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María Laura Frank: la “Gilda” sanfrancisqueña
María Laura Frank es una de las voces emblemáticas de la Orquesta Jazz Arias. La llaman la “Gilda” sanfrancisqueña por su parecido a la recordada cantante de Villa Devoto. La sanfrancisqueña es una de las primeras que se animó a interpretar canciones melódicas y ser la “única” en una orquesta conformada por todos hombres.
A sus 42 años, María Laura Frank es una mujer que supo recorrer los caminos de la música desde muy chica.
Hace 26 años pertenece a la Orquesta Jazz Arias, el emblemático grupo de música popular de Devoto, consagrándola como una de las integrantes más antiguas, luego de su fundador “Kuki” Arias y su hijo Darío.
Madre de dos hijas, jamás abandonó los escenarios y supo consagrarse en la música junto a la Arias, convirtiéndola en una de las primeras que se animó a interpretar canciones melódicas y ser la “única” en una orquesta conformada por todos hombres.
Con su mamá como impulsora, amiga y apoyo incondicional, supo sortear todos los obstáculos y se consagró en lo suyo sin dejar la humildad que la caracteriza ni el trabajo en la huevería familiar tradicional de barrio Vélez Sarsfield.
De los casetes a las pistas de baile, de Pedro Canoero a Inocente de La Delio Valdés, ella siempre se adaptó a lo que el público le pidió, pero del otro lado siempre le respondieron con el cariño que se merece todo artista.
Buena química
Con su micrófono en mano y siempre dándolo mejor, Laura es el alma de la Jazz Arias. “Cuando entré a la orquesta hubo buena química de inmediato. Siendo la única mujer en el grupo, siempre me trataron con mucho respecto y educación”.
Hoy la orquesta está conformada por Laura y otros nueve músicos. “Los chicos son como mi familia”, aseguró la artista.
Con 26 años de presidencia en la orquesta, demuestra la pasión y el amor de esta artista por este grupo música. “Es realmente lo que me gusta hacer y no encuentro motivos por los cuales dejarla”, aseguró.
“Con la Arias pude conocer mucha gente y lugares y me permitió hacer grandes cosas. El único momento en que paramos fue cuando llegó la pandemia de coronavirus. Se extrañó mucho”.
“Para mí es gratificante prepararme ese día para salir todos juntos, viajar, compartir un buen momento y hacerlo por la gente pero creo que lo más importante es que todos somos buenas personas y eso hace que todos nos llevemos bien”.
Para perpetuarse, “fui cambiando formas y estilos. Antes tenía más cambios de ropa, ahora no. Nos vamos adaptando y actualizando a lo que la gente nos pide y quiere”.
Con esa exigencia del público, Laura sabe responder a la perfección y con ello, recibe el amor y el afecto constantes. “A la gente le gusta mucho lo que hago, me entrego al público, muestro lo que sé hacer, expresarme y darlo todo porque quiero que ellos vean cuánto disfruto de hacer esto”, contó.
“Para mí es gratificante prepararme ese día para salir todos juntos, viajar, compartir un buen momento y hacerlo por la gente pero creo que lo más importante es que todos somos buenas personas y eso hace que todos nos llevemos bien”, contó Laura a Posta.
Un camino con la Arias
Laura comenzó el camino de la música estudiando con Rosana Pampiglione, pero la Arias siempre fue su objetivo. “Me probé una vez y no quedé porque era muy chica. Al poco tiempo, con 16 años, me volví a probar y quedé. El primer show que hicimos fue en Rafaela, provincia de Santa Fe y al poco tiempo hicimos una gira por Pinamar y la Costa Atlántica”.
Queda claro que todas las energías de Laura apuntaban a ser una más de esa gran orquesta nacida en Devoto, Córdoba. “Un poco fue por insistencia de mi mamá y mi tía. Ellas conocían a la orquesta por su historia y trayectoria y para mí era realmente importante integrarla”, apuntó.
La mamá de Laura falleció en septiembre de una afección pulmonar y fue quien ella considera el gran motor de su carrera. “Ella fue la gran impulsora de mi carrera, la que estuvo siempre presente, la que hizo esfuerzos económicos para poder comprar las pistas para grabar y poder dedicarme a la música”.
Como toda orquesta consagrada, los fines de semana eran de shows y presentaciones intermítanles. “Teníamos muchas presentaciones y había que viajar. Mi mamá me acompañaba cuando era chica y cuando estuve embarazada de mis hijas (Cielo de 23 años y Valentina de 16). En mis embarazos canté hasta los ocho meses de gestación, mi marido me llevaba y me traía”, indicó Laura.
Hay que recordar que en los tiempos que Laura comenzó a viajar no era fácil hacerlo. “Siempre me respetaron mucho y me tuvieron mucho cariño”.
Esos viajes de fin de semana, por supuesto, no dejaban tiempo a Laura para disfrutar de sus días de adolescencia. “Podría haber disfrutado un poco más de esa época, poder hacer las dos cosas, pero no me arrepiento porque la música es mi vida”.
Entre la maternidad y los escenarios
Su hija Valentina supo acompañar en algún momento a
Laura sobre el escenario. “Vale hizo algunos estudios de canto, pero todavía no se decide. Sí tuvo la posibilidad de cantar con Karina, la Princesita, cuando la cantante visitó Arroyito. Fue un momento de mucha emoción verla cantar sobre un escenario y con una persona famosa”.
Con Cielo, su otra hija, comparten shows, pero de baile. “Nos encanta bailar a las dos, aprendemos y disfrutamos mucho”.
Laura no vive de la música y mantiene viva su humildad al verla frente al negocio de venta de huevos de su familia en barrio Vélez Sarsfield. “Son la misma Laura siempre, pero cuando me subo al escenario lo doy todo”.
La “Gilda” sanfrancisqueña
Muchos vecinos le dicen “Gilda” por su similar apariencia. “Mucha gente me lo dice hasta el día de hoy y la verdad es un honor porque muchas cosas de la vida de Gilda son similares a la mía. Ella fue una gran artista”, contó María Laura.
Las canciones de Laura
La artista compartió con Posta un set lista de las cinco canciones que la marcaron en su vida:
- Pedro Canoero, de Teresa Parodi: “Es la primera canción que canté en público y por eso la atesoro”.
- Simplemente Amigos, de Ana Gabriel: “Es el tema que canté con mi hija Cielo”
- Marinero de luces, Isabel Pantoja: “Era la canción favorita de mi mamá”.
- Inocente, de La Delio Valdez: “Es la canción que canté con Valentina, mi hija más pequeña”.
- Will Always Love You, de Whitney Houston: “Es el tema con el que abrimos los shows en la Jazz Arias”.