Lucas y Gabriela, paciente y psicomotricista que se hicieron familia
Hoy 28 de julio se conmemora el Día del Psicomotricista y LA VOZ DE SAN JUSTO rescató la emotiva historia de un niño con hidrocefalia y una profesional del Hospital Iturraspe que, contra todo pronóstico, lo ayudó a comenzar primer grado caminando, su sueño.
Por Isabel Fernández
Lucas Mosqueira y Gabriela Faya tienen un vínculo mucho más fuerte que el de paciente y psicomotricista. Cuando Lucas llegó al Centro de Rehabilitación del Hospital"J. B. Iturraspe" con un cuadro complejo debido a la hidrocefalia que sufrió apenas nació, comenzó una historia que no tiene fin, porque no solamente incluye el tratamiento de rehabilitación, sino también el fuerte cariño que se forjó entre ellos, un lazo que los hace familia.
Lucas es de Las Varas, realizó rehabilitación desde bebé hasta los 6 años cuando recibió el alta. Su objetivo fue entrar a primer grado caminando, llevando su mochila con carrito y la cartuchera de los Power Rangers y lo logró, gracias a su fortaleza y al tratamiento de rehabilitación integral que se realizó en el Hospital, en el que la psicomotricista Gabriela Faya fue un eslabón importante.
Hoy tiene 10 años y le quedó una leve secuela motriz en la marcha. Cursa quinto grado, le gusta leer y juega como cualquier chico con la bicicleta por las calles del pueblo donde vive con su mamá María Rosa y sus hermanos. Pero no se olvida de Gabriela, su psicomotricista.
Todos los meses, cuando puede, llega en la camioneta de la municipalidad de Las Varas al centro del hospital para visitarla y ambos se funden en un abrazo, comparten historias y celebran cumpleaños.
Un vínculo para toda la vida
Hoy domingo 28 de julio se celebra el Día del Psicomotricista y LA VOZ DE SAN JUSTO rescató esta emotiva historia, que refleja la felicidad y el orgullo de haber conseguido juntos lo que parecía imposible: comenzar la escuela caminando.
La alegría de compartir
Los juegos y colores invaden el pequeño consultorio de psicomotricidad y en el medio, sentados muy juntos, Lucas y Gabriela contaron cómo comenzó esta estrecha relación.
"Cada paciente es único, se disfruta mucho ver los logros, siempre hay potencialidades. Lucas barrió con todos los pronósticos y fue un vínculo totalmente diferente por lo que compartimos juntos y las fortalezas mutuas que fuimos trabajando, ponerse metas y tratar de lograrlas", aseguró orgullosa Gabriela, que es psicomotricista desde hace 20 años.
Lucas es un nene feliz y se nota en su sonrisa, su mirada curiosa. Después de todo lo recorrido,él sigue adelante estudiando, jugando y persiguiendo sueños. Aseguró que cuando sea grande quiere ser policía"porque todos tienen que portarse bien".
Contó que ahora disfruta mucho de su bicicleta nueva, recorriendo las calles de su pueblo."Quiero hacer las cosas yo solo. Tengo muchos amigos, me gusta estar afuera y leer libros de investigación, aventuras", dijo.
Lucas hoy, recordando junto a Gabriela su gran esfuerzo
Gabriela aseguró orgullosa que distruta mucho de los logros que consigue y de la relación de cariño y confianza que ambos siguen fortaleciendo."Lucas sigue viniendo al centro de rehabilitación a visitarme, festejamos el cumpleaños, desayunamos juntos. Para mí es un orgullo no solo en lo profesional sino también en lo humano por todo lo que logró, porque cuando llegó el pronóstico era complejo y ahora salió adelante. Fuimos trabajando mutuamente la fortaleza, puedo permitirme disfrutar su logro y ver cómo fue avanzando, eso para mí es maravilloso".
