Los Tassi, siete años proponiendo nuevos sabores desde su tradicional esquina
El emprendimiento familiar está de aniversario en este mes de octubre y lo celebra en plena expansión de una propuesta que se supera en calidad y variedad.
Atravesar la puerta de la esquina de 1° de Mayo y López y Planes es como entrar a la cocina de la abuela en un viaje sensorial en el tiempo. Los aromas invaden y la calidez abraza y uno se siente a gusto.
Esa impronta de tradicionalidad se mixtura con los sabores más innovadores (hoy los hongos son una de las estrellas del menú) y eso es lo que los Tassi -Andrés y Martín- imaginaron cuando decidieron "tirarse a la pileta" de esta aventura.
El sueño máximo de convertirse en una "fábrica de sabores italianos", el anhelo de viajar a aquellas tierras para empaparse de su cultura y sus recetas y las ganas de seguir innovando día a día fueron alguno de los tópicos de esta charla.
- ¿Cómo transcurrieron estos 7 años en esta esquina tan simbólica de la ciudad?
Esta siempre fue una esquina tradicional, de la familia. Entonces, la idea era ponerla en valor y darle un poco de empuje al barrio -que venía un poco cabizbajo- y devolverle ese espíritu que siempre tuvo. Este es un barrio en su mayoría de gente mayor, entonces queríamos hacer un cambio para que se potencie el ánimo.
De a poco vamos proponiendo cosas nuevas. A veces poniendo un árbol nuevo en el frente la gente ya se entusiasma y lo reconoce.
- ¿Cómo fue dar el paso para encarar este proyecto?
Fue realmente un tirarse a la pileta. Empezamos buscando el nicho, haciendo pastas. Si bien teníamos un concepto formado, era un poco de incertidumbre porque era la primera vez que nos sumergíamos en esto.
- ¿Qué efecto se propusieron lograr?
Armar algo fuera de lo tradicional, salir de lo que es los clásicos de carne y verdura, y apostar a otros productos era parte del concepto principal. Si bien hacemos pastas tradicionales, y con la receta italiana, siempre quisimos salir un poco y abarcar a todos los públicos.
La aceptación en sí fue general, porque por ejemplo hacemos sorrentinos de hongos y se vende un montón, a la gente le gusta. Hacemos la porchetta, que es un fiambre italiano, y la gente lo busca. Queremos transmitir confianza, de que lo que uno hace lo hace con calidad.
- ¿Qué les gustaría para el futuro?
Como concepto madre queremos ser una fábrica de sabores italianos. Entonces, hay muchas cosas para hacer en cuanto a la esencia italiana. De a poquito vamos incorporando nuevos procesos, nuevos sabores y nuevas recetas.
Todavía no hemos viajado a Italia, pero los conocidos que van siempre nos traen libros y siempre vamos descubriendo nuevas ideas. Algún día podremos ir y vivirlo en carne propia.
- ¿Hay también una intención de llegar a los nuevos públicos?
Como te decía, el panzotti de carne y verdura bien logrado pegó, pero también quisimos llegar a las nuevas generaciones, que se vuelquen a las pastas, que vuelva la juntada de los domingos con la familia o con los amigos. Entonces con estas nuevas propuestas llegamos a todas las edades.
- Le ponen mucha energía a las redes sociales...
Hoy por hoy, por donde más se vende es por las redes sociales. Si bien acá en San Francisco todavía se acostumbre a venir al local, las redes mueven mucho, sobre todo en las nuevas generaciones. Por las redes también llegamos a la zona. Logramos formar un equipo muy lindo con los chicos de Yunta y con la gente que nos manejas las redes de Córdoba. Logramos una sinergia porque ellos están abiertos a los que proponemos, surgen cosas nuevas, diferentes.
- A veces hasta se animan a actuar en las promociones... ¿de dónde salen esas ideas?
Un poco poco aportamos nosotros y un poco el equipo audiovisual. Nosotros a veces tiramos un iniciador y ellos van pensando cómo se desarrolla la idea.
- ¿Buscan llegar a todos los sectores de la ciudad?
La idea es vender en lugar puntuales. En San Francisco tenemos dos: Las Cañitas y Despensa Sandra. En la zona también se vende, pero la idea es elegir a gente que le guste, que cuide el producto, que lo promocione. A veces es prueba y error, a veces vamos a un lugar y va todo de diez y le damos para adelante. Priorizamos el cuidado que el producto merece, seleccionamos a gente que se lo pueda dar, es como un franquicia pero sin el contrato.
- ¿Cómo resumirían estos siete años?
Intensos, muy lindos. Año a año nos fuimos superando en muchas cosas, con este gran grupo de trabajo que se armó.