Natación
Malena Santillán sigue en la pileta
Malena Santillán se alista para el Campeonato Argentino a disputarse en Parque Roca, mientras tanto analizó su participación en los Juegos Panamericanos de Chile al tiempo que dejó en claro su postura respecto a su presencia o no en los Juegos Olímpicos 2024.
La temporada se hace extensa y exigente para Malena Santillán. Cuando todavía no se acallaron los ecos de su positiva participación en los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile, ya asoma en el horizonte el Argentino que se realizará en el natatorio de Parque Roca en Buenos Aires en diciembre próximo.
Competencia nacional con la que arrancará la última hoja de su almanaque deportivo. Un año que se nutrió de incontables horas de entrenamientos, varias competencias a nivel internacional e interminables viajes que lógicamente produjeron un desgaste mental y físico en la disciplina que la apasiona.
De nuevo en su hogar, recupera energías, pero sin abandonar su habitual preparación, esa que habla del doble turno diario, con gimnasio incluido y un saludable régimen alimenticio. Requisitos sin ecuánime para sostenerse en la élite de la natación, deporte que eligió como una forma de vida.
Plata en la pileta
“Cuando terminaron los Juegos Panamericanos, tuve dos días de descanso para estudiar y rendir materias del secundario en Santa Fe, y luego me tomé el colectivo a Buenos Aires para competir en un torneo de Buenos Aires, en el aniversario de Fenaba donde nos pagaban por hacer podio”, contó en el comienzo de la charla con LA VOZ DE SAN JUSTO donde se mostró suelta y reflexiva.
“Fui más por eso, porque entrenada no estaba, era más que nada para juntar un poco de plata. Hice podios en 200m. y 400 libres y en 200m. espalda. No pude en 100m. espalda, pasa que estaban también los mayores, estaban todos mezclados”, acotó.
Al tiempo anunció que “ahora tengo el Argentino del 16 al 19 de diciembre en Parque Roca, con lo que voy a terminar la temporada”.
Los Juegos de Chile
Sobre la experiencia vivida en los Juegos Panamericanos, comentó:
“La verdad que me deslumbró la organización de los Juegos, estuvimos en la villa olímpica donde en cada torre se hospedaba un país, al lado nuestro teníamos a Perú y Uruguay”.
“Era un predio grandísimo donde tenías lugar para jugar, comprar, por ejemplo te vendían chips para celular con datos ilimitados, había sillones en el césped para descansar”, describió.
“Después la ceremonia inaugural fue emocionante, pero no nos pudimos quedar hasta el final porque teníamos como una hora y media hasta la villa olímpica. Así que cuando terminamos de desfilar nos fuimos”, completó.
Poniendo bajo la lupa su rendimiento en las pruebas que disputó, analizó:
“En los 200 metros espalda quede sexta, mirando la posición está bien, pero en cuanto a mi tiempo no estuvo bien, tendría que haber hecho mucho menos”.
“Estaba entrenada para hacer mucho menos de lo que hice, pero es cómo te levantas en el día, y no salió. Enseguida me di cuenta que estaba un poco más lenta, el cuerpo no reaccionaba”.
“Después en la posta nos bajamos de la final porque cómo íbamos a estar lejos del podio y al otro día Agostina (Hein) y yo teníamos los 1500m. libres, el cuerpo técnico prefirió que descansáramos”.
“Luego en los 1500m. me hubiera gustado hacer un tiempo menor, pero estuvo bien, los pasajes fueron parejos, así que quedé satisfecha” admitió.
“En el balance general estimo que cumplí, tampoco quiero ponerme mucha presión porque fui mi primer Juego Panamericano. Tengo 15 años, las demás competidoras tenían arriba de 22 años. A los 19 voy a tener otro, queda un montón, así tranquila y conforme”, subrayó.
Toma de decisiones
No obstante, acerca de su preferencia sobre las especialidades que desarrolla, comentó la intención de continuar en los 200 metros espalda y dejar los 1500 metros libres.
“Es tiempo de empezar a definir que especialidad voy a hacer, porque no puedo nadar dos cosas totalmente distintas, es una o la otra, porque si no estás descuidando las dos”.
“Son totalmente distintas, ya sea en la forma de entrenamiento, la carga de metros, y si quiero que me vaya bien tengo que elegir una”.
“Esto lo voy a hablar con Aníbal (Gaviglio), que me ayude a elegir, la verdad que ya lo hablamos un poco y es capaz que me tire para los 200 metros espalda, pero no dejar de nadar crol, sí poder hacerlo hasta los 400 metros y no más que eso, porque hay mucho desbalance”.
Todo tiene un precio
En otra parte del diálogo, la joven nadadora aludió a lo complejo que es sostenerse en el máximo nivel de la natación, escenario que demanda una rigurosa preparación que no deja de condicionar su vida de adolescente, a lo que le debe adosar el costoso presupuesto que requiere la especial indumentaria.
“Es duro, en verano no me puedo dar el lujo de juntarme todas las tardes con mis amigas, porque tengo que hacer doble turno, con dos horas por la mañana y dos horas y media o tres por la tarde, ir al gimnasio, a kinesiología, la nutricionista, o estoy viajando”.
“No me puedo dar esos gustos, pero es también lo que elegí y tiene su recompensa”, enfatizó.
“Respecto a la indumentaria, en un principio con mi mamá hacíamos ventas de pastafrola para afrontar los gastos, hasta que apareció la marca comercial Arena quien me ofreció ser mi auspiciante desde agosto del año pasado, y se hizo cargo de todo, abasteciéndome de mochilas, mallas”.
“Además cuento con la beca de la Municipalidad de San Francisco, de la Agencia Córdoba Deportes, del Enard (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo), y la Cadda (Confederación Argentina de Deportes Acuáticos)”.
“Todo cambió a partir de los Juegos Odesur, porque al estar con el Comité Olímpico y conseguir medallas, ahí me dieron todas las becas. Es una ayuda re grande, y después está el Sport Automóvil Club con el tema de los suplementos, así que estoy bien acompañada más ahora que todo está re caro, por ejemplo las mallas están arriba de 250 mil pesos, las mochilas 60 mil, antiparras desde 80 mil pesos”.
La tiene clara para París 2024
Otro tema imposible de eludir, fueron los Juegos Olímpicos de París 2024, sobre los cuales dejó en claro la decisión tomada.
“Para los Juegos Olímpicos tengo que hacer una marca, pero haber, si no voy no pasa nada porque volvemos al tema de la edad, tengo recién 15 años, hay tiempo de sobra para ir a un Juego Olímpico”.
“Por ejemplo para Los Angeles 2028, si estoy cerca de las marcas ahora, dentro de cuatro años se supone que debería estar dando las marcas”, reflexionó.
“Si consigo ir a los Juegos de París, en buena hora, pero tampoco quiero tomarlo como una presión. Trataré de ir bajando mis marcas, si se da bien, y sino no habrá que esperar hasta los próximos juegos”.
Un año intenso y agotador
Finalmente, la representante del Sport Automóvil Club, se encargó de calificar al 2023 como un año feliz pero desgastante.
“Desde el punto de vista de viajar y conocer estuvo buenísimo, pero en lo de competir ya estoy cansada, es agotador viajar tantas veces al año, tuve torneos muy seguidos y es como que cansa”, confesó.
“Arranqué el año con Estados Unidos, después fue Francia, España, Mónaco, volvimos a España, hicimos Israel con el Mundial, el Sudamericano en Buenos Aires y recientemente Chile con los Juegos Panamericanos. A lo que le sumo el nacional de categoría”, detalló.
“De igual forma no me quejo, fue año que termino cansada pero feliz. A esto no lo veo como un sacrificio, sino como una costumbre, una rutina que ya la tengo incorporada. Repito, no me quejo porque es lo que elegí y va acompañado de buenos resultados, además es lo que se requiere para estar a donde uno quiere”, cerró.