Lucas, antes en el jardín de infantes con el caminador con arnés
Un cuadro complejo
Al recordar su tratamiento, la psicomotricista contó que Lucas llegó con su mamá cuando era un bebé, no lograba mantenerse sentado y presentaba un cuadro complejo provocado por hidrocefalia, comenzó el tratamiento con kinesióloga, psicomotricista y fonaudióloga, además de controles en elárea de fisiatría.
A medida que fue creciendo, con todo el apoyo del equipo de rehabilitación del Iturraspe, su familia, sus maestras en jardín de infantes, fue logrando alcanzar las metas."Quería entrar a primer grado caminando, llevando su mochila con carrito y la cartuchera de los Power Rangers y pudo cumplir su meta. Es un luchador porque trabajó desde la salita de 4 años para lograrlo", dijo Gabriela.
Para llegar al aula caminando, el tratamiento fue largo y con mucho sacrificio. Cuando comenzó el jardín de 4, el equipo del Hospital se trasladó a Las Varas para conversar con las maestras y realizar las adaptaciones necesarias para que Lucas pudiera aprender y relacionarse con sus compañeros.
Ese año comenzó el jardín con un caminador con arnés y se manejaba en el recreo con autito rojo, un karting para poder jugar en el patio.
"Tuvimos la suerte de tener una maestra y una directora muy responsables que pudieron ver el potencial de Lucas. Con ese auto podía jugar tranquilo en el patio y compartir con sus compañeros. Solamente se hizo una adaptación en el baño para que pudiera tener autonomía. Siempre quiso hacer las cosas solo y siempre le puso muchas ganas", resaltó Gabriela.
Cuando llegó el jardín de 5 años, Lucas ya usaba bastones canadienses y junto a Gabriela realizaban caminatas, construían chozas y acordaron que era necesario esforzarse para llegar al objetivo que finalmente llegó en primer grado.
Lucas, antes en el jardín de infantes con el caminador con arnés
En el tratamiento de Lucas participaron también la kinesióloga Karina Sánchez, la fonoaudióloga, Ana Saccone y se realizaron acciones conjuntas entre el centro de rehabilitación del Hospital con la comuna de Las Varas, coordinadas por la licenciada en Trabajo Social, Marisa Aimar.
Fortalecer las potencialidades a través del juego
Gabriela explicó que el abordaje que se hace desde la psicomotricidad es a través del juego."Se le brinda un lugar al niño en el que puede mostrar todo lo que sabe, las pontencialidades independientemente de la edad".
Recordó que el tratamiento siempre es integral."Fue un trabajo de todos juntos hacia adelante, pero Lucas fue el protagonista, no se rindió ante la meta que tenía y allá fuimos. El objetivo de la psicomotricidad tiene que ver con valorar las potencialidades del niño, pero desde el lugar del disfrute y no tan instrumental y sistemático, se hace en un ambiente de juego, entonces disfrutan trabajar".
La función del psicomotricista
Hoy 28 de julio se celebra en el país el Día del Psicomotricista, fecha establecida por decreto de la Asociación Federal de Psicomotricistas (Afep), que tiene su sede en la ciudad de Córdoba pero cuenta con socios en todo el territorio nacional.
La celebración conmemora el 28 de julio de 1950, fecha en la que se entregó la certificación de la especialidad a Dalila Molina de Costallab, la primera psicomotricista argentina, quien hizo una formación con asistencia en forma diaria en el Hospital Henri Rousell, de Francia.
Lucas no se olvida de su psicomotricista y cada vez que puede, regresa al hospital para darle un abrazo
Los psicomotricistas intervienen en diferentes procesos como la detección, diagnóstico y tratamiento, frente a un trastorno del desarrollo ligado al uso del cuerpo, no sólo a nivel de la imposibilidad de ejecutar movimientos, sino cuando el espacio, el tiempo o la intención que implican se ponen en cuestión: retrasos en el desarrollo, hipermovilidad, inhibición psicomotriz, torpeza motriz, dificultades para coordinar, para planificar y ejecutar una acción, entre otras cosas.