Los scouts, “siempre listos” para construir un mundo mejor
Entre la naturaleza, la aventura y el servicio a la comunidad siempre llevan adelante el espíritu de la buena acción que construye la sociedad. Cada 5 de septiembre se celebra el Día del Scout en homenaje a esta organización que en San Francisco tiene cuatro grupos con gran cantidad de niños y jóvenes.
Por Isabel Fernández | LVSJ
Están "siempre listos" para ayudar al otro sin recibir nada a cambio. El Movimiento Scout está presente en San Francisco desde 1972 y tiene la misión de contribuir a la educación de los jóvenes a través de un sistema de valores que ayudan a tener un papel constructivo en la sociedad.
Cada 5 de septiembre se celebra el Día del Scout en homenaje a esta organización sin fines de lucro que promueve el desarrollo de los niños para que sean "buenos ciudadanos para la sociedad". En nuestra ciudad son cuatro los grupos que reúnen a unas 360 personas, entre niños y jóvenes de entre 7 a 21 años, además de adultos educadores: Daniel Ñáñez que funciona en 9 de Septiembre 702, Cristo Rey en Colón 1536, San José Obrero en San Lorenzo 335 y Nuestra Señora de la Consolata en Dante Alighieri 2850.
Después de la pandemia aumentó mucho la cantidad de niños y jóvenes que se acercan a participar de las actividades en las distintas agrupaciones.
LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con Pamela Troncoso, directora de distrito de San Francisco quien destacó que se trata de una actividad "muy interesante y valiosa porque tratamos de formar buenos ciudadanos que sean responsables y que tengan valores que quizá actualmente están un poco perdidos en la sociedad, como el respeto, la responsabilidad, entre otros. Necesitamos reforzar esos valores y es bueno que sea a través de los niños y jóvenes".
"Nuestro fuerte es la vida en la naturaleza, nosotros aprendemos haciendo no se transmiten contenidos sino que se generan experiencias para que los chicos aprendan. Educamos en valores a través de la acción para que se conozcan ellos mismos, sepan cuáles son sus gustos, que los más grandes también puedan orientar sus vidas, sus carreras", afirmó.
La pandemia afectó muchísimo sus actividades porque justamente no podían tener el contacto con la naturaleza y con otras personas, pero después de la crisis, la necesidad de volver a ese contacto hizo que aumentara la cantidad de niños y jóvenes que se acercan a los grupos scouts.
Troncoso afirmó que actualmente "hay más chicos que se interesan por las actividades del scoutismo. Después de la pandemia los chicos tuvieron la necesidad de volver a tener contacto con la naturaleza y con sus pares y a pesar de que el regreso a la presencialidad fue un poco complicado por el protocolo, la membresía creció y trabajamos para contener esa demanda".
Los scouts del grupo San José Obrero realizan actividades al lado de la parroquia que lleva el mismo nombre.
"Además de ser un espacio de educación en valores donde los chicos aprenden buenos hábitos y conductas, no deja de ser un lugar de contención, una actividad que eligen de manera libre y creo que los padres están satisfechos con esa participación de los chicos, que realmente les gusta lo que hacen", añadió la directora de distrito.
Remarcó que los campamentos "entusiasman mucho y los chicos se incentivan, estamos haciendo campamentos en la zona y eso permite que nos volvamos a reencontrar con scouts de otras localidades".
Un encuentro en el Jardín Botánico
Para los scouts no importa tanto el lugar ni el tamaño de la buena acción que hagan el día, sí el espíritu con el que se la realiza. Por eso cada 5 de septiembre sus miembros invitan a celebrar procurando realizar una buena acción.
Con ese espíritu, los scouts sanfrancisqueños organizaron una actividad recreativa que realizarán el sábado 10 de septiembre de 17 a 19 en el Jardín Botánico para celebrar su día.
El grupo Cristo Rey fue el primero en la ciudad.
Virtudes y principios en una seña
El saludo scout, símbolo utilizado en todo el mundo y una de las representaciones más características, representa las virtudes y los principios del scoutismo.
La seña se hace con la mano derecha, poniendo el dedo pulgar sobre el meñique y alzando los otros tres. Al mismo tiempo se dobla ligeramente el brazo hacia atrás y se ubica la mano a la altura hombro, con la palma mirando hacia delante.
Troncoso explicó que los tres dedos alzados "representan las virtudes que son Dios, Patria y Hogar y los principios de lealtad, abnegación y pureza. Esto es lo que nos guía a tratar de ser mejor a cada uno, para poder ayudar a los demás".
Por otro lado afirmó que la unión de los dedos pulgar e índice "simboliza que el mayor protege al menor".