes de mayo anunció que pasaría por el quirófano para someter al brazo derecho a su cuarta operación con el objetivo de solucionar una excesiva rotación, volvió a subirse a una MotoGP 100 días después de la última vez, en el GP de Italia de 2022.
El ocho veces campeón del mundo, de esta forma, protagonizó las pruebas en Misano con la mente puesta en el campeonato del mundo de motociclismo de 2023, en el que el catalán aspira a volver a coronar la categoría reina para tratar de levantar su séptimo título de campeón de MotoGP.
Tras los giros del piloto de Repsol Honda, Alberto Puig, Team Manager del equipo, brindó sus sensaciones tras el regreso a las pistas del piloto referencia de Honda y una de las leyendas más importantes de la historia de MotoGP.
"El balance es positivo. Después de tanto tiempo el tener a Marc otra vez en pista con la moto es muy interesante y muy positivo. Era realmente crucial ver cómo respondía y, más o menos, lo que se esperaba ha sucedido. Lógicamente, la posición en la moto es diferente, tiene molestias a nivel muscular, porque lleva mucho tiempo fuera de la moto y es normal", puntualizó.
"Le duele todo y en toda la parte del pecho todavía tiene molestias. No tiene la fuerza que debería, porque lleva mucho tiempo fuera de la moto, pero estamos contentos con el brazo, de la manera que lo siente en la moto, y eso es muy importante", aseguró.