Mamá todo terreno
María Fernanda Fassetta, madre de tres hijos, quien desarrolla su profesión de bioquímica y dicta clases en la Universidad Católica de Córdoba encontró su cable a tierra en el running.
Sanfrancisqueña, mamá de tres hijos, Benjamín (18), Juan Ignacio (12) y Guillermina (9), es bioquímica, trabaja en el Hospital "J.B. Iturraspe" y la Clínica "Enrique J. Carrá", además de dictar clases en la Especialidad de Hematología de la facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Católica de Córdoba.
Tareas para nada sencillas, que requieren de la máxima atención, sin dudas un trabajo de tiempo completo y un ritmo de vida acelerado por lo que necesitó de un espacio para hacer terapia y lo encontró en el running, disciplina que la cautivó.
María Fernanda Fassetta no duda entonces en señalar que este deporte es su cable a tierra, donde más allá de poner sus piernas en acción, disfruta de un entorno recreativo, con el respaldo de su familia.
"Empecé a correr hace más de 7 años, a los 38 años, para acompañar a mi marido que lo hacía en un grupo de running. Comencé para hacer algo al aire libre, y enseguida me atrapó. Primero por el grupo, era mi ratito libre para conocer gente, charlar y correr un poco. Mi primera carrera fue en septiembre de 2015 en Rafaela, corrí 5 km con mi 'profe' y dos compañeras. En mayo del año siguiente corrí mis primeros 21km en Mendoza, comentó Fernanda a LA VOZ DE SAN JUSTO sobre sus inicios en la actividad.
Al tiempo que recordó que "de chica practiqué vóley algunos años, pero después sólo iba al gimnasio, incluso en mi etapa universitaria, tuve años de inactividad".
Aunque lleva algunos años compitiendo siempre tiene el fresco recuerdo de "mis primeros 5km en Rafaela, mis primeros 21 km en Mendoza donde me esperaba mi familia, unos 21 km de Buenos Aires que corrí con amigas y las dos maratones de Buenos Aires en las que participé".
"Mi principal objetivo es llegar bien, disfruto cuando corro con alguien, y me encanta acompañar a mis compañeros cuando debutan en una distancia", añadió dejando en claro que lograr un podio es lo de menos.
Claro que al momento de estar corriendo, su intención pasa por conectarse con su interior, de meditar buscando un mejor bienestar.
"Si corro sola voy escuchando música, me conecto conmigo misma, voy pensando en las cosas que me preocupan, en mis hijos, siempre digo que las mejores decisiones las he tomado corriendo. Si entrenamos en grupo, generalmente aprovechamos las pausas para charlar".
Acerca de su rutina de entrenamiento para estar en forma, indicó: "El entrenamiento varía según el objetivo, para los últimos 42km entrenamos durante tres meses varios días por semana, y además complementamos con el gimnasio y algo de bicicleta. Los fines de semana hacemos los fondos, que son entrenamientos largos donde sumamos muchos kilómetros. Por lo general entreno a la nochecita, excepto que algunos de mis hijos juegue algún partido a esa hora, entonces salgo a la siesta".
"Y los fines de semana entreno de acuerdo a las actividades de mis hijos, trato de no perderme ningún partido de básquet ni ningún torneo de patín. Si puedo, corro con mis compañeros, pero a veces lo hago sola apenas amanece para poder acompañar a los chicos".
Como el "movimiento se muestra andando", Fernanda cada día comienza una verdadera maratón.
"Mi día empieza muy temprano, a las 5.15, a esa hora, mientras desayuno, reviso deberes y preparo los uniformes. De 6.30 a 13.30 trabajo en el hospital. A la siesta, a veces voy al gimnasio. A la tarde, voy a la Clínica Carrá al laboratorio de hematología y después me ocupo de llevar a mi hija menor a algunas actividades".
"Por lo general entreno con mi grupo después de las 19 los martes y los jueves. A las 23 trato de estar durmiendo, excepto que juegue El Ceibo porque vamos a la cancha. Cuando me toca mi cuatrimestre en la Facultad, viajo cada 15 días los viernes y sábados, aunque ahora doy algunas clases por zoom y no tengo que viajar tanto".
Lo cierto que ante ese cúmulo de actividades, el running le sirvió para desconectar de la rutina y sacudirse el estrés.
"El running para mí es mi cable a tierra, me dio muchos amigos, no todo es correr, compartimos reuniones, festejos y viajes. Poder volver a correr después de las restricciones por la pandemia y cuando más trabajo había en el hospital, fue muy importante para mí, recuerdo que esperaba ese momento para poder desenchufarme un ratito y pensar en otra cosa".
"Mi familia me apoya totalmente, tanto cuando entreno como cuando viajo a algún evento, todos hacemos actividades deportivas así que nos apoyamos y nos acompañamos en la medida de lo posible", completó.
Atenta a su calendario deportivo, ella ya le apunta a un nuevo desafío a fines de este mes.
"Ahora tengo previsto correr 21km en la maratón de Córdoba a fines de octubre, y vengo de correr el maratón de Buenos Aires que fue mi segunda experiencia en la distancia (ya la había corrido el año pasado). En esta oportunidad lo disfruté mucho más sin los nervios de la primera vez. Fue una experiencia hermosa, acompañada por parte de mi grupo y mi entrenadora".
En el final de la amena charla, Fernanda no se olvidó de quienes la apuntalan en esta disciplina aeróbica.
"Le agradezco a mis compañeros, por cada kilómetro compartido, a mis entrenadores anteriores 'Nico' y 'Gonza' que me dieron las herramientas para comenzar a realizar esta actividad luego de muchos años de inactividad, a mi familia que me apoya y alienta y especialmente a mi actual entrenadora Virginia Falasconi, que confió en mí desde el primer día y me alentó a preparar mi primera maratón, sin su trabajo meticuloso y personalizado no hubiera sido posible", concluyó.
De esa manera Fernanda con sus zapatillas de correr y deseos de moverse, se mantiene lista para cualquier competencia de la que disfrutará y en la que hará nuevas amistades, enfocada siempre en que la meta trazada es ser feliz